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VALENCIA (VP). Una comunidad que forma, o formaba parte, del triángulo de oro de la riqueza española y que pretendía hacerse un hueco en el bipolarismo madrileño/catalán. Pero, ¿por qué no hemos sido capaces de mantener, en unos casos, y fortalecer, en otros, nuestro sistema financiero regional?

Hemos perdido conocimiento, capacitación profesional y liderazgo financiero. La crisis ha puesto de manifiesto esta realidad con una crudeza desmesurada, excepcional. Lejos quedan ya en el recuerdo los esfuerzos realizados por aquel director general venido de la Francia contemporánea.

Su eslogan de vulgarizar la inversión bursátil no agradó a todos los actores de la plaza, como a él le gustaba decir, aunque menos dentro de la propia Bolsa de Valencia. Con este director, más tarde consejero, el parqué local asumiría la presidencia de la Federación Europea de Plazas Financieras Regionales. Todo un hito iniciado por él mismo bajo el lema de Valencia Euro Región Financiera.

Ahora lo entiendo todo. El porqué aquellas ideas duraron lo que duró el impulso de Francisco Álvarez Molina, conocido en la 'City' local como Paco Álvarez. ¡Pero hemos dejado perder dos cajas de ahorros dentro del 'top ten' del sistema financiero español! Una plaza financiera con bolsa propia, pero la cruda realidad nos ha dejado en los que somos hoy en día: Plaza Rural Valencia.

Nuestra bolsa fue absorbida por la madrileña Bolsas y Mercados Españoles (BME). Absorbida en lo más extenso del término. Y para darse cuenta de ello basta con echar un vistazo a la pérdida de puestos de trabajo en comparación con el resto de bolsas y organismos pertenecientes a BME.

No muy distinta suerte de la que corrió aquella 'cosa' dedicada a poner precios futuros a las naranjas como fue el Mercado de Futuros de Cítricos y Mercaderías (FC&M): cierre, traslado a Madrid y refundación en BME Consulting -actualmente BME Innova-. Eso sí, nadie en la 'City' local alzó la voz. Ni siquiera las entidades fundadores de este mercado, incluida la propia Bolsa de Valencia.

Por cierto, ¿qué me dicen de los miembros de pleno derecho de la rectora presidida por Ángel Torre? Ni uno solo, y digo ni uno solo, de ellos con oficinas principales en Valencia. Otra abducción de Madrid, pero claro, se nos llena la boca criticando el porqué no hay empresas valencianas en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) para Empresas en Expansión. ¿Tal vez por el mismo motivo que no existen profesionales financieros en la plaza para atraerlas al mercado?

El yermo en el que se ha convertido la plaza financiera se aprecia en comentarios del tipo de ‘si quieres trabajar en finanzas, vete a Madrid'. Aquí no queda nada. Bueno, sí, Banco de Valencia, aunque con una cotización cercana a los 2,5 euros pronto subirá al cielo como las otras dos cajas. Y si no lo hace, subirán sus accionistas de referencia.

Queda depositar todo la confianza en Ruralcaja. Pero cuenta con una dependencia de su madrileño Banco Cooperativo de unos niveles excepcionales para una entidad de su talla. La abducción de Iberdrola Renovables hoy, y la de Aumar, ayer, nos han dejado huérfanos en el Ibex 35. No me extraña nada. Al fin y al cabo, esto no le interesa a nadie. Plaza Rural Valencia siempre tendrá abierta la puerta de la villa (y corte).

Por lo menos nos quedan aquellos ilustres personajes de la plaza, aquellos apellidos de tronío, aunque muy a nuestro pesar, en el olvido. Plaza Rural Valencia: en el fondo no suena mal del todo.