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VALENCIA (VP). La directora general de Caja Mediterráneo (CAM), María Dolores Amorós, compró un paquete de cuotas participativas el día en que la entidad celebró la asamblea general en la que dió el visto bueno a su integración en Banco Base a sabiendas de que al día siguiente sus compañeros de viaje le iban a dar la espalda.

Según consta en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Amorós compró 480 cuotas a 6,16 euros por título, lo que supone una inversión de 2.956 euros. Ese día, las acciones sin derecho a voto de CAM cerraron ligeramente más caras, 6,31 euros. Sin embargo, ayer se situaron en 5,83 euros tras acumular varias sesiones en caída libre.

La decisión de Amorós, pese a lo modesto de la inversión, supone un gesto de apoyo a la entidad, que estuvo acompañada ese día por otra compra, en realidad simbólica, realizada por el director general adjunto y secretario general, Agustín Llorca, que adquirió 30 títulos por 191 euros el mismo día. Ambos conocían sobradamente los efectos que la negativa de Cajastur y sus aliados de seguir adelante con la fusión iba a generar.

En el polo opuesto, el consejero Pere Joan Devesa, que unos días antes, cuando la crisis ya se intuyía y más en el seno del consejo de administración, vendió sus 6.176 cuotaspor 39.000 euro.