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VALENCIA (VP). Con la inflación ya en el 3% y unas perspectivas nada halagüeñas, los pequeños ahorradores deben de estudiar bien sus futuras inversiones porque cualquier rentabilidad que se obtenga por debajo del IPC resultará baldía. Por tanto, hay que analizar con detalle las múltiples opciones (acciones, bonos, fondos de inversión, depósitos a plazo fijo, materias primas, divisas...), con el fin de sortear el siempre complicado escenario inflacionista.

Y, sobre todo, tener en cuenta que siempre hay que diversificar y llevar a la máxima expresión el viejo axioma de "no poner todos los huevos en la misma cesta". No sólo se trata de diversificar por tipos de activos sino también a la hora de comprar porque el inversor tiene que tener claro que no debe verse obligado a invertir todo su patrimonio al principio.

Por tanto, el asesoramiento resulta determinante a la hora de dar el paso de invertir y nunca dejarse llevar por los cantos de sirena que ofrecen altas rentabilidades porque nadie olvide que a mayor rentabilidad, mayor riesgo.

Imaginemos a un inversor con 100.000 euros dispuesto a rentabilizar su dinero a través de los diferentes activos, es decir, desde la renta variable hasta la renta fija -incluyendo aquí los depósitos bancarios- pasando por los fondos de inversión. ¿Cuál sería la mejor opción para sacar partido a dicha inversión?

En primer lugar, tal y como han ido apuntando los brokers entrevistados en los primeros días de 2011 en este diario, la bolsa cuenta con grandes posibilidades este año para ser uno de los activos estrella. Pero conviene tener claro que dentro del principal mercado español de valores, es decir, el Mercado Continuo, conviven unas 140 compañías, por lo que hay que tener en cuenta una serie de variables para acertar en la elección aunque los expertos consultados por este diario conciden en una: la rentabilidad por dividendo.

Bolsas y Mercados Españoles (BME), que supera el 10%, Criteria (+8,2%), Duro Felguera (+8,1%), Dinamia (+7,8%), FCC (+7,4%), Telefónica (+7,3%) y Santander (+7,1%), según los datos de Bloomberg, son las cotizadas nacionales que mejores ratios ofrecen en este sentido. Pero no las únicas que logran ofrecer un tipo superior al de la inflación, puesto que en total son más de una treintena las que actualmente presentan una rentabilidad por dividendo por encima del 3%.

Las posibilidades de invertir en renta fija también son amplias: desde la deuda corporativa hasta la gubernamental o soberana, pasando por las emisiones del Tesoro Público e incluso por las que realizan las propias administraciones autonómicas. Unos activos de ahorro e inversión que de un tiempo a esta parte están despertando un mayor interés entre los clientes finales ante la subida de las rentabilidades.

A LA ESPERA DE NUEVOS 'BONOS PATRIOTAS'

A nadie se le escapa que la desconfianza de los inversores extranjeros a la hora de comprar deuda española está provocando un aumento de la prima de riesgo, lo que se plasma en mayores rentabilidades de las que no sólo se están aprovechando los inversores de fuera sino también los nacionales y, entre ellos, los pequeños.

Así, el Tesoro Público ofrece a día de hoy el 3,45% por sus Letras a doce años, una rentabilidad inferior al que ofrecerá este próximo miércoles cuando celebre su próxima subasta. Por su parte, la Generalitat Valenciana paga por sus pagarés a doce meses una rentabilidad muy similar (3,50%), que también irá en aumento con el paso de los meses si las condiciones macroeconómicas no mejoran.

En ambos casos se trata de remuneraciones inferiores a las colocaciones para minoristas de los llamados 'bonos patriotas' que a final de año realizaron los gobiernos autonómicos de Cataluña y Valencia (4,75%). Unas emisiones que todo apunta a que se volverán a repetir durante 2011, además con tipos más altos dada la coyuntura actual.

"No tengo la menor duda de que no sólo estas comunidades van a emitir deuda a particulares sino que también lo harán otras como la vasca y la madrieña principalmente, dadas sus acuciantes necesidades de liquidez", advierten desde el departamento de banca privada de una entidad valenciana.

Por su parte, la deuda corporativa, es decir, la que emiten las empresas, (pagarés, bonos y obligaciones) también ofrece amplias y variadas posibilidades. Además, el apetito inversor por estos activos se ha disparado hasta el punto que la negociación en el mercado español de deuda corporativa registró el pasado año un récord histórico, con más de 3,65 billones de euros.

¡OJO CON LA LETRA PEQUEÑA DE LOS DEPÓSITOS BANCARIOS!

Sin embargo, y al margen de emisiones puntuales, los plazos a un año no ofrecen rentabilidades por encima del 3%, por lo que mejor decantarse entrar en estos activos de deuda a través de los fondos de inversión donde el minorista encontrará un amplio abanico de posibilidades. Y ya no solo de renta fija sino también de cualquier activo de inversión porque, tal y como advierten los expertos, dan la posibilidad al ahorrador de ampliar el 'tiro inversor' y reducir los riesgos.

Los analistas de Ahorro Corporación prevén que los fondos alcancen una rentabilidad media del 5,1%, muy superior a la registrada en 2010 -uno de los peores años de toda su historia-, que fue del 0,5%, como consecuencia de la recuperación que experimentarán las bolsas y porque los mercados favorecerán la contención de los reembolsos.

Pero, sin duda, entre los productos estrella para los minoristas aparecen los depósitos bancarios, donde se están llegando a pagar remuneraciones anuales por encima e incluso del 7%, pero  deben tenerse en cuenta que muchos de ellos 'obligan' al cliente a domiciliar la nómina, contratar un seguro, aportar a un plan de pensiones, tarjetas de crédito... Como también más de uno 'esconde' en la letra pequeña cláusulas de permanencia más allá del año. Pero lo cierto es que varios son los bancos y cajas que ofrecen tipos por encima del 4% por ser un nuevo cliente.

Resumiendo: diversificar, asesorarse bien, no dejarse seducir por las altas rentabilidades y batir a la inflación son determinantes a la hora de invertir. Para este año y para ejercicios venideros. De la combinación de tales factores está la clave del éxito.