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VALENCIA. Bankia avanza a toda máquina. Hasta el día en que las acciones del nuevo banco empiecen a cotizar en el parqué hay mucho trabajo por hacer con el objetivo de hacer atractiva la entidad a los inversores institucionales. Por un lado está el ejercicio interno de definir los activos y pasivos del banco que saldrá a Bolsa o el nombramiento de su cúpula directiva y los distintos departamentos conjuntos. También es importante ir cerrando aspectos como las prejubilaciones para reducir la plantilla así como definir las funciones de los nuevos equipos.

Pero de cara al exterior, al margen de la aparición de la nueva marca, lo más llamativo para los clientes de las dos entidades será la reestructuración de la red de oficinas. En la imagen que acompaña a este artículo se puede ver cómo se ha solucionado una situación que se puede repetir en muchas ciudades: dos oficinas del mismo grupo en una misma calle. En este caso se trata las sucursales que Bancaja y Caja Madrid tienen (ya tenían) en la Gran Vía Marqués del Turia de Valencia. 

Hace unas tres semanas las dos estaban operativas. De hecho, en ambas se habían colgado los carteles con la nueva imagen corporativa del banco paragüas. Quizá por ese motivo aún chocaba más tener un 'Bankia' al lado de otro. La velocidad a la que se está trabajado en esta fusión se demuestra con esa imagen: casi de un día para otro se cerró la oficina de Caja Madrid (la norma será que se cierren las de la marca con menor implantación en cada territorio, aunque pueden tenerse en cuenta otras variables, como su posición estratégica), se retiraron los luminosos y los clientes se encontraron con un cartel que les dirige a otra oficina. De momento, aún de Caja Madrid.