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VALENCIA. La junta general de accionistas de cualquier sociedad anónima (también las deportivas) es el mayor acto democrático de la misma. Se someten a votación cuestiones fundamentales del devenir de la sociedad (resultados, estatutos, consejeros...). En la mayoría de casos, la sociedad, a través del consejo de administración, intenta implementar las medidas necesarias al objeto de obtener el máximo quórum posible, la mayor representación.

Actualmente, una medida que tiene mucho éxito es el pago de una prima por asistencia a la junta y/o delegación a favor del consejo de administración. Entre las compañías que han utilizado recurrentemente esta práctica está la 'valencianizada' Iberdrola Renovables.

En otros casos, suelen emplearse el gancho de los regalos (chubasqueros, mochilas, agendas...) por asistencia. Ahora bien, de los números que ha proporcionado la junta general de accionistas del Valencia CF SAD parece desprenderse que los objetivos no se han alcanzado en relación al quórum deseado.

Finalmente fueron un total 154 accionistas presentes de un censo de 44.919 inscritos en el libro registro de acciones nominativas del club. Un increíble 0,34% del accionariado tuvo interés en conocer las explicaciones de su presidente sobre una junta que se antojaba histórica: deuda, parcelas, campo nuevo, democratización, derechos de televisión...

No menos sorprendentes fueron las votaciones de los cuatro puntos del orden del día sometidos a votación, dado que en ninguno de los casos las acciones a favor de las propuestas superaron el 1% del capital social.

Como muestra un botón. El famoso cuarto punto del orden del día, la propuesta de cese del consejo de administración (ahí es nada), se sustanció con la participación de 6.279 acciones a favor del cese, frente a las 19.576 acciones en contra de la propuesta. Los números son rotundos: 25.855 acciones de un total de 2.114.475 acciones, o lo que es lo mismo, el 1,22% del capital.

No creo que el señor Llorente esté orgulloso de presidir una sociedad anónima a la que no concurren sus accionistas. Quizá desgana, desinterés, falta de motivación... o directamente miedo a no cumplir con los deseos del presidente: "Esperamos que la junta general se desarrolle dentro de los cauces de la constructividad, respeto y nivel de las intervenciones".

Pude constatar que, por parte de los unos, sobretodo, y del resto, no hubo constructividad, ni respeto. Y ¿lo de nivel de las intervenciones?, no me atrevo ni a calificarlo. Habrá que esperar a su debido momento, pero que pena da escuchar a los gestores actuales del club (Llorente, Piles, Gómez,...) afirmaciones de una altura patética: "Me dicen que es fácil vender jugadores. ¡Y una leche!". O ésta que recuerda a otra época: "Si tenemos que ir a concurso de acreedores, se hará sin pestañear". No se lo cree ni él.

Al final del túnel, por desgracia, una vez más, sólo hubo oscuridad. Ni parcelas, ni democratización, ni campo nuevo... No me quedó claro ni lo de la deuda (¿bruta o neta?). No fue un buen día para los presidentes. Y además por la tarde, en Villareal, ya saben... más oscuridad.

¿El próximo episodio? La venta, reventa o recolocación de acciones del Valencia CF SAD para pequeños accionistas antes de final de año. Deseo expreso del señor Piles, 'dueño' del club. Sólo les puedo decir que se ven nubarrones acechando. Al final tronará y caerán chuzos de punta. Tiempo al tiempo.

Me da la sensación que al 'Chato' no le faltaba razón. Un poco de 'almoçaret' no les hubiera venido nada mal. Creo que el ilustrísimo notario y el secretario de la junta tomarían buena nota y recogerían esta saludable propuesta en el acta de la sesión.

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(Para consultar los artículos publicados de El Broker Enmascarado pinchar aquí)