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VALENCIA (VP). Mucho va a tener que mejorar el índice de referencia del Mercado Continuo, el Ibex 35, para presentar un saldo positivo durante esta Semana Santa. Y no sólo por la caída del 2% que acusó ayer sino por el empeoramiento de la coyuntura tras los incesantes rumores sobre una reestructuración de la deuda griega -algo que a muchos no ha sorprendido- y, sobre todo, por el 'aviso' de Standard & Poor's a la Administración Obama para que contenga el déficit o le quita la ansiada 'triple A'.

El barómetro de la renta variable española ha saldado seis de sus últimas diez 'Semanas Santas' con alzas, pero en esta ocasión las perspectivas no son nada halagüeñas. Así, el pasado ejercicio sufrió un simbólico recorte de un 0,03%, pero hace un año el Ibex 35 se movía cómodamente por encima de la cota de los 11.000 puntos. Hace un par de años, el índice experimentó la mayor subida de la década durante la Pascua cristiana tras anotarse un avance de un 4,63% aunque en aquella ocasión, el indicador partió desde los 8.319,90 puntos para despedirse en los 8.704,80. 

A lo largo de 2008 el balance fue a la baja, eso sí también de un modo prácticamente simbólico, puesto que el índice presentó un recorte de un 0,44% tras descender desde los 13.021,40 hasta los 12.964,20 puntos. Fue precisamente el año anterior, es decir, 2007, cuando el índice disfrutó de la cota más alta durante una Semana Santa y, además, acabó subiendo un 2,28% prácticamente en la frontera de los históricos 15.000 puntos.

Las mayores pérdidas del índice en los últimos diez años durante este periodo se sucedieron en 2006, cuando se dejó en el camino un 1,75% como consecuencia de una caída desde los 11.816,70 hasta los 11.609,40 puntos. Un descenso que vino después de que el Ibex 35 encadenase tres ejercicios 'pascueros' con saldo positivo, dado que en 2005 avanzó un 0,49%, en 2004 un 2,05% y en 2003 un 2,05%.

El índice que agrupa a los 35 valores más capitalizados de la renta variable española -aunque realmente lo mueven cinco: Santander, BBVA, Telefónica, Repsol e Iberdrola- perdió en la Semana Santa de 2002 un 1,15%; mientras que el año anterior se había anotado en el mismo periodo un avance de un 3,43%.

El común denominador en estas fechas es la caída del volumen de negocio, lo que acentúa los movimientos -tanto a la baja como al alza-, dado que buena parte de los inversores están más pendientes de preparar las vacaciones que de tomar posiciones en el mercado. Además, tal y como advierte un broker valenciano, "hay que tener en cuenta que en Madrid, donde se concentra la mayor parte del volumen bursátil español, muchos de los grandes inversores se cogen la semana completa".