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VALENCIA. Como ya he recordado alguna vez, todos los accionistas del Valencia CF SAD tienen nombre y apellidos. Y no crean que ésta afirmación es banal. El texto refundido de la ley de sociedades anónimas reserva la condición de acciones nominativas a empresas de sectores estratégicos para los intereses nacionales tales como defensa (Indra,...), banca (Santander, BBVA, Banco de Valencia, CAM...), medios de comunicación (Antena 3, Telecinco, Prisa...)...

Este conjunto de empresas 'privilegiadas' es muy reducido. Y digo privilegiadas porque la propia ley de sociedades anónimas les otorga el derecho de conocer a todos y cada unos de sus accionistas a través de la inscripción obligatoria de todas las transacciones sobre sus acciones en el libro registro de acciones nominativas. Esta información es fundamental para conocer quién es quién dentro del accionariado de una compañía así como sus intereses y estabilidad a largo plazo para la empresa.

Prácticamente, la empresa que posee acciones representadas nominativamente conoce el tiempo real la composición de su accionariado. Además, con esta información puede mantenerse una relación más próxima y directa a los diferentes grupos de inversores (minoristas, institucionales, de control, significativos, directivos...). Pero este privilegio, como decía, está reservado a un conjunto ínfimo de empresas.

El Real Decreto 1251/1999, de 16 de julio, sobre sociedades anónimas deportivas, amplía este privilegio, de conocimiento directo del accionista, a los clubes de fútbol españoles, entre ellos, cómo no, el Valencia CF SAD.

Las dificultades para conocer a los accionistas (en el caso de acciones al portador) y poder perfilar correctamente sus intereses en relación a la empresa (acciones nominativas) han llevado a las empresas a dotarse de un departamento o área especializada en el trato directo con los accionistas. Estos departamentos, conocidos como de 'Relación con los Inversores', intermedian las relaciones entre accionista y empresa (sus gestores principalmente). Mantienen un permanente dialogo con los inversores suministrando todo tipo de informaciones. No es necesario esperar, una vez al año, a través de la junta general, para conocer el devenir de la compañía de la que somos accionistas.

El Valencia SAD, con una población de miles de accionistas, tantos como 44.919, la gran mayoría catalogados por el propio club como pequeños accionistas (menos de 11 acciones, límite para obtener los beneficios sociales, y no 9 acciones, límite para asistir a la junta general) debería dotarse de estas estructuras de comunicación. Sólo hay que contemplar, no sin cierta estupefacción, la pasada junta general celebrada el 20-N. Aún más, si como desea el actual dueño del club se concreta la tan ansiada democratización.

Si el Valencia SAD cotizara en Bolsa, máxima expresión de la transparencia, Llorente debería obligatoriamente establecer estos cauces de comunicación con sus accionistas, dando publicidad a un amplio conjunto de informaciones relevantes de la vida económica y societaria del club en su página web corporativa. El objetivo legalmente establecido es 'mimar' (proteger, en terminología legal) al accionista con más información, más transparencia, más dialogo, más, más y más...

Un buen presidente, honesto con sus accionistas, quizá no esperaría a esta decisión estratégica (que de un plumazo resolvería los mil y un problema del club) para explicar negro sobre blanco, con luz y taquígrafos y todo lujo de detalles, esa 'delicadísima' situación económica que tanto pregona (y tanto asusta) y sus correspondientes planes de viabilidad (si es que los tiene). Pero todo en tiempo continuo, a través de este departamento de relación con inversores.

Reconversión de candidatos. Estoy seguro que los presidentes del club, Piles y Llorente, ya tienen nombres en la cabeza para esta fenomenal responsabilidad: ¿Javier Gómez (vicepresidente económico)? ¿Jordi Bruixola (director de Relaciones Externas e Institucionales)? ¿Damià Vidagany (director de Comunicación)? ¿o el flamante nuevo consejero Fernando Giner (presidente de la Asociación de Futbolistas del Valencia)?. Igual, de entre todos, saca uno bueno. Aunque yo les propongo que salgan al mercado a fichar uno bueno. No se arrepentirán.

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(Para consultar los artículos publicados de El Broker Enmascarado pinchar aquí)