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Vuelta al ruedo y sobredosis de Zapatero

XIMO AGUAR. 18/05/2011 El PP valenciano convierte su desbordante acto central en un mitin en clave nacional para gloria de Rajoy y presenta una única solución y motor de desarrollo para la Comunitat: el desalojo de Zapatero

VALENCIA. El Partido Popular de la Comunitat Valenciana había abonado el terreno a conciencia. Se sentó a observar como el PSPV cumplía el expediente en el coso taurino el pasado sábado, tomó nota de los puntos flacos del acto central de los socialistas y, anoche, se puso manos a la obra para poner el acento en las carencias que había detectado y difundido en los días previos.

Para ello, el PPCV trabajó en varios aspectos donde sacar ventaja al PSPV. Cubrió hasta el último siento sin matices -no había lona negra en ninguna parte de la grada-. Ocupó el albero de forma casi enfermiza, al más puro estilo de un festival musical en auge. Demofóbicos abstenerse. Asimismo, cumplió con sus expectativas de desbordar el aforo del recinto, quedando fuera varios centenares de personas, que siguieron el mitin por una pantalla gigante colocada en el exterior. Todo un despliegue que terminó con los vomitorios rebosantes de público e incluso todas las escaleras situadas entre grada y grada sirvieron de asiento para la 'marea azul' del Partido Popular.

A falta de dos horas del inicio del acto, el coso taurino presentaba ya un lleno hasta la bandera. Mientras la música comercial amenizaba la espera, unos 'speakers' ejercían de animadores. Poco necesitaba el entregado público del PPCV, quien sabía de sobra lo que debía gritar en caso de duda: "¡Zapatero, dimisión!".

Era un preludio de lo que ocurriría después. El mitin de la Plaza de Toros de Valencia fue, de cabo a rabo, un acto en clave nacional. Pocas diferencias habría con uno de cara a las elecciones generales. Y es que los cuatro protagonistas: Alfonso Rus, presidente provincial, Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, Francisco Camps, líder del PPCV y Mariano Rajoy, presidente nacional del partido, esgrimieron de forma machacona la misma idea: Zapatero es el culpable y debe irse.

Bajo este axioma florecieron los discursos de los protagonistas. Pocas propuestas o ideas que se salieran del guión establecido, que consistía en identificar una debacle socialista el 22-M con un adelanto de las elecciones generales "para echar" al presidente del Gobierno.

Así, abrió fuego Alfonso Rus con un discurso en valenciano defendiendo las señas de identidad (se desplegó en la grada una senyera entonces), haciendo un guiño a Nuevas Generaciones y centrándose en los cinco millones de parados en España, antes de comparar a Zapatero "con Pinocho, por las mentiras que dice".

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, comparó el lleno logrado en el coso taurino por el PP, con el acto de los socialistas del pasado sábado. "Zapatero tuvo que decirles: 'Aún hay partido', porque están pidiendo la hora", exclamó. La responsable municipal insistió en que el 22-M el PP empezará "a echar a Zapatero" y exigirán la convocatoria de elecciones anticipadas. Remarcó su crítica Barberá, aludiendo a "decisiones sectarias contra Valencia" por parte del Gobierno central "como el bloqueo de La Marina, El Cabanyal, los chiringuitos, las prospecciones petrolíferas...", enumeró.

En cuanto a Francisco Camps, también miró a la Moncloa en su discurso para recordar a la audiencia que, de los ocho en los que gobierna la Generalitat, siete han sido con Zapatero como presidente de la nación. "Necesito poder llamar a la Moncloa, Mariano, que me ayudes todos los días... llevo siete años aguantando a Zapatero", afirmó el líder del PPCV. Camps también comparó la situación de España con la de 1996, cuando José María Aznar llegó al poder. "Entonces, con el presidente Aznar y con Mariano Rajoy, nos recuperamos en un año", aseguró.

Por su parte, Mariano Rajoy invitó a los militantes a no confiarse ya que las encuestas "no votan", subrayó. Además, el líder popular se preguntó a quién echarían la culpa los socialistas de la derrota y buscó la complicidad del público para encontrar la respuesta (toda la plaza terminó gritando 'Zapatero'). Rajoy acusó al presidente del Gobierno de congelar las pensiones, bajar el sueldo a los funcionarios, perjudicar a los emprendedores, no dotar de ayudas suficientes para la dependencia, quitar la prestación de los 400 euros, subir el IVA y, además, le culpó de los cinco millones de parados en España. Artillería pesada del líder nacional del PP que, sin duda, continúa su labor de desgaste para el día después de los comicios autonómicos.

"TIENES MI APOYO PACO, EL DE TU PARTIDO Y EL DE LOS VALENCIANOS"

Rajoy, sin llegar a referirse a la 'causa de los trajes', sí subrayó que si Camps se alza de nuevo con la victoria en las elecciones de este domingo, los socialistas no le podrán "echar la culpa" después de lo que han dicho de él a lo largo de estos años. Tras asegurar que a Camps le "votan porque quieren", se preguntó "quién va a ser el chivo expiatorio" del PSOE valenciano tras conocer los resultados de los comicios. "Tienes mi amistad sincera y lo sabes, tienes mi apoyo, el de tu partido y el de los valencianos", afirmó el líder nacional al candidato autonómico.

También escenificaron ese respaldo Alfonso Rus y Rita Barberá, quienes subrayaron en sus respectivas intervenciones: "Paco, eres el mejor presidente que ha tenido esta Comunitat".

 

 

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1 comentario

Margarita escribió
18/05/2011 08:20

La pza estaba hasta la bandera, y en la calle quedaba mucha gente, los valencianos estamos hartos de ZP, no tiene nada que hacer aqui

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