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VALENCIA. Para quienes nos quejamos de la ausencia de imaginación en la restauración valenciana, la aparición de un local como Deli-rant, a espaldas del Colegio del Patriarca, es un soplo de aire fresco. No es imaginación de lo que carecen los impulsores de esta iniciativa concebida como un espacio multiservicio: cafetería, bar de copas, restaurante y tienda de productos especializados. Así, junto a un comedor en la parte trasera convive con la que recae a la calle Creu Nova una barra para copas con algunas mesas y una tienda.

Entre los productos en venta destacan el té y, sobre todo, la cerveza. Dentro de los primeros, Deli-rant cuentan con un buen número de Kusmi Tea, una de las mejores marcas que hay en el mercado. Y dentro de las segundas, ofrece más de una docena, todas ellas de alta calidad y muchas sólo conocidas en el cada día más amplio grupo de amantes de la buena cerveza. Incluida la tan publicitada Inedit, en mi opinión muy inferior a la mayoría de las artesanas y, por desgracia, sin incluir la Moska Rossa gironina una de las más conseguidas, también, por supuesto en mi opinión. Todo ello dentro de un espacio dominado por una cuidada y lograda estética visible igualmente en la página web y que sin embargo sorprendentemente sólo ha sido trasladada en parte (lámparas y mesas) a un comedor mal insonorizado.

Tampoco falta imaginación a la hora de dar nombre de los platos de la carta formada por bloques (de picar, de ensalada o cuchara, de segundo y de postre) que, al mismo tiempo, conforman un menú de 30  euros. La intención, como se indica, es que sea un "menú sin sustos", para que las sorpresas sean en el plato y no en la cuenta. Y sin duda los nombres son imaginativos. Desde la ensalada valenciana de cuchara, al S3 (tres solomillos, tres sales, tres salsas), pasando por la crema catalana con torta del Casar o el falso nigiri sushi de Idiazábal ahumado y chipirón.

Esta imaginación, desbordada en ocasiones, no siempre guarda relación, sin embargo, con lo que uno espera de la factura de los platos a pesar de su conseguida presentación. El falso nigiri, con un arroz cataplasma, es un buen ejemplo. Y casi todo lo probado resulta mejorable. Porque detrás de tan sugestivos nombres lo que se sirve en demasiados casos es parecido a lo ofertado en otros locales. Con lo cual, puede acabar siendo la decepción la que domine la degustación.

Por el contrario, la carta de vinos, aunque corta es impecable y los precios también. Rasgo a destacar porque todavía el hecho sigue siendo una excepción. Como la amabilidad del servicio siempre presto a ayudar. Lo cual, no siendo las cervezas que ofrecen las habituales y los nombres de los platos tan imaginativos, también se agradece.

A pesar de su mejorable cocina, Deli-rant es un local a seguir en espera de su mejora. Porque si sus impulsores derrochan una cualidad tan escasa en la restauración de la ciudad de Valencia como es la imaginación ¿por qué no van a ser capaces de trasladarla con un poco de esfuerzo suplementario a la preparación de los platos?
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Deli-rant C/ Creu nova, 4, Valencia, Tél. 963 258 919
http://www.deli-rant.com/
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El blog de Joe. L. Montana