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VALENCIA. El candidato socialista a la Generalitat, Ximo Puig, apura la campaña electoral con el único objetivo de ser el próximo presidente del Gobierno valenciano. Este miércoles, a cuatro días de que las urnas dicten su veredicto, se lanza a otra de sus interminables rutas por la Comunitat: esta vez, cuenta con la compañía de algunos periodistas, a los que su equipo facilita lugares preferentes junto al líder del PSPV-PSOE.
 
Puig, tal vez por aquello de haber sido alcalde durante dos décadas de un municipio pequeño, tiene ese ADN de proximidad interiorizado: en los distintos trayectos, no atiende el móvil, y se dedica a charlar con periodistas y compañeros de lista. El tema del día es el debate de candidatos organizado el día anterior por el grupo Editorial Prensa Ibérica: su impresión, básicamente, se reduce a la que transmitió ante las cámaras, aunque hace hincapié en una de las afirmaciones que hizo el líder del PPCV, Alberto Fabra: "¿Cómo puede decir que 40.000 millones de euros no son un problema para la Comunitat Valenciana?", comenta evidenciando en su rostro la sorpresa.
 
La primera parada es en las instalaciones de Radiotelevisió Valenciana (RTVV). Allí le reciben con aplausos varias decenas de extrabajadores y los miembros del comité de empresa del ente público cerrado por Fabra en esta legislatura, además del alcalde de Burjassot, Rafa García. También se deja ver en el acto el periodista Frederic Ferri, ahora candidato de Podemos a la Alcaldía de Paterna, que en su día coqueteó con el PSPV y con C's.
 
 
 
El candidato socialista, animado por el público, toma el megáfono y se compromete por una RTVV que no sea "de ningún partido sino del pueblo valenciano, una televisión sostenible y no despilfarradora". "No permitiré la utilización, la manipulación y la prostitución que hizo el PP en Canal 9 porque lo utilizó hasta que se cansó y después la tiró", sentencia. Tras su discurso y la foto de familia, reparto de besos y abrazos y regreso al 'XimoBus' rumbo a Alboraia. 
 
"Me gusta el autobús, es más cómodo que el coche para seguir trabajando entre trayectos, puedes viajar con más compañeros y además llama la atención a la gente", comenta Puig. En el siguiente destino, el candidato es recibido por el alcalde Miguel Chavarría y otros miembros de su equipo. La comitiva pasea por las calles de Alboraia: parece que el destino es el mercado de la localidad pero finalmente se detiene en el colegio Ausias March. Tras unos minutos de diálogo con la directora del centro, que ha salido a buscar al candidato socialista, ésta le invita a pasar a una de las aulas aprovechando que los niños están en el recreo.

 
 
Minutos después, más de los que hubiera gustado a sus coordinadores de campaña por aquello de seguir los horarios fijados y por lo improvisado del encuentro, Puig sale del centro y lamenta la situación del mismo. "No es solo es que haya barracones sino que ahora quieren meter a 30 niños cuando ya no hay espacio para 25", señala el candidato del PSPV.
 
Puig de retorno al autobús, sigue dialogando con el alcalde de Alboraia y otros concejales. Un hombre en una terraza le llama y se levanta a saludarle: "Soy de un pueblo cercano al tuyo", comenta tendiéndole la mano. Tras unos segundos de charla, la comitiva se hace la correspondiente foto de familia y regresa al 'XimoBus'.

 

"Mirad el aula cómo era...", comenta Puig mostrando la fotografía que ha hecho con su móvil. "No entiendo cómo se puede tener a 25 niños ahí y menos a 30", comenta, iniciando a renglón seguido un debate sobre las competencias en enseñanza en el que intervienen también los candidatos a Les Corts, Carmen Amoraga y Fernando Delgado. 
 
El XimoBus cambia de ruta y también lo hacen los temas de conversación. El candidato socialista comenta que ve a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, "muy nerviosa". Salen a colación los conflictos ocurridos en algunas de sus visitas a los mercados, donde la candidata 'popular' ha sido increpada por grupos de personas. "¿A ti nunca te han abucheado?", le preguntan. Puig se queda pensativo unos segundos mirando hacia arriba: "No, eso nunca, la verdad. Sí me ha ocurrido un par de veces paseando por el cauce del río que alguien me ha dicho cualquier cosa, no sé. 'Catalanista' o algo así, pero nunca he tenido ningún problema allá adonde he ido", comenta.  
 
El vehículo de campaña regresa a Blanquerías para que algunos candidatos suban y otros bajen. Puig se queda arriba y el XimoBus sigue haciendo kilómetros: las visitas se extienden por l'Horta Sud, en concreto a la alcaldesa de Picassent, Conxa García, y después a la candidata socialista de Alfafar, Rosa Ruz. Dos municipios más en una larga lista -unos 50 en apenas dos semanas- que ha recorrido el líder del PSPV a la búsqueda del respaldo necesario para ser el próximo presidente de la Generalitat.