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Un estudio de Joaquín Maudos y Santiago Carbó pone de relieve la gravedad de la crisis del sector financiero español

16/04/2010

El estudio subraya la escasa transparencia del sector frente a situaciones existente en otras economías. En sus propias palabras, "la reforma del sector bancario español atañe a todas las entidades y procede de un problema inmobiliario y de deterioro de activos generalizado; y en algunos casos, en falta de diligencia en la gestión

-El informe completo

VALENCIAPLAZA.COM Mientras no se solucionen los múltiples problemas del propio sector financiero  (deterioro de activos, falta de liquidez, morosidad, solvencia, acceso a financiación exterior, ...) no cabe esperar que en España se moderen las dificultades de financiación a las que se enfrentan el conjunto del sector privado; esto es, las miles de empresas y familias que pretendan recurrir a  la financiación externa para realizar sus actividades.

Esta es una de las múltiples conclusiones del sólido trabajo "Diez interrogantes del sector bancario español" del que son autores Joaquín Maudos (a la izquierda de estas líneas) y Santiago Carbón (más abajo), dos de los más reconocidos expertos en el sector financiero en España, ambos colaboradores de Valenciaplaza.com. El primero es profesor de la Universidad de Valencia e investigador del IVIE y el segundo, catedrático de la Universidad de Granada y asesor de la Reserva Federal de Estados Unidos.

 

Una financiación escasa

Así, según indican los dos profesores a partir de la encuesta semestral que elabora el Banco Central Europeo en el informe de febrero de 2010 (segundo semestre de 2009), casi la mitad (48%) de las empresas españolas han detectado un endurecimiento de las condiciones crediticias frente a una media en la eurozona de un 32% que sólo alcanza el 14% en Francia y el 15% en Alemania.

Por su parte, el 25% de las Pymes españolas vieron rechazadas sus peticiones de financiación bancaria en ese período semestral frente a una proporción media en la eurozona del 18% con un 7% en el caso de Francia y un 15% en Alemania.

Aunque el artículo no lo menciona, el porcentaje de rechazos español es el más elevado del conjunto de la zona euro tanto para el primero como para el segundo semestre del 2009. La proporción de empresas de estas características que consiguió la totalidad de la financiación solicitada no alcanza a mitad de las solicitudes (44%) cuando en Francia el porcentaje es del 80% y la media de la eurozona se sitúa en el 56%.

Un problema de bancos y cajas
Junto a este aspecto, en su artículo Carbó y Maudós repasan los principales retos a los que se enfrenta el conjunto del sector financiero español, como su magnitud que consideran sólo vinculada al crédito promotor aunque sea una pieza fundamental, poniendo de relieve que no son sólo las cajas de ahorro las que se enfrentan a dificultades sustanciales para reorientar su modelo de negocio tras el boom del sector inmobiliario.

En su opinión, la crisis es generalizada aunque los datos medios deben ser interpretados con mucha cautela al esconder situaciones específicas muy diferentes. Pero el texto señala taxativamente que "la crisis económico-financiera afecta al conjunto del sector bancario" de forma que la mayor parte de "los interrogantes y desafíos que se plantean afectan tanto a cajas, como a bancos y cooperativas de crédito".

De hecho, los autores señalan que no es descartable que en 2010 se produzca un aumento acelerado de la morosidad en los préstamos personales y comerciales, de escasas garantías colaterales, cuya importancia es superior en bancos que en cajas de ahorro.

Transparencia mejorable
Igualmente, el estudio subraya la escasa transparencia del sector frente a situaciones existente en otras economías. En sus propias palabras, "la reforma del sector bancario español atañe a todas las entidades y procede de un problema inmobiliario y de deterioro de activos generalizado y en algunos casos, en falta de diligencia en la gestión.

La resolución de esta cuestión en los próximos meses es prioritaria. Pero a su vez añaden que sería conveniente aumentar la transparencia dado que, en su opinión, "si la transparencia informativa hubiera sido mayor, es posible que los analistas (incluyendo los académicos) hubieran alertado mucho antes de los problemas del sector".

Como ejemplo, señalan los call reports de la FDIC estadounidense que contienen mucha más información sobre la situación patrimonial de las sociedades financieras. Al diagnóstico del artículo en este punto, se le puede objetar que, a pesar de ello y como es bien conocido, Estados Unidos no ha evitado una grave crisis financiera que ha exigido un ingente ayuda por parte del sector público.

¿Estrategia idónea del Banco de España?
En la parte final de su prolijo informe, ambos especialistas se preguntan acerca de la idoneidad de la estrategia seguida en España para hacer frente a los problemas respecto a las más drásticas aplicadas en otros países como Estados Unidos, Reino Unido o Alemania. Y si el regulador, el Banco de España, cuenta con los instrumentos adecuados para hacer frente a los problemas.

Respecto a la primera cuestión, en esos países y sin negar el coste para el contribuyente de inyectar directamente fondos públicos en las entidades, los autores parecen valorar más el efecto positivo de esta intervención al eliminar la incertidumbre sobre la solvencia de las entidades que quedó superada rápidamente.

 

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