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MADRID (EP). El actor Víctor Clavijo protagoniza Sicarivs, La Noche y el Silencio la primera película que dirige el guionista Javier Muñoz, quien tras haber trabajado en comedias como Atasco en la Nacional (2007), Como estrellas fugaces o La semana que viene, sin falta, se sumerge en esta ocasión en el cine negro.

En esta película, que llega a los cines este viernes, el director narra la historia de un asesino a sueldo que trata de convertir al espectador en "cómplice" para que lo acompañe en "el viaje de su vida", según explicó Muñoz en una entrevista concedida a Europa Press.

Este thriller -o, como él prefiere llamarlo, cine negro, un término que considera más adecuado, puesto que le gusta respetar ciertos códigos del cine de género- pone en escena a un "antihéroe", un "paradigma del siglo XXI", tal y como señala el propio personaje en un momento del filme.

UNA ÉPOCA DE INMORALIDAD

La película se centra en un sicario que recibe el encargo de matar a una mujer. A priori parece uno más de sus trabajos, pero, inesperadamente, algo le lleva a evitar cometer este crimen. Su objetivo será ahora acabar con todas las personas que le han contratado.

Las cualidades de este personaje "amoral" encajan "perfectamente" en el planteamiento del filme, que expone un trasfondo en el que reina la corrupción. "Vivimos unos años convulsos a nivel de moralidad", argumenta Muñoz.

En este sentido, el realizador señaló que el cine negro ha destapado a lo largo de la historia "lo más sórdido y oscuro de la sociedad", puesto que antiguamente no existía un periodismo que estuviera pendiente de la corrupción, como sí ocurre ahora. Aunque, añadió, cree que "la cultura no tiene por qué abstenerse" de dedicar espacio a denunciar.

Preguntado por Víctor Clavijo, el director de esta cinta cree que es el mejor sicario posible y destaca su "maravillosa voz", que marca mucho la película y consigue que el espectador no simpatice, pero sí empatice con su personaje, que desprende un gran "cinismo" que aporta cierto "humor" en algunos momentos.

ALEJARSE DE LAS PELÍCULAS AMERICANAS

Por su parte Clavijo señaló que la dificultad de meterse en la piel de este personaje residía en "alejarse en el cliché de las películas norteamericanas" y dotarle de "humanidad" y "psicología", así como de humor para lograr "empatizar con el público".

Es un personaje "oscuro", tanto por el mundo en el que se mueve como por su propia psicología. Para interpretar el papel, Clavijo investigó y tomó como referente, entre otros, al asesino en serie Richard Kuklinski, que trabajó para la mafia americana.

"Es el mejor, no deja pistas, es frío, y para ello entendí que era necesario que tuviera cierta psicopatía que consistiera en anular la empatía hacia el otro. Podría ser un asesino en serie si quisiera, porque se aprovecha de esta característica y lo convierte en su herramienta para trabajo", relató.

Aunque es un antihéroe, también presenta aspectos de "héroe", porque se enfrenta a "gente corrupta, gente con las manos de sangre, como si fuera un justiciero, con cierta ambigüedad moral, como ocurre en Taxi Driver", añadió Clavijo.