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VALENCIA. El viernes pasado visitó el señor presidente la consulta de su médico de cabecera (ya se pueden imaginar). El convaleciente presidente de la Fundación VCF, preguntaba temeroso ¿qué tengo doctor? "Un problema, señor Piles, un problema", contestaba el afamado "matasanos". Y los síntomas, continuaba diciendo, no dejan lugar a la duda: aflicción, angustia, desespero, exasperación, impaciencia...

El tratamiento. Pero doctor, ¿tiene cura?: "No" (rotundo). Yo, personalmente, le recomendaría al señor Piles una segunda opinión, tan de moda hoy en día. Quizá sí exista un tratamiento de choque para paliar esos terribles síntomas de soledad. Confíe en otro médico y consulte, no lo dude, con un psicólogo (hay muchos dispuestos a ofrecerse para su cura) que le pueda hacer entender.

Este lunes comparecía en rueda de prensa el máximo propietario del Valencia CF SAD, a la sazón el señor Piles como máximo representante, para dar cumplida cuenta y razón, como gusta decir a los auditores, del inicio de la campaña de recolocación de acciones. "Passa a l´Acció. Per un Valencia mes teu. Fes-te accionista". Una llamada agónica de salvamento de una institución llamada a jugar otro papel en la familia valencianista y que por mor de las circunstancias y acontecimientos ha devenido en perverso juez y parte.

El rostro desencajado, no es para menos. El señor Piles sabe que 2,5 millones de euros no son solución, ni para los intereses de ese megacrédito del cooperador necesario. Un exservidor de lo público ahora metido a agente comercial. De dónde venimos y a dónde vamos. Espeluznante. Y para más INRI, la asociación de accionistas, presidida magistralmente por el señor Vallés, le arrea otro bofetón al señor Piles. "No proporcionaremos asistencia a la Fundación VCF" en este hemorragia de despropósitos.

Los argumentos de la APAVCF, incuestionables. Un encarecimiento injustificado de 8,42 euros (cercano al 20%) del precio de venta (56,50 euros) de las acciones del Valencia CF SAD respecto del precio marcado en la ampliación (48,08 euros). ¿A quien quieren ustedes pagarle la fiesta? Un procedimiento de venta de acciones diseñado de espaldas de los aficionados ches y a la propia Comisión Nacional del Mercado de Valores, con la aquiescencia de la propia entidad de crédito comercializadora de las acciones, a la postre principal acreedora del club.

No me olvido de "Nou Valencia". Las propuestas que subyacen en su alternativa no han visto la luz, solo sus denuncias. Ánimo.

Lo curioso, a mi juicio, es observar ese irremediable descrédito profesional y personal sin punto de retorno, que son capaces de soportar algunas personas, quizá solo por el propio ego personal de ocupar un cargo a la altura del propio president.

Señor Piles, ¿y cual será el próximo desatino? ¿a dónde llevan a esta sociedad?, a sus seguidores, a sus accionistas minoritarios... ¿a dónde? Van a acabar arrastrando a los poderes públicos. ¿Ya lo saben?

Dé un paso al frente. No pongas excusas del tipo que la CNMV no admite el plan económico en un folleto de oferta pública de venta. Hay alternativas. Sus asesores las conocen y ustedes también. Yo les propongo para salvar la incomodidad de la luz y los taquígrafos de la CNMV.

Vayan a la Bolsa de Valencia. Preparen los papeles de admisión a cotización en el Mercado Alternativo Bursátil para empresas en expansión. No es necesario que en este acto vendan ni una sola acción. Solo admitan a cotización las acciones. Hasta este punto no habrá cambiado mucho la situación. La CNMV no pinta nada en esto. No le pedirán nada.

Una vez admitidas ya tienen carta libre para vender las acciones en el mercado. Es así como se están realizando las colocaciones en el MAB. Restringida a inversores cualificados, que no necesita del registro de un folleto informativo en la CNMV, ni de emisión (si no hay nuevas acciones), ni de admisión (si no se admiten a cotización en una Bolsa Oficial). Y problema resuelto.

Es necesario que ustedes acaben con este bochorno y planteen una democratización acorde con su propia responsabilidad social e interés social. Créanselo, convoquen a las partes interesadas, y tomen decisiones acertadas. Se lo agradeceremos eternamente.

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