X AVISO DE COOKIES: Este sitio web hace uso de cookies con la finalidad de recopilar datos estadísticos anónimos de uso de la web, así como la mejora del funcionamiento y personalización de la experiencia de navegación del usuario. Aceptar Más información
GRUPO PLAZA

España no es Grecia ni Portugal, pero el mercado no entiende de diferencias

SOLEDAD PELLÓN (*). 19/04/2011 Lo de Grecia ya no es cosa sólo del rescate sino de que incluso después de recibir ayuda de la UE y del FMI por valor de 110.000 millones de euros -hasta ahora el mayor de los rescates- sigue teniendo complicado hacer frente a sus obligaciones...

MADRID. Hay numerosos indicios para estar preocupados al respecto. El primero es que recientemente ha tomado la decisión de llevar a cabo un nuevo paquete de recortes, lo que implica que las medidas tomadas no están siendo suficientes y necesitan tomar nuevas acciones para estabilizar sus finanzas. Debido a que las cuentas no cuadran han pedido una nueva prórroga para la devolución del préstamo recibido por la imposibilidad de hacer frente a los plazos marcados, pero todavía no han recibido respuesta.

Por otro lado, la misma prensa griega ya se hace eco de esta situación insostenible y el periódico heleno 'Eleftherotypia' publicaba ayer por la mañana que su país estaba en conversaciones para pactar la reestructuración de su deuda, lo que el mismo gobierno ha desmentido. Sin embargo, no es el único medio que se hace eco de esta situación dado que Reuters también publicó información de miembros cercanos al gobierno alemán, que han admitido la imposibilidad de que Grecia permanezca sin reestructurar la deuda más allá del verano.

Ciertas o no todas estas afirmaciones, el caso es que las situación se está poniendo muy complicada para Grecia. Esta desconfianza creciente hacia el pago de su deuda hace casi imposible la colocación de la misma en el mercado y esto ha llevado a la rentabilidad de su bono a 2 años al 20%, nivel que es insostenible en el tiempo. No hay que olvidar además que Grecia hizo una petición de rebaja del interés a pagar por el préstamo recibido y que esta petición fue atendida por la UE y FMI, con lo que se hace improbable una nueva rebaja del mismo haciendo más estrecho el margen de maniobra para mejorar la situación actual.

Con esto quedan cada vez menos dudas de que Grecia está más cerca que nunca de reestructurar su deuda, lo que significa que no va a poder hacer frente a la totalidad del pago de la misma. Los que compraron deuda griega para beneficiarse de sus altas rentabilidades están ahora entre la espada y la pared a la espera de ver si recibirán o no la totalidad del capital invertido, aunque aún queda la esperanza de que, dado que los bancos alemanes son grandes tenedores de esta deuda, el calificado como 'motor de Europa' se saque un as de la manga para intentar, al menos, aplazar esta reestructuración.

Los problemas de la deuda periférica tienden a caracterizarse por su rápido contagio y poco ha tardado España en padecer las consecuencias. Por un lado, esta oleada de incertidumbre se reflejó ayer con ventas en los valores del sector financiero español (Santander y BBVA llegaban a sufrir caídas de más del 3%) y, por otro, se dejó notar también en la subasta del Tesoro. Una subasta que nada tenía que ver con las anteriores donde la demanda era fuerte y las rentabilidades se mantenían estables.

Esta vez la colocación se quedó en la parte baja de la horquilla y las rentabilidades subieron considerablemente, lo que hace patente que España vuelve a estar en el punto de mira y que la reciente diferenciación de nuestro país con respecto a Portugal poco ha durado. Bien es cierto que nuestra situación poco tiene que ver con la de nuestros vecinos pero en situaciones de pánico como esta, el mercado no entiende de diferencias.

Tampoco ha ayudado a mantener la calma el hecho de que las elecciones en Finlandia hayan concluido dándole más peso al partido 'anti-euro' True Finns, dado que esto acrecenta los temores de una división dentro de la Unión Europea sobre cómo se llevan a cabo los rescates.

Al margen de los problemas de deuda, el mercado tuvo que digerir también la bajada de perspectiva del rating de EE UU a negativa por la agencia de calificación crediticia S&P, poniendo en duda las posibilidades de la primera potencia mundial para luchar contra el déficit. Sin bien desde EE UU han quitado hierro al asunto, esto no es un buen síntoma para los mercados, dado que en Europa nos recuerda a los comienzos de la crisis de la periferia. A S&P podrían sumarse rápidamente Moody´s y Fitch lo que complicaría más aun la situación en unos mercados que se encuentran presos de la desconfianza.

_____________________________________________________

* Soledad Pellón es estratega de mercados de IG Markets

Comparte esta noticia

comentarios

Actualmente no hay comentarios para esta noticia.

Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.

Escribe un comentario

Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.

publicidad