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VALENCIA. El último dato del paro registrado de la Comunitat Valenciana ha supuesto un nuevo golpe para su economía. A pesar de que la Generalitat afirmó ayer que los valencianos deben ser optimistas porque la autonomía está "en una línea de recuperación", lo cierto es que el desempleo aumentó en 12.485 personas. Además, de los 93.141 contratos que se registraron, el 91% fueron de carácter temporal, una realidad que la reforma laboral quería atajar como uno de sus principales objetivos.

Según los datos de enero de los Servicios Públicos de Empleo de la Comunitat, el número de desempleados alcanzó los 513.800, un 2,49% más respecto al último dato de diciembre de 2010. Este incremento, que sobre todo afectó a los profesionales del sector servicios, convierte a la valenciana en la tercera autonomía donde más subió el paro por detrás de Cataluña y Andalucía, según las estadísticas del Ministerio de Trabajo e Inmigración. En el conjunto de España, el desempleo aumentó en 130.930 personas, un 3,1% más situando la cifra total en 4.231.003 parados.

La provincia de Castellón fue la más afectadas de las tres. Mientras que en ésta el paro aumentó un 3,21% (1.847 personas), en Valencia lo hizo un 3,07% (7.369 parados) y en Alicante un 1,6% (3.269 desempleados).

EN CASTELLÓ, EL 30% DE LOS PARADOS SON INMIGRANTES

Enrique Domínguez, economista y jefe de estudios económicos de la Cámara de Comercio de Castellón, considera que el dato del desempleo es preocupante a la vez que aclara que el mes de enero "es habitualmente uno de los más críticos aun en épocas de bonanza".

Este año, las heladas del campo, la poca actividad agraria y la escasa aunque creciente demanda del mercado internacional han desembocado en el incremento del número de desempleados valencianos. En las estadísticas elaboradas por la Cámara castellonense desde mediados de la década de los noventa se aprecia esta conclusión en la mayoría de los primeros meses del año.

Otro de los datos que según Domínguez es reseñable es la cantidad de parados inmigrantes que acumula su provincia. Mientras que en Valencia y Alicante el porcentaje de parados extranjeros es de 13,5% y 16% respectivamente, en Castellón la cifra se duplica hasta el 29,4% por el empuje que tuvo la construcción antes de que explotara la burbuja inmobiliaria. Este dato, según Domínguez, puede estimular la tensión.

DESASTRE EN EL SECTOR SERVICIOS

"De nuevo, los datos son negativos y queda manifiesto que es necesario y urgente tomar medidas ante la pérdida de protección de los trabajadores. Un tercio de los parados valencianos está cobrando el paro, otro el subsidio y el resto ya no tiene ningún ingreso. Esto significa que dos tercios de los desempleados de la Comunitat están rozando el umbral de la pobreza", explica Josep Tomás, secretario de empleo de CC OO-PV.

El sector más malparado no fue, sin embargo, el de la construcción, que experimentó una bajada de 89 personas. El de los servicios en cambio acaparó casi la totalidad de desempleados hasta suponer el 91% de los nuevos parados de la Comunitat, en concreto, 10.860. Asimismo, de la agricultura desaparecieron 1.039 trabajadores y de la industria 963.

Según Tomás, quien dice no querer "ser profeta" pero que los datos negativos seguirán llegando con el transcurrir de los meses, el hecho de que el sector de los servicios haya sido el más perjudicado solo significa una cosa: "El modelo productivo de la Comunitat no es válido". Tampoco los planes para reactivar la actividad en los municipios, como el 'Confianza' de la Generalitat o el 'E' del Gobierno. "La reflexión es que vamos a salir de la crisis, pero en qué condiciones y en qué situación. Si un enfermo pasa 40 de fiebre a 39,5 no significa que esté curado, sigue estando enfermo".

En cuanto a los contratos, ha pasado justo lo contrario de lo que pretendía el Gobierno con la reforma laboral, es decir, fomentar la contratación estable. Además de que el número de acuerdos laborales descendió un 11,59% respecto a enero de 2010, casi todos fueron temporales. De los 93.141 contratos que se firmaron, solo 9.204 fueron indefinidos y 83.937 estacionales.

"El problema de la Comunitat Valenciana es la formación y el nivel de educación. Tenemos problemas para reciclar a la gente y que se pueda incorporar en otros puestos de trabajo", explica Domínguez. El economista cree que una vez los países europeos se recuperen, en un plazo de seis u ocho meses, la tendencia pasará a ser más positiva.