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VALENCIA. Todos los concejales del Ayuntamiento de Valencia tendrán un sueldo pese a la ley de régimen local impulsada en esta legislatura por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Como ya informó este diario, la tensión había crecido en las últimas semanas en el seno del PP dado que, tras el ascenso al poder del tripartito formado por Compromís, PSPV y València en Comú, algunos concejales 'populares' temían quedarse sin salario.

Esta preocupación estaba fundamentada en la citada ley, que señala lo siguiente: "En los Ayuntamientos de Municipios con población comprendida entre 700.001 y 1.000.000 habitantes -es el caso de Valencia-, los miembros que podrán prestar sus servicios en régimen de dedicación exclusiva no excederá de veinticinco".

Desde el equipo de gobierno, liderado por el alcalde, Joan Ribó, se decidió buscar una solución para que todos los concejales pudieran tener un sueldo por su dedicación. Así, para esquivar la situación se acordó -según la sesión extraordinaria del 8 de julio- que los tenientes de alcalde del 3º al 10º tendrían "un régimen de dedicación parcial del 75%, que exigirá, como mínimo, un tiempo de dedicación efectiva que en ningún caso será inferior al 75% de la dedicación exclusiva".

En este sentido, estos ediles percibirían además "un complemento de especial responsabilidad hasta alcanzar el importe establecido en el apartado primero". Así, pues, a los ocho tenientes de alcaldes se les asigna este tipo de régimen parcial, además de dos ediles más, Eusebio Monzó (PP) y Santiago Benlliure (C's), que lo han escogido de forma voluntaria, mientras que los otros 23 ostenta la dedicación exclusiva. 

Así, con las modificaciones aplicadas, el alcalde cobra 82.602 euros brutos anuales en 14 pagas, el primer y segundo teniente de alcalde reciben 79.297 euros al año, el resto de tenientes de alcalde tienen una retribución de 74.341 euros anuales, los concejales delegados (de gobierno) perciben 72.689 euros al año, el portavoz tiene un salario de 69.384 y los regidores de la oposición ingresan 66.508 euros anuales, una cantidad muy similar a lo que cobraban en la pasada legislatura los ediles de la oposición. 

En este sentido, fuentes de Compromís del consistorio explicaron su postura sobre esta medida: "Desde su aprobación hemos criticado la Reforma Local promovida por Montoro y aprobada unilateralmente por el Partido Popular en el Congreso. Creemos que todos los concejales deben tener los mismos derechos para ejercer sus obligaciones, ya estén en el gobierno o en la oposición, ya que son la representación de la voluntad ciudadana. No pueden existir concejales de primera y concejales de segunda: es imprescindible que la oposición ejerza su labor de control con todas las garantías", señalaron a este diario desde el entorno de Ribó.