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Vicente Blasco: "El Rey nos dijo una vez que los dirigentes valencianos éramos siempre los mismos"

PEDRO MUELAS / Foto EVA MAÑEZ. 20/12/2010

El empresario Vicente Blasco Infante se ha dedicado al negocio del turismo toda su vida. Ahora lamenta la falta de cohesión del empresariado valenciano, de la desunión entre las Administraciones y de la ausencia de espíritu crítico en los ciudadanos hacia la corrupción, pero tiene fe en el AVE. Opina sobre los dirigentes empresariales y reclama un acuerdo inmediato para poner en marcha la Marina Juan Carlos I. Se muestra escéptico con un parque Ferrari en Valencia

EL GRANO
-"El Rey nos dijo a los empresarios: "Aquí sois siempre los mismos"

-"En el conflicto de la dársena veo poca generosidad y mucho protagonismo en alguna persona"

-"El turismo siempre ha sido el hermano pobre de los ministerios de España"

-"En la CV siempre ha habido un cambio excesivo de  dirigentes políticos del turismo"

-"La nueva generación de líderes empresariales es más independiente del poder político"

-"Fitur era la entrada más fácil para la trama Gürtel"

-"Pons lo ha hecho bastante bien. De Ferrando no voy a decir que se vaya, ese es su problema. González ha renovado la CEV y Morata ha empezado con mal pie"

EL GRANERO
Al igual que hay hombre del tiempo, hay hombre del turismo. Y ese es Vicente Blasco Infante (Valencia, 1935). Sale en los telediarios valencianos casi tantas veces como Camps cuando se acercan los puentes festivos, las vacaciones, las navidades, o hay una huelga de controladores. Lo mejor de Vicente Blasco no es su veteranía en el sector y en las lides del asociacionismo empresarial, es que su memoria le permite revivir una trayectoria vinculada a la sociedad y la economía valencianas desde que alcanzara su primera proyección pública como asesor y secretario del alcalde Pérez Casado. Atento observador de la vida política, tiene tantos años y tanta experiencia que ya no es de ni de partidos, ni de nadie sino de él mismo y de su sector en cuya defensa lleva 25 años y por la cual ha acumulado una serie innumerables de cargos... el más suyo el de presidente de la Asociación Empresarial Valenciana de Agencias de Viaje.


-¿Llega a tiempo o llega tarde el AVE?
-Tenía que haber llegado antes, pero bienvenido sea. Como decía Tierno Galván: mirar para atrás produce tortícolis.

-Se han leído cálculos de todo tipo sobre el impacto que va a tener.
-A Valencia le produce dos beneficios: para el propio ciudadano valenciano y por el turismo receptivo, porque el de sol y playa seguirá exactamente igual utilizando el automóvil. Estamos trabajando para que el turismo internacional de gira por Europa que recala en Madrid una semana compre una excursión de un día a Valencia. Le ofrecemos no sólo el transporte sino productos que tiene la CV y la ciudad como es el Bioparc, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, la Marina, o la visita de la ciudad. A eso se le añade también la posibilidad de alojarse una noche en Valencia o dos, con lo que entraría el turismo de interior.

-¿Cuánto crecerá el turismo?
-Habrá un trasvase del avión al AVE, la gente del Alaris, también, y posiblemente alguno del automóvil cuando vaya solo el conductor. Puede ser de un incremento de un 5 o un 6%. Valencia recibe en torno a 1,8 millones de turistas, con lo que un porcentaje como el que digo podemos hablar de unos 100.000.

-La reducción del tiempo es un salto cualitativo, quita la pereza de coger el tren.
-Es la gran comodidad, que antes te lo hacías en tres horas y media, tenías que salir a las siete de la mañana y allá a las once y media empezabas a trabajar y a las seis de la tarde tenías que coger el tren para volverte. Yo dije al principio que uno de los slogans podría ser Valencia, mar de Madrid. No Puerto de Madrid, que eso es otra historia. No son contradictorios, cuidado. La Marina Juan Carlos I es perfectamente vendible.

-Antes hablaba de la dársena pero allí el conflicto entre la Generalitat Valenciana y el Gobierno es constante, ¿qué opina de ello?
-Yo lo veo que hay que solucionarlo antes de mayo. Hay que solucionarlo.

-¿En quién carga las culpas?
-En todos. No salvo a nadie en ese aspecto. Ha faltado -y no quiero entrar en el asunto político- buena voluntad y entendimiento y excesivo protagonismo por parte de algunas personas.

-Pero le veo muy optimista con la dársena de la ciudad.
-Es que yo soy "gragüero", del Grao. Pero estamos perdiendo una gran oportunidad no sólo para los turistas sino para los propios valencianos. No sé quién es el culpable pero ahí la sociedad civil demandará este asunto porque hemos hecho una inversión muy fuerte.

-¿Eso es lo mejor que nos ha dejado la Copa del América?
-La Copa ha dejado dos cosas: una, la dársena. Yo leía el otro día que había que cargarse las bases de los equipos. No sé cómo son esos edificios, pero si la calidad de los materiales empleados es buena, hay que reconvertirlos en algo para uso civil. Y otra, la publicidad que ha dado de Valencia. Yo he visto en Nueva York: "España, Valencia, Copa del América". Pero luego tienes que mantener una dinámica. Porque todo eso tiene un tiempo y tú tienes que añadir productos. Hoy en día se viaja por productos turísticos. Ya no vas a una ciudad sólo porque está la torre Eiffel. Vas a donde sea porque aparte sabes que hay espectáculos o que han abierto un parque de no sé qué... y Valencia en este momento está bien de productos turísticos.

-¿Es partidario de una marca Valencia o una marca Mediterránea?
-Si. Esto se puede contar ahora. Me acuerdo que me encontré de pronto con la marca Mediterránea que salió en el periódico y un compañero sacó una columna en la prensa en la que ponía verde el asunto. Y todo era porque la estrategia que se había hecho era deplorable. Porque eso se hizo siendo García Reche conseller de Turismo con Lerma y Eduardo Fayos, que ahora está en la OMT, fue quien en la feria de Berlín lanzó la marca y nadie sabíamos de qué iba la fiesta. Hubo enfrentamiento político y con algún municipio alicantino. Fíjese si es curioso porque al cabo de los años, en un libro blanco sobre el turismo, la Cámara de Comercio de Alicante proponía Mediterránea.

-Fallaron las formas.
-No se tuvo en cuenta al empresario turístico, como muchas veces ocurre. Hay que consultar con el sector serio que no se mete en festivales políticos. Y si el sector te apoya y te dice eso va bien, adelante.

-Por ejemplo el parque temático de Ferrari. ¿Les han consultado algo a ustedes?
-No, sabemos lo que dicen los medios. Parece que va a ser una iniciativa privada y si eso es así se lo pensarán bien antes tal como están los parques temáticos en todo el mundo. Creo que Disneyland-París sigue perdiendo dinero. Terra Mítica, igual.

-¿Y cómo lo ve?
-No tengo suficiente información. Lo primero que haría sería un estudio de mercado y contemplar cuánto arrastra en Italia o en Abu Dhabi, qué tipo de cliente, qué segmento tiene que pueda tener Valencia... Y luego no se trata sólo de hacerlo sino de mantenerlo. Los parques necesitan renovar atracciones constantemente. Yo por el momento no lo veo.

-Cuando empezaron ustedes a hablar de cruceros en Valencia nadie se lo creía.
-El turismo se ha democratizado. El producto de cruceros ha sido y aún sigue siendo novedoso. Hace unos años eran una cosa selectiva, donde los precios eran altos, donde la gente iba con sus smokings y las señoras con sus joyas y hoy en día eso ya no vale. Poner los precios tan bajos hace que luego las excursiones sean carísimas: un 50 o un 100% más que en el mercado. Y eso viene por los precios tan bajos a los que se ven forzados ante el gran número de barcos que se construye cada año.

-Sería como Ryan Air que atrae mucha gente a Valencia, ¿no? ¿Pero qué clase de turismo?
-Trae mucha gente, pero tendríamos que ver el nivel del gasto de ese turismo. Pero eso nadie me lo cuenta. Y cuidado: cuando digo eso no es que sea selectivo. Pero un detalle que no sabe la gente: Ryan Air está radicada en Irlanda. El impuesto de sociedades es de un 12% cuando en España es de más del 30%.

-¿El convenio de la Generalitat se lo hubiera dado antes a Air Nostrum, una empresa valenciana?
-Por ser valenciana, no. Pero, si están en igualdad de condiciones, se lo doy a una empresa valenciana. Pero la baja temeraria no se debería aceptar. ¿Entiende que se pueda bajar de 800.000 euros a 100.000? ¿De dónde se van a sacar los ingresos? Pues de otras vías.

-¿Cuántos viajes de políticos ha organizado?
-He organizado viajes a Lerma, Zaplana, Olivas y a Camps al principio. Yo tengo -sonríe - el honor de haber visto todas las actuaciones del contrato de Julio Iglesias.

-O sea, da fe de que, al menos, las actuaciones existieron.
-Existieron.

-¿Cuál ha sido el más caprichoso de los presidentes?
-El más puntilloso era Zaplana, más detallista. Así como Lerma en ese aspecto dejaba hacer y había que decirle "oye que necesitas una habitación mejor por si tienes que recibir a alguien" y el te decía "no yo con una cama..." En cambio, Eduardo eso lo cuidaba más.

-Habrá visto de todo. ¿Algún secreto que se pueda contar con el paso del tiempo?
-Secretillo de tipo personal. Pero secretos importantes, no. Yo no participé en ninguno. Juerguecitas sí que hubo pero yo no formaba parte del elenco.

-¿Qué gobiernos han estado más atentos al sector?
-A nivel nacional, Gómez Navarro, y eso era normal porque procede del mundo del turismo. Ahora tenemos a Antoni Bernabé en Turespaña que está trabajando bien y está bien considerado por los ponentes políticos. El turismo siempre ha sido el hermano pobre de los ministerios de España. Pocas veces ha habido un Ministerio de Turismo-Turismo. En muchos países turísticos tienen un ministerio y aquí es del 11 al 13% del PIB. Siempre he visto buena voluntad. Pero es que ha habido excesivo cambio en los dirigentes del turismo en la CV. Llevo doce consellers o similares a las espaldas. Empezó con Ruiz Jarabo, de AP. Cambian muchos los consellers y estos cambian a los equipos directivos y necesitan un año para aterrizar, después un par de años de actividad y el cuarto año hay que preparar las elecciones. No es lógico.

-Eso sí, todo con buena voluntad...
-¿Voluntad? Si. Hay gente que confía más en el empresariado, aunque en el empresariado valenciano cada uno va por su lado, la cohesión empresarial tampoco existe, no se crea que esto es un lobby. De lobby nada. Ni lobby, ni lobitos.

-Pero no sólo en turismo.
-En general se está produciendo un relevo generacional en la cúpula empresarial y está llegando gente más formada y no le quito mérito a los que estaban. Porque ha habido gente que prácticamente  no ha tenido formación y ha sido Arturo Virosque quien ha hecho grandes cosas y como Arturo hay otros. Ese es el empresario que se ha hecho a sí mismo y luego ha trasladado su conocimiento a las organizaciones empresariales. Pero, y soy el primero en decirlo, nos hemos perpetuado en los puestos. Ya sabe lo que pasó con el Rey en Valencia cuando recibió al comité ejecutivo de la Cámara, al de la CEV, al de la Feria, al del Puerto y algunos más y al tercero dijo: "Aquí siempre sois los mismos".

-Y además mucho cargo en una sola persona.
-La acumulación de cargos tampoco es buena.

-¿A la nueva generación la ve más independiente?
-Del poder político en general, sí. Tiene más criterio y está más decidida a que lo empresarial sea lo empresarial. No debe existir dependencia. Las relaciones políticas pueden existir, y también las buenas relaciones con quien manda y con quien está en la oposición, pero la labor del empresario no se ha de politizar.

-¿Qué piensa de Francisco Pons?
-Es bueno. Lo ha hecho bastante bien. Es que tiene que ser muy difícil ser líder empresarial de ese nivel... tiene que ser difícil.

- ¿Y de Rafael Ferrando?
-Hombre, no voy a decir que Ferrando se retire porque es un problema de él. Ha hecho una labor difícil de ser un presidente que aúne a las tres provincias. Porque el problema que planteaba Zaplana de la falta de unidad sigue existiendo. A veces Valencia es demasiado centralista y a veces Alicante no participa.

-Y de José Vicente González?
-Para mí es un buen dirigente. La CEV la ha movido y ha cogido a gente de nuevas generaciones. Y con los dinosaurios como yo ha creado un órgano para que compartamos nuestras opiniones.

-¿Le ve desparpajo con el Consell?
-Si. Lo que pasa es que es difícil. Meterse con un gobierno es difícil. Tienes que trabajar con un colectivo en el que hay gente de distintas tendencias. Tienes que buscar el equilibrio de ser lo más neutro posible, salvo que lo aprueben los comité directivos.

-¿Y a Morata, que es el último en llegar?
-Ha entrado con mucha ilusión, mucha fuerza. Pero ha entrado con mal pie, porque ha sido un gran revés eliminar la obligatoriedad de las cuotas. Pero claro yo me temo que eso se va a arreglar con subvenciones o ayudas de los gobiernos autonómicos y eso será un error. Y en ese momento ya me contará qué va a ocurrir.

-Sigue creyendo en las ferias de turismo?
-En la valenciana vamos a abrir nuevos caminos con outlets, workshops, y otras modalidades para darle vida profesional. Vamos a intentar revitalizarla para que tenga al menos retorno.

-¿Y en Fitur?
-Llevan razón incluso los radicales cuando hablan de feria de vanidades pero también los que dicen que hay que estar. Yo estuve en la fundación. Se creó en el despacho de Ignacio Aguirre, el tío de Esperanza. Éramos tres. Se creó con una mentalidad y luego fue convirtiéndose en un show. Tiene un problema y es que la oferta turística está atomizada y los intereses políticos se cruzan. Es un gasto a veces excesivo.

-¿Es casualidad que el mayor contrato de la trama Gürtel en Valencia sea el pabellón para Fitur?
-Era el sitio con más facilidad para llegar, donde se hacen pabellones, donde las autonomías van a lucir el garbo y el tipo. Porque al ser unos pabellones hay menos gente que se presenta, menos posibilidades de recurrir. Aunque habrá que demostrar jurídicamente el tema.

-Ha dañado la imagen del sector.
-Mire, beneficio no ha producido. Pero más que la imagen del sector es que estamos llegando a una situación en la cual da todo igual. Aunque estoy vacunado contra todo lo que más me molesta es el insulto a la inteligencia. Hace años tenías que irte a las hemerotecas o te acordabas de algo de lo que había dicho alguien, ahora no, ahora le das al botoncito y a ver qué dijo. Y ves contradicciones día sí y día, no. Y eso no es bueno. Y que los políticos pierdan la credibilidad y que se deje de creer en ellos, tampoco es bueno.

-Sin embargo las encuestas le dan ganador al PP con mucha ventaja.
-Es lo que yo no entiendo. ¿La gente no se entera o es igual que choricemos aquí? Hombre tú tienes la presunción de inocencia, pero ha habido casos demostrados y no hablo de los que están ahora sub judice. La gente no quiere participar excepto en los partidos que tienen poder y al tener poder tienen lo que se llamaba antes el pesebre.

-Aquello fue de la época del PSOE. ¿Cómo ve al PSPV, a Alarte?
-No sé, no tengo ninguna confianza, no lo conozco de nada. Pero el problema no es eso porque en este momento pongas a quien pongas el PSOE no tiene posibilidades. Han equivocado el discurso o lo que sea. El PSOE está bajo mínimos a nivel autonómico y municipal. Y me sabe mal por Calabuig.

-¿Y cuál es su problema... las familias, qué?
-Bueno, eso de las familias se las trae. Que estemos hablando todavía de lermistas y ciscaristas... eso es la prehistoria. Pero, mire, cuando yo estaba en el PSOE las agrupaciones con su cuota de poder se ponían a hacer listas de concejales y en lugar de pensar en quien es el más preparado, con más conocimiento, sólo se pensaba en los apoyos partidistas. Lo mejor que puede pasar es que ahora pierda y comiencen la renovación pensando para dentro de cuatro u ocho años.

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