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VALENCIA. Pocas cosas pueden venir mejor, de cara a la promoción de una película, que una buena prohibición. En esta ocasión, el afortunado ha sido el director Daniel Espinosa (sueco, pese al nombre) con El niño 44, la adaptación del best seller de Tom Rob Smith. La producción no podrá ser estrenada  en Rusia ya que, alegan las autoridades, "tergiversa la Gran Guerra Patriótica".

Así, El niño 44 puede presumir de ser el primer título que se ha visto afectado por la ley que se promulgó tras el estreno, hace apenas unos meses, de Leviathan (Andréi Zviaguintsev) y que desató una gran polvareda en su país por su carácter crítico con la actual sociedad soviética.

La película sigue las andanzas de Leo Deminov (Tom Hardy, al que recientemente hemos visto en Mad Max), un policía militar caído en desgracia y que ha sido destinado a lo más profundo de Siberia. Allí, se enfrentará a todos sus superiores para investigar a un asesino de niños.

Uno de los grandes atractivos del libro en que se basa, y que es lo que ha motivado la censura en Rusia, es que Rob Smith aprovechó un caso real ocurrido en los años 80 y lo trasladó a la Unión Soviética del dictador Joseph Stalin. En concreto, el escritor se inspiró en las andanzas de Andréi Chikatilo, un asesino en serie acusado de al menos 52 asesinatos y que llegó a ser bautizado como ‘El carnicero de Rostov'.

REPARTO DE LUJO

Otro de los fuertes de El niño 44 es que cuenta con un reparto de lujo. Además de Hardy están Gary Oldman, Vicent Cassel (El cisne negro), Joel Kinnaman  (de la serie The Killing) y el casi siempre desaprovechado Paddy Considine (Cinderella Man). El guión, además, lleva la firma del veterano Richard Price, autor de los textos de El color del dinero (Martin Scorsese, 1986), Clockers (Spike Lee,1995) y de algunos capítulo de The Wire.

En definitiva, la cinta tenía todas las papeletas para convertirse en el estreno de verano, y más con el atractivo que suele tener cualquier proyecto producido por Ridley Scott. Sin embargo, el cineasta que alumbró títulos tan míticos como Alien o Blade Runner ha perdido todo el punch que tenía y últimamente lo que hace se parece cada vez más a las mediocridades que solía firmar su difunto hermano Tony.

Aunque tampoco se puede decir que la crítica se haya cebado con la película, lo cierto es que las reseñas no son todo lo buenas que cabría esperar de un film creado con estos mimbres. La trama no acaba de cuajar y los actores, unos más que otros, parece que no se acaben de creer la película.