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La Sindicatura de Comptes se ampara en sus rígidos planes anuales ante el aluvión de críticas

JORDI FERRER. 23/04/2010

El informe de fiscalización de las cuentas de la Generalitat de 2008 no incluye ninguna de las empresas públicas supuestamente relacionadas con el caso ‘Gürtel’, a pesar de que en años anteriores se fiscalizaba por completo la actuación de entidades como la Agencia Valenciana de Turismo, hoy en el ojo del huracán

Rafael Vicente Queralt y Francisco Camps

VALENCIA(VP). El último informe de la Sindicatura de Comptes referido a las cuentas de la Generalitat de 2008 fue aprobado de forma unánime por los tres síndicos que integran su consejo, el Síndic Major Rafael Vicente Queralt (propuesto por el PP), Marcela Miró (también propuesta por el PP) y Antonio Mira-Perceval, propuesto por el PSPV.

Además, en el citado documento no se analiza con el máximo grado de detenimiento (hay tres previstos por la Sindicatura: control general, de algunas áreas y formal sobre la rendición de cuentas) determinadas empresas públicas supuestamente vinculadas a la trama ‘Gürtel’ como son la Agencia Valenciana de Turismo, Circuito del Motor y Promoción Deportiva o Vaersa, entre otras. 

Esta ausencia resulta sorprendente en pleno huracán ‘Gürtel’, pero ya no tanto si se observa la rigidez que lastra las actividades de la Sindicatura de Comptes y la creciente carga de trabajo que esta institución asume desde hace tres años.

De hecho, la Sindicatura está obligada a presentar sus planes de actuación del cada año por adelantado, es decir, que ha de anunciar las cuentas de qué empresas y entidades públicas van a ser auditadas.

INCREMENTO DESMESURADO DE TRABAJO

Además, desde hace tres años la Sindicatura debe auditar las cuentas de todo el sector público valenciano (SPV), con lo que la tarea se vuelve imposible.

“Dada la enorme amplitud actual del SPV y la también amplia variedad de tipos posibles de fiscalizaciones a realizar, así como la limitación de los recursos a disposición de la Sindicatura de Comptes, resulta evidente que es materialmente imposible realizar auditorías sobre la totalidad del SPV”, reconoce la propia Sindicatura en su programa anual para 2010 (sobre las cuentas de 2009).

El citado plan de actuación relativo a las cuentas de 2008 fue presentado en Les Corts, el año anterior, como es habitual, y no sufrió modificación alguna por parte de ninguno de los grupos. Es decir, que no se auditaron ciertas empresas públicas simplemente porque no estaba previsto en el plan de actuaciones que marca la actividad anual de la Sindicatura de Comptes.

El pleno de Les Corts pudo haber modificado este plan de actuación y nadie lo solicitó, tal y como recordó el síndic major el pasado mes de febrero en el parlamento autonómico. Aunque también es cierto que él tampoco consideraba oportuno investigar determinados temas que ya estaban siendo abordados por la jurisdicción penal, como igualmente dijo.

MIRAR HACIA OTRO LADO

“No se puede hacer como si no pasara nada, no se puede mirar hacia otro lado”, explica a VP la portavoz socialista en asuntos de Economía, Cristina Moreno, que además recuerda que “los propios planes anuales de la Sindicatura contemplan cierta flexibilidad para abordar precisamente este tipo de asuntos”.

“Hasta el año pasado se controlaban de forma completa empresas como la Agencia Valenciana de Turismo”, recuerda Moreno, quien además puntualiza que “no es habitual que la Sindicatura se salga de sus planes de trabajo, pero tampoco lo es que la policía judicial entre en las oficinas de la Agencia Valenciana de Turismo y se lleve los papeles”.

Otras fuentes cercanas a la Sindicatura recordaron que ha sido precisamente de esta institución de donde se nutren algunas informaciones comprometidas para el Consell, como un contrato de 60.000 euros con Vaersa o un denuncia sobre determinadas contrataciones realizadas con motivo de la visita del Papa a Valencia, que no se ajustaban a la Ley de Contratos.

“Vamos a incrementar el control sobre los contratos en la función pública, pero a nosotros no se nos puede acusar de nada”, insisten. “Tampoco vamos a modificar nuestros planes, no nos vamos a dejar llevar por la actual coyuntura política”, señalaron estas mismas fuentes.

LOS SÍNDICOS SE JUEGAN SU RENOVACIÓN

En todo este asunto hay otro factor a tener en cuenta y que también podría haber influido en la actividad de la Sindicatura, y es que a los tres integrantes de su consejo les queda apenas un mes de mandato al frente de esta institución y podría estar en juego su renovación.

Los síndicos son elegidos por una mayoría de tres quintos de los miembros de Les Corts por un periodo de seis años, mientras que el president designa, de entre los tres, al Sindic Major (Rafael Vicente Queralt), que ostenta el cargo por un periodo de tres años. Todos llevan desde el 24 de mayo de 2004 en el Consell de la Sindicatura de Comptes.

Algunas voces críticas con la actuación de la Sindicatura señalan a esta circunstancia como un de las posibles causas de que no se hayan auditado las cuentas de determinadas empresas. Para no “meterse en más jardines”, apuntan.

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