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Y luego entró en explicaciones. El final de la crisis llegará "cuando el nivel de productividad corresponda al nivel de vida, que tiene que ser tan alto como la media europea" y "apostar por un nivel de bienestar, no de despilfarro". Para lograr este objetivo, Roig encuentra un camino claro: "Tenemos que producir un cambio cultural, cumplir con nuestras obligaciones y hacerlo ver a los que no las cumplen". Y citó palabras de Felipe González: "Hacer los deberes para salir de la crisis".
Roig renegó de los "años de bonanza y del boom inmobiliario y facilidad de crédito impresionante que creímos que iba a ser para siempre". Y recordo que "los bancos van a pagar lo que les debemos porque la gente pensó que ese boom era como tener un pozo de petróleo", cuando la realidadera que ese modelo económico "no estaba sustentado sobre una economía real de productividad".
"Venimos de ser un país rico y nos hemos empobrecido", ha recalcado Roig, quien considera que "nos hemos pasado 20 pueblos" y ahora hay que devolver créditos y "tomar medidas, aunque muchas de ellas no nos gusten y sean impopulares". El empresario resumio su fórmula en "trabajar más y mejor, hacer cosas que añadan un valor al cliente, 'nuestros jefes, y hablar más de nuestras obligaciones y menos de derechos".
Esa necesidad de incrementar la productividad ha sido uno de los ejes centrales de su discurso: "Hay que volver a la ley de 'esto se saca trabajando'". Así, vinculó los beneficios obtenidos por la compañía a la búsqueda de ese factor. De hecho, Mercadona ha aumentado su productividad un 5 por ciento y ha reducido su absentismo hasta el 0,85%, aunque ha registrado una rotación de trabajadores del 4,3% que Roig achaca al "aumento del nivel de exigencia" para "tener una alta productividad" en todos los niveles de la compañía.
Aplicado a su empresa, afirmó que "si hay que bailar sevillanas para conseguir bajar los precios a nuestros clientes, bailaremos sevillanas". Aunque en todo momento ha recordado que no aceptará ninguna política si implica tener que rebajar "la seguridad alimenticia y la calidad".
ACUSA AL ABSENTIMO Y LA ECONOMÍA SUMERGIDA
El empresario valenciano señaló a la economía sumergida entre los problemas que lastran la recuperación de la economía española, "que alcanza el 17%" y, sobre todo, una tasa de absentismo superior al 6%, datos que se traducen en "18.000 millones de euros anuales tirados al contenedor de la basura, un 1,5% del PIB que se tira" porque "cada día un millón de españoles, pudiendo hacerlo, no van a trabajar".
El ejecutivo ha ejemplificado la cadena de supermercados como paradigma del buen ejercicio que podría extrapolarse al conjunto de la economía nacional. Estrategias como el fin de la gratuidad de las bolsas de plástico han sido decisiones "valientes, pero impopulares y molestas", según Roig. Este mismo tipo de políticas "impopulares", son las que el empresario ha alabado del Ejecutivo central y ha citado el caso de la reducción del límite de velocidad por autovía o las normas del AVE para conseguir cumplir horarios.
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