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PASABA POR AQUÍ

El poder valenciano

ANDRÉS GARCÍA RECHE. 19/07/2015 Que la infrafinanción de la Comunitat existe, nadie lo discute. Lo que toca ahora es analizar la causas

"PASABA POR AQUÍ"

Andrés García Reche

Profesor de Economía Aplicada. Universitat de València
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VALENCIA. Estoy muy de acuerdo con la tan airada, como solvente, proclama realizada recientemente por los dirigentes empresariales acerca del muy escaso interés que el gobierno central muestra con la Comunidad Valenciana. Como también estoy de acuerdo con el President de la Generalitat y el nuevo Conseller de Hacienda, al exigir a aquél, un trato más acorde con la importancia demográfica, económica y política que un territorio como éste tiene en el conjunto del Estado.

Entre otras cosas, porque no importa cual sea el indicador utilizado: inversiones en infraestructuras, financiación per cápita o balanza fiscal; cualquiera de ellos expresa, con suficiente rotundidad, la total indiferencia, cuando no trato nítidamente discriminatorio, con la que los poderes centrales se han solido comportar con nosotros a lo largo de las últimas décadas, por no decir de los últimos siglos.

Dicho lo cual, y antes de continuar con esta imparable fiebre reivindicativa que nos invade, sería muy conveniente que dedicáramos unos minutos a preguntarnos cómo hemos podido llegar a esta situación. No vaya a ser que, tras la legítima indignación que ahora sentimos, lo que, al final, encontremos no sea otra cosa que nuestra propia división sobre los asuntos esenciales que nos afectan como pueblo, o, lo que aún es peor, esa secular incapacidad que nos caracteriza para hacer valer nuestros derechos frente a quien corresponda.

Porque ¿y si una buena parte del menosprecio institucional que hoy cosechamos, tuviera su origen en causas internas, más que externas?  ¿y si todos los estratos de la sociedad civil valenciana, desde la política a la economía, pasando por la ciudadanía en general, fueran, en cierto modo, responsables de tamaño desaguisado, ya sea por acción o por omisión?

Cuando Alfonso Guerra, a principios de los años 80, pronunció aquella expresiva frase "no me valencianice usted el problema" dirigida a un diputado del propio grupo que no se ponía de acuerdo con el resto por una mera cuestión de formas, venía a poner de manifiesto la percepción de lo valenciano que se comenzaba a tener en el resto de España. Guerras de banderas, desacuerdos con la denominación de la propia lengua, vergonzosa utilización del fantasma de la catalanización, el "problema alicantino"... eran todos ellos hechos que avalaban esa imagen exterior de fragmentación y desacuerdo por cuestiones formales, cuando no banales, que proyectábamos desde aquellos primeros años de rodaje de la  democracia en la Comunidad Valenciana.

Y no quedó aquí la cosa. Luego, a finales de la misma década, llegó la politización de las organizaciones patronales, que yo viví en directo, con unos dirigentes que eran perfectamente intercambiables con puestos las listas electorales del PP (como pronto tuvimos la oportunidad de comprobar), y cuyo principal objetivo no era la legítima reivindicación de inversiones e infraestructuras ante el Estado español, apoyando incondicionalmente a su gobierno autónomo en tales cometidos, sino precisamente todo lo contrario: el deterioro de éste, por la simple razón de que entonces se trataba de un gobierno socialista. La cumbre de Orihuela de 1989, en cierto sentido, no fue más que otra de esas representaciones de autofagia que los propios valencianos realizaban contra sí mismos, por razones mucho más ideológicas y tacticistas, que patrióticas.

No voy a ser yo, desde luego, quien afirme que los sucesivos Presidentes de la Generalitat que aquí hemos tenido han sido abertzales furibundos o exigentes negociadores frente al poder central. Más bien, todo lo contrario. Pero la historia de nuestras organizaciones patronales (las mismas que hoy, acertadamente, expresan en público su particular ¡basta ya!), también ha dejado mucho que desear en el pasado reciente, pasando de la crítica feroz, a la complacencia más servil y lamentable, en función de quién gobernara aquí o en Madrid. Ni siquiera, hasta la llegada de José V. González a la Cierval, dichas organizaciones se habían preocupado demasiado (por no decir nada) de reflexionar sobre el modelo productivo que tenemos y sus posibilidades de mejora, dejándose llevar, cómodamente (como todos), por la ola expansionista inmobiliaria, sin cuestionar, en ningún momento, las bases estructurales sobre las que se asentaba nuestro crecimiento a largo plazo.

Si a todo esto unimos la imagen de descontrol y despilfarro en el gasto público que han propiciado los últimos gobiernos populares, directamente ligada a la fallida estrategia de "grandes eventos", y, desde luego, el dudoso honor de aparecer en todos los ranking internacionales como una de las regiones más corruptas de España, podemos disponer de un cuadro lo suficientemente completo de razones de carácter interno que expliquen una buena parte de nuestra acreditada debilidad negociadora con el mundo exterior. Para regocijo de Montoro, por supuesto, pero también de quienes le precedieron, y de quienes le sucederán en el futuro. 

Conclusión: mal podemos lograr nuestros objetivos, si nosotros mismos no nos ponemos de acuerdo en cuales son dichos objetivos. Si las cosas han de cambiar, y ahora parece que es posible, dejemos de una maldita vez de discutir entre nosotros por un quítame allá esas banderas o esos gobiernos, y busquemos los puntos básicos de acuerdo. Deleguemos a continuación su defensa en la Generalitat, que es la que está legitimada políticamente para ello, y mantengamos en todo el proceso una actitud de seriedad, austeridad, sensatez y solvencia para gobernar nuestros propios asuntos. Al principio, muchos no se lo creerán, algunos tardarán un tiempo en aceptarlo; pero no les quepa la menor duda de que será entonces, y solo entonces, cuando nuestros "adversarios" comiencen a tomarnos en serio.

Lamento defraudar tantas épicas expectativas, pero el tantas veces proclamado poder valenciano, créanme, no era más que esto.  

"PASABA POR AQUÍ"

Andrés García Reche

Profesor de Economía Aplicada. Universitat de València
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6 comentarios

pss. escribió
20/07/2015 13:10

A Marcus: Mire con el mayor respeto por su opinión creo que está Ud. equivocado. El termino Vascongadas para referirse a las provincias españolas de Alava, Vizcaya y Guipuzcoa es absolutamente correcto y se remonta al s. XVII, mientras que Euskadi es una denominación propuesta por el tarado de Sabino Arana e implantado oficialmente en 1936. Por otra parte puedo garantizarle que de la Vascongadas o de Euskadi, como Ud. prefiera poco o casi nada puede aprender o envidiar la Comunidad Valenciana, muy al contrario y se lo digo yo que procedo de allí.

pss. escribió
20/07/2015 13:10

A Marcus: Mire con el mayor respeto por su opinión creo que está Ud. equivocado. El termino Vascongadas para referirse a las provincias españolas de Alava, Vizcaya y Guipuzcoa es absolutamente correcto y se remonta al s. XVII, mientras que Euskadi es una denominación propuesta por el tarado de Sabino Arana e implantado oficialmente en 1936. Por otra parte puedo garantizarle que de la Vascongadas o de Euskadi, como Ud. prefiera poco o casi nada puede aprender o envidiar la Comunidad Valenciana, muy al contrario y se lo digo yo que procedo de allí.

Marcus escribió
20/07/2015 11:12

Jose luis el Pruna, no se puede ser mas incoherente, precisamente por gente como tu que llama Vascongadas a Euskadi es por lo que no hay una financiacion adecuada, si defiendes el centralismo cultural que sepas que tambien va acompañado del economico

Jose Luis El Pruna escribió
19/07/2015 20:04

No,no es problema de los valencianos .Cataluña ,Andalucia , Vascongadas ,Navarra y Madrid tienen mucha mas corrupcion.¿Que seria del PIB de Madrid y Catalunya si no tuvieran las sedes de las multinacionales por Real Decreto , su Barajas y su Prat? ¿Que seria de Vascongadas y Navarra sin bombas lapa y tiros en la nuca? ¿Acaso el poder de Valencia no esta mas equilibrado en su relacion con la Comunidad que el de Barcelona con Cataluña? ¿Porque este pais no se puede parecer mas a Alemania ,donde hay diversos centros economicos importantes y no a Gran Bretña donde solo hay uno o incluso a Francia o Italia que como mucho tiene dos ?ya esta bien que Madrid y Barcelona se lo lleven todo.

Óscar cualmi escribió
19/07/2015 13:34

Absolutamente de acuerdo ¡¡¡¡. Vengo diciendo lo mismo desde hace muchísimo tiempo. No acepto el víctimismo. Nadie nos tiene manía persecutoria per se. Hemos de mirarnos hacia dentro. Introspección. Pero todo lo que recuerda Reche nos ha llevado a una colectividad desbertebrada y facilona para experimentar y enviar mensajes subliminales al resto de comunidades. La patronales tienen en su reciente historia mucha responsabilidad. Nuestros dirigentes políticos también. La burguesía valenciana ni es culta ni solidaria. Madrid sigue deslumbrando a muchos cual pardillos . No tenemos ahora ni un solo valenciano en áreas de influencia estatal. Ni políticos, ni periodistas, ni tertulianos, ni consejeros de grandes compañías. Y los valencianos triunfadores en madrid se dejan su valenciana en Motilla . El otro día Falomir (El Prado) se avergonzó de su valenciania en la radio y dijo "si soy valenciano, pero bueno no ejerzo casi" Sin embargo tenemos muchísimas fortalezas como pueblo, como país, con empresarios emprender es, valientes y austeros. Sin alardeos capitalinos . Podemos confiar en que ahora si , por fin, "basta ya" ? Al poder político valenciano le bastaría con remover, agitar, aglutinar, organizar, y sentirse respaldado para liderar, para reclamar con argumentos , pero con intransigencia.

I.G.A. escribió
19/07/2015 09:07

Efectivamente comparto que el origen del problema hay que buscarlo dentro que no fuera. Yo añadiría, si me lo permite el Profesor, que la percepción negativa de Valencia en el exterior viene dada también por la excesiva y desmesurada autocritica. Yo no he visto en ninguna otra parte que partidos locales convoquen a medios de comunicacion extranjeros y les faciliten el guión del la ruta del despilfarro y la corrupción y ayuden a ridiculizar a su propia comunidad, como se ha llegado a hacer en Valencia. Si no te tomas en serio y te respetas a ti mismo, pues no puedes pretender que los demás lo hagan y a Valencia simplemente no se la toma en serio. Hay muchísima más corrupción en Andalucia y Cataluña y sin embargo es Valencia quien ha quedado como los corruptos del pais. En lo referente a los Grandes Eventos, no es que haya fallado la "estrategia" sino su Planificación y Gestion previa que ha sido poco profesional, (sin embargo la organización de ambos eventos fué correcta y a buen seguro se habría mejorado en posteriores ediciones), es absurdo pretender recoger resultados de la F-1, la Copa America ect.. en tan poco espacio de tiempo, ese sector requiere una continuidad que no se le ha dado....para mí el despilfarro ha estado en dar por perdidas las enormes inversiones realizadas en vez de buscar con más profesionalidad una financiación adecuada. Dicho lo cual, no entiendo como el Prof. Garcia Reche no está en el actual Gobierno.

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