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La economía española bajó una décima en 2010 pero creció dos en el último trimestre

04/02/2011

El último boletín del Banco de España constata el inicio de la senda de "suave recuperación' de la economía doméstica

MADRID (VP/EP). La economía española cayó un 0,1% en el conjunto de 2010 por el efecto del "significativo retroceso" del PIB en 2009 (3,7%), según el último boletín del Banco de España, que mejora la previsión del Gobierno, que apuntaba inicialmente a una caída del 0,3% y que después fue corregida hasta un descenso del 0,2%.

Según la entidad gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, la economía española inició a lo largo de 2010 una senda de "suave recuperación", sometida a algunas oscilaciones como consecuencia del efecto que algunas medidas de naturaleza transitoria tuvieron sobre el perfil del gasto interno. A su parecer, el "débil avance" de 2010 contrasta con los registros "más elevados" de otros países de la zona euro, lo que pone de manifiesto el "mayor alcance" de la crisis en España y el impacto del proceso de ajuste en el crecimiento.

A pesar de la caída del 0,1% del año pasado, el Banco de España estima que la economía volvió a crecer un 0,2% en tasa interanual en el cuarto trimestre del año tras el estancamiento registrado entre julio y septiembre, lo que le permitió crecer a un ritmo del 0,6% en tasa interanual.

De cara al 2011, cree que las perspectivas aún dibujan un horizonte de recuperación "lenta" y "muy dependiente" del sector exterior, condicionada por el ajuste fiscal y el proceso de saneamiento del sector privado. Además, asegura que este escenario está sujeto a una "gran incertidumbre" y a los riesgos asociados a las tensiones en los mercados de deuda soberana, que si se prolongan, podrían propiciar un endurecimiento adicional de las condiciones de financiación y un deterioro de la confianza de los agentes.

En 2010, la demanda nacional cayó un 1,2% frente al descenso del 6% registrado en 2009 gracias al comportamiento "más favorable" del consumo de los hogares y de la inversión empresarial, que registraron tasas positivas de crecimiento. La demanda exterior neta, por su parte, mitigó el impacto de la contracción del gasto interno sobre la actividad, con una contribución positiva de 1 punto porcentual, inferior a la del año precedente, que fue de 2,7 puntos.

El consumo creció un 1,2% en 2010 frente al descenso del 4,2% del 2009 en un entorno de disminución de la renta disponible de las familias y de pérdida de poder adquisitivo por el aumento de la inflación. Por su parte, la riqueza también disminuyó, aunque con menor intensidad que en 2009, lo que hizo que la tasa de ahorro de los hogares cayera con intensidad a lo largo de 2010, hasta el 14,4% de la renta disponible.

La inversión residencial suavizó su tasa de descenso, hasta cerca del 18% frente al máximo del 45% alcanzado en el año 2007, lo que resulta compatible con cierta estabilización del 'stock' de viviendas sin vender en 2010. En este entorno, la deuda de los hogares tendió a desacelerarse en los últimos meses, lo que permite apuntar a una estabilización de la ratio de endeudamiento en el cuarto trimestre en niveles similares a los dos últimos años.

MEJORA LA INVERSIÓN

La puesta en marcha de proyectos de inversión por parte de las empresas experimentó también una recuperación en los últimos meses del año pasado localizada, sobre todo, en los bienes de equipo, con un crecimiento medio del entorno del 2% frente al descenso del 25% de 2009. Por el contrario, la inversión en otras construcciones se contrajo debido a la intensificación del proceso de consolidación fiscal en la obra pública.

En conjunto, el sector de sociedades no financieras aceleró el recurso al endeudamiento en el tramo final del año, aunque dentro de registros "muy moderados". Las ramas no vinculadas al mercado inmobiliario mostraron mayor dinamismo, lo que se extendió a las compañías de menor dimensión. Así, tanto la ratio de endeudamiento como, en mayor medida, la de la carga financiera habrían descendido durante el cuarto trimestre.

EL OBJETIVO DE DÉFICIT, "ALCANZABLE"

En cuanto a la actuación de las Administraciones Públicas en la última parte del año, el Banco de España asegura que estos meses estuvieron marcados por el efecto de las medidas de consolidación en marcha, lo que provocó que el consumo y la inversión pública redujeran su aportación a la actividad. En este contexto ve "alcanzable" el objetivo de déficit del 9,3%, gracias al margen que proporcionan los "favorables" resultados del Estado.

Respecto a los intercambios con el resto del mundo, la información disponible apunta a que la demanda exterior neta volvió a amortiguar el impacto de la contracción del gasto interno sobre la actividad en los últimos meses, con una aportación positiva de 1,3 puntos gracias, sobre todo, al repunte de las exportaciones que se beneficiaron de la recuperación del comercio mundial. El banco emisor cree que hay que profundizar en esta estrategia para hacer de este sector una fuente de crecimiento "más potente y estable".

En este contexto, las necesidades de financiación del país habrían seguido disminuyendo, aunque a menor ritmo que en otros trimestres por la factura energética sobre el saldo de los intercambios de bienes.

MÁS MODERACIÓN SALARIAL

Por el lado de la oferta, durante el cuarto trimestre se produjeron aumentos en el valor añadido de la industria y de los servicios de mercado, mientras que en la agricultura y, sobre todo, en la construcción, se observaron sendos descensos. En el conjunto del año, la reactivación basculó sobre las actividades manufactureras (1,4%) y los servicios de mercado (0,6%) frente a la intensificación de la caída del valor añadido de la construcción (-6,9%).

En conjunto, el "tímido avance" de la producción no fue suficiente para generar empleo neto que, según el Banco de España, continuó contrayéndose por décimo trimestre consecutivo, lastrado por la desfavorable evolución de la construcción, pero también por las dificultades de las otras actividades para crear puestos de trabajo.

En este contexto, los costes laborales continuaron su proceso de moderación en 2010 por la reducción de los salarios públicos, la ralentización de la remuneración por asalariado de la economía de mercado y el menor incremento de las tarifas negociadas por convenio. Según el banco emisor, resulta "imprescindible" que estas pautas de moderación salarial se prolonguen en los próximos trimestres, por lo que el proceso de negociación colectiva que se inicia debe considerar el carácter temporal de los últimos repuntes de la inflación.

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