X AVISO DE COOKIES: Este sitio web hace uso de cookies con la finalidad de recopilar datos estadísticos anónimos de uso de la web, así como la mejora del funcionamiento y personalización de la experiencia de navegación del usuario. Aceptar Más información
GRUPO PLAZA
LOS ÚLTIMOS AÑOS CONVULSOS DEL PP DEJAN PASO A UN COMPLICADO GOBIERNO DE COALICIÓN

Ximo Puig, investido presidente con Compromís como único aliado real

X. AGUAR / FOTOS: EVA MÁÑEZ. 26/06/2015 El candidato socialista resulta investido como presidente de la Generalitat con el respaldo de Compromís y ocho diputados de Podemos, que pone suspense a la cita al ajustar su apoyo a la mayoría absoluta. Punset (C's) sorprende con un discurso más crítico de lo previsto pero Puig evita entrar al trapo

 

VALENCIA. La jornada en Les Corts fue larga y emotiva. En torno a las 18.30 horas, Francesc Colomer, al frente de la cámara, anunciaba que el socialista Ximo Puig sumaba 50 votos a favor -la mayoría absoluta justa- para convertirse en presidente de la Generalitat con cierto suspense tras la maniobra de Podemos de no entregarle todos sus votos. De esta manera, el exalcalde de Morella se convertirá el próximo domingo en el sexto jefe del Consell cuando tome posesión de manera oficial.

Al inicio del día, Puig no estuvo suelto. Su discurso, íntegramente en valenciano, se limitó a navegar sin gran pasión entre propuestas en su mayoría ya esbozadas en su programa y las surgidas de las negociaciones previas del Acuerdo del Botánico. Destacó su determinación de acudir a los tribunales para obligar a Madrid a negociar el modelo de financiación y reclamar la deuda histórica así como su anuncio de rebajar del listón electoral del 5%: "No estamos todos", subrayó, en una clara referencia a la ausencia de Esquerra Unida en Les Corts. 

Su primera medida, recordó, será recibir y "pedir perdón" a los familiares de las víctimas del accidente del metro, además de comprometerse a impulsar una ley autonómica por la Función Social de la Vivienda; paralizar los casos más graves de desahucios; aplicar la Ley de Dependencia; derogar el copago; abrir los comedores escolares en vacaciones e implantar progresivamente la renta garantizada de ciudadanía. Otras de las iniciativas sobre las que reiteró su compromiso en el discurso fue la de acometer una auditoría "integral" de la Generalitat y la reapertura de RTVV.

 

Otras propuestas de Puig pasaron más desapercibidas aunque merecían atención, como rebajar los límites para poder crear comisiones de investigación en Les Corts y la renuncia a que el grupo parlamentario socialista ejerza su derecho de preguntar al presidente de la Generalitat para "dejar espacio de la fiscalización a la oposición".

Tras la puesta en escena de Puig, en un discurso al que le faltó cierta chispa ilusionante en la ejecución, entró en acción el líder del grupo 'popular', Alberto Fabra, quien se mostró sobrio y estoico en la defensa de acción de gobierno, aunque con un manifiesto deje de resignación. Así, el todavía presidente pidió a Puig que no cayera en la tentación de los "populismos, el rencor y la venganza" y aseguró dejar el Consell con unas cuentas "estabilizadas, sin facturas en los cajones y con todo el camino avanzado para que llegue la nueva financiación autonómica". 

 

Puig mejoró en la réplica y descargó su mejor contraataque contra la formación 'popular', señalando que el propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no estaba de acuerdo con el análisis que hacía Fabra de las cuentas valencianas. Así, entre zarpazos sobre la gestión económica y los casos de corrupción del PP, el líder socialista concluyó invitando a la "renovación" y "limpieza" del eterno rival: una intervención que soliviantó a Rita Barberá, que tras gesticular a Puig se llevó un dardo del candidato del PSPV: "Usted es una gran representante del rencor". Fue uno de los momentos tensos del debate -Barberá trató de responder por alusiones pero el presidente de Les Corts lo evitó-, al que siguieron réplicas entre Fabra y Puig de menor intensidad.

 

A continuación tomó la palabra la cabeza de lista de Compromís, Mónica Oltra, quien adoptó su perfil más institucional para ofrecer probablemente los minutos más cómodos de la jornada para Puig. Intercambiaron verbalmente poemas de Mario Benedetti en la tribuna y la sintonía entre ambos fue la que se espera -al menos el primer día- de dos socios de gobierno. La aguerrida parlamentaria se mostró conciliadora en un discuso constructivo: "La palabra y el dialogo serán los protagonistas de estas Corts. No es ningún espectáculo, se llama democracia", comentó, para anunciar el voto favorable a Ximo Puig aunque advirtiéndole que no se trataba de un "cheque en blanco".

CIUDADANOS Y PODEMOS LE COMPLICAN LA TARDE A PUIG

Los minutos tranquilos del debate se terminaron entonces para el líder socialista. La candidata de Ciudadanos (C's), Carolina Punset, subió a la tarima para hilvanar un discurso que causó perplejidad entre los socialistas. La dirigente aplicó en Les Corts Valencianes las tesis que utiliza Albert Rivera en Cataluña: empleó la mayor parte de su tiempo en señalar el nacionalismo del Bloc, polemizar con el uso y priorización del valenciano o perderse en comparaciones entre el PSC y el PSPV.

 

Una posición -tal vez al dictado de Barcelona con la vista puesta en las generales- que desentierra debates pasados y que anuncia choques inminentes con PSPV y Compromís. Puig, resolvió su réplica sin entrar al trapo y focalizando su parlamento en los puntos de consenso a los que puede llegar con Ciudadanos. En cuanto al debate lingüístico llegó a afirmar: "No hablamos el valenciano por fastidiar, es que es nuestra lengua", para hacer un guiño a Punset en otros asuntos como las diputaciones, mostrándose a favor de poner sus recursos al servicio de la Generalitat.

 

No fue el primer envite al que debió enfrentarse Puig. El portavoz de Podemos, Antonio Montiel, también quiso destacarse en el debate anunciando que solo ocho de los 13 diputados de su formación darían respaldo a la investidura del candidato socialista. Una decisión que el dirigente justificó en evidenciar un apoyo "condicionado y crítico" para "estar seguros de que no olvida su compromiso con la sociedad". Una maniobra que a algunos socialistas les sonó a pequeña revancha -el día de la votación en la Mesa de Les Corts el PSPV antepuso a C's- pero que desde Podemos se explicó en el deseo de que Puig trabaje "con humildad, transparencia y responsabilidad".

La situación se tensó por unos minutos dado que cualquier error en la votación hubiera impedido que el candidato socialista hubiera sido investido ayer, una circunstancia que, de forma sutil, afeó el portavoz del PSPV, Manuel Mata, en su intervención: "Me hubiera gustado que votáramos 55 diputados de la izquierda como parecía que iba a ser", comentó. Curiosamente, el propio Antonio Montiel fue uno de los diputados de Podemos que eligió abstenerse, para después participar en la foto junto a Ximo Puig y Mónica Oltra.

Una jornada, en definitiva, que puso de manifiesto que el ya presidente electo tendrá que sudar lo suyo para sacar adelante cualquier iniciativa legislativa en Les Corts puesto que este jueves solo contó -y no siempre será así- con Compromís como aliado real.

 

Noticias relacionadas

Comparte esta noticia

comentarios

Actualmente no hay comentarios para esta noticia.

Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.

Escribe un comentario

Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.

publicidad