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VALENCIA. De nada han servido los elogios de Plácido Domingo y la prensa internacional. De nada los esfuerzos por reconducir el Palau de les Arts y ajustar su presupuesto y plantilla a la realidad actual con un ERE polémico no exento de claroscuros. El Ministerio de Cultura un año más ha soslayado al teatro de ópera valenciano y le ha mostrado todo su desprecio institucional con una aportación ridícula, insultante, dentro de la línea de ayudas de la Subdirección General de Música y Danza del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM).

Cumpliendo la máxima de que sólo puede haber ópera en Madrid y Barcelona, haciendo cierta la premonición de Zubin Mehta quien ya advirtió de que en la capital querían que el teatro valenciano fuera "un teatro de provincias", el departamento que ahora dirige el recién llegado Íñigo Méndez de Vigo ha reservado en los presupuestos generales del Estado para 2016 la pírrica cantidad de 540.000 euros. La cantidad no supone más que un leve incremento con respecto a los 423.230 euros recibidos este año, y supone en la práctica volver a 2013.

De nada ha servido que el Palau de les Arts haya sido premiado este año una vez más en los premios líricos Campoamor entregados en Oviedo, donde la producción del teatro de ópera valenciano La forza del destino en versión escénica de Davide Livermore fue reconocida como la mejor producción del año. De nada que en sus nueve años de historia el Palau de les Arts haya recibido diez menciones en estos premios, considerados como los ‘Goya' de la lírica. Significar significa algo para todo el mundo, menos para el Ministerio de Cultura quien año tras año desprecia al coliseo valenciano, como ejemplifica el hecho de que las visitas institucionales o de cortesía sean contadas.

Mientras, el Ministerio de Cultura sí trata, y bien, al Teatro Real de Madrid, con 9,39 millones de euros; al Liceu de Barcelona con 7,1 millones de euros; o a la Maestranza de Sevilla, 1,6 millones. De hecho, el Palau de les Arts sólo supera por 20.000 euros a la Asociación de Amigos de la Ópera de Bilbao. Considerado como ente no consorciado, porque el Ministerio ha rechazado de plano formar parte del patronato, el gobierno de Mariano Rajoy ha aprovechado esa excusa un año más para así estrangular al teatro valenciano y no darle el mismo trato que a sus iguales en el panorama operístico español.

LIMOSNAS PARA LOS MUSEOS VALENCIANOS

No es la única limosna que llega desde el Gobierno central a las maltrechas arcas de la Generalitat Valenciana. Dando por asumido que la Comunitat es la peor financiada, algo admitido por el propio Gobierno, la respuesta a esto han sido unas ayudas a las instituciones culturales decepcionantes. Así cabe interpretar los 171.880 euros que se aportan al IVAM, una ligera subida respecto a los 156.000 euros de 2015. Mientras, el MACBA recibe 1,042 millones de euros, el Museu Nacional d'Art de Catalunya 2,03 millones, la fundación Cristóbal Balenciaga 333.720 euros y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando 624.930 euros, el IVAM contará con una subvención que supondrá poco más del 5% de su presupuesto anual.

El primer museo de arte contemporáneo creado en España, que se halla en proceso de reconstrucción tras la década ominosa que fue dirigido por Consuelo Císcar, ha visto como se le aporta una cantidad que no colma, ni de lejos, las aspiraciones de sus responsables. Con el peor presupuesto de su historia, en el instituto algunos confiaban en el prometido apoyo del Gobierno central para intentar remontar el vuelo tras una década de dislates consentidos desde la capital. Otros, más escépticos, incluso se alegraban de que se hubiera aumentado levemente la aportación. "Teniendo en cuenta los antecedentes", comentaba una fuente consultada, "creía que nos la iban a quitar". Ahora, el director del instituto, José Miguel G. Cortés, y su equipo ya saben que están solos.

Por último, el Ministerio de Cultura sólo mantiene aportaciones considerables en los dos museos que son de su titularidad: el Museo de Bellas Artes de Valencia y el Museo Nacional de Cerámica. En el caso del primero el Gobierno ha iniciado una ampliación corta de presupuesto que no dará respuesta, ni de lejos, a las necesidades del centro. Las cuentas de 2016 prevén una cantidad de 2.300.000 euros y sucesivas proyecciones para los años siguientes (1,5 millones en 2017 y 2 millones en 2018).

También es de titularidad, y gestión en este caso, estatal el Museo Nacional de Cerámica y Arts Suntuarias González Martí, que tiene pendiente desde hace años acometer la ampliación. Para 2016, los presupuestos contemplan 400.000 euros para esa intervención y la climatización y varias partidas para los ejercicios próximos (un millón en 2017; cuatro en 2018 y cinco en 2019). El Ministerio no tiene prisa.