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VALENCIA. La nueva emisión de bonos patrióticos de la Generalitat Valenciana ha despertado las dudas de la agencia de calificiación Moody's que ayer, en su boletín informativo, advirtió del "abrupto" aumento del coste de la deuda que supondrá para los gobiernos autonómicos la consolidación de este vía de obtener liquidez para atender el gasto corriente.

La agencia, en su análisis se llega a preguntar por los límites que tiene esta fórmula, de momento utilizada por la Comunidad Valenciana y por Cataluña: "La propensión de la ciudadanía española a comprar papel regional, junto con los vencimientos y tasas de interés pagadas, será clave para determinar si las regiones españolas han encontrado una fuente de financiación sostenible en la emisión de bonos por menor".

Moody's que recuerda en su informe la emisión de 900 millones que en estos momentos está colocando la Generalitat Valenciana con un coste superior al 6,5% incluidas comisiones, señala que "el reciente aumento en la emisión de bonos de crédito al por menor es negativo para los gobiernos regionales en España, ya que representa un fuerte aumento de los costes de financiación, al que se ven obligados por las dificultades de financiación de los grandes déficits".

La agencia hace cuentas y señala que la Comunitat Valenciana ya emitió bonos por 1.500 millones de euros en diciembre de 2010, a las que añade las dos colocaciones de bonos patrióticos que ha realizadas por Cataluña por 3.000 millones el año pasado y 3.300 este año.

"Estas emisiones reflejan las dificultades que estos gobiernos para financiar su déficit a través de más canales convencionales (préstamos bancarios, colocaciones privadas, o mediante la emisión de bonos en los mercados mayoristas), lo que provocar un incremento abrupto de los costes de financiación de las regiones", señala en su análisis Moody's.

La agencia apunta que las autonomías destinan ahora el 2% del PIB a pagar los intereses de su deuda, pero advierte que el elevado cupón que se abona en estas emisiones minoristas "elevarán abruptamente los costos".

Moody's estima que las necesidades de financiación de las regiones españolas ha aumentado entre 30.000 y 35.000 millones de euros en 2011 y se mantendrá en el mismo rango el año que viene "a pesar de la reducción del déficit que se espera".

La agencia también alerta de un daño colateral: La proliferación de estas emisiones, que pagan un alto interés, puede alimentar también la guerra del pasivo iniciada por los bancos españoles hace un año, lo que podrá repercutir negativamente en sus márgenes.