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VALENCIA (VP). "Nos enfrentamos a una crisis económica severa, pero en estos momentos no es la única crisis en curso. La crisis moral, la crisis alimentaria, la crisis energética y la crisis medioambiental están indudablemente relacionadas con la económica. Y si no atendemos a todas por igual y vemos las conexiones entre las mismas, nunca saldremos de la crisis económica". Así analizaba ayer José María Tortosa, catedrático de Sociología, la magnitud de la situación a la que nos enfrentamos. Lo hizo en el Seminario de Ética Empresarial de la Fundación ÉTNOR durante la conferencia 'Las crisis actuales: temores y posibilidades'.

Desde la Gran Depresión de 1873 se han sucedido periodos de crisis económica importantes: la crisis del 29, la burbuja de Japón de 1990, el corralito Argentino, etc., pero la crisis actual tiene una serie de características que la hacen diferente; es la primera vez que acontece una crisis a escala mundial, que afecta prácticamente a todos los países. Pero además, "los países están por encima de sus posibilidades, híper endeudados y sin poder parar, comercializando deudas irrecuperables y aprovechándose del papel del dólar", advirtió Tortosa.

En el momento actual existe un acuerdo generalizado respecto a las causas de esta crisis. Pero ¿cuándo y cómo saldremos de ella? Los más optimistas hablan de un periodo de recuperación en V, los pesimistas en L, y los moderados en U, pero "lo que está claro es que la salida dependerá de cómo se desarrollen las otras crisis que subyacen a ésta".

En primer lugar, la crisis alimentaria, con una reducción de la oferta drástica, que más un aumento de la demanda y sumado a la especulación dan como resultado un aumento de precios y más pobreza. En segundo lugar, la crisis medioambiental, que al margen de las teorías sobre el cambio climático, evidencia que en ciertas partes del planeta hay crisis muy severas a consecuencia del calentamiento global. Por último, hay también una importante crisis energética, con una necesidad de encontrar petróleo y extraerlo pese a los riesgos que conlleve, el reciente caso del golfo de México en un buen ejemplo, y un agotamiento de los recursos naturales.

La cuestión es que en momentos de crisis aguda se está dispuesto a "lo que sea" con tal de salir, y ese lo que sea es a costa del medioambiente, la pobreza extrema y las guerras por el petróleo. El estancamiento económico está íntimamente relacionado con el problema del hambre, el agotamiento de los recursos naturales y la transición a nuevas fuentes de energía, y sólo desde una perspectiva global podremos afrontar la crisis económica.

Antes estos problemas, Tortosa concluyó con los retos para el futuro: un cambio de modelo económico, que integre otras variables más allá de la racionalidad económica; un reparto igualitario, ya que está demostrado que tenemos suficientes alimentos para todos; respeto al medioambiente; y un desarrollo eficaz de las energías alternativas. Sólo desde una apuesta en serio por estas "oportunidades", haremos de otro mundo posible un mundo probable. "Aunque de momento no parece que vayamos por este camino", sentenció el ponente.