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VALENCIA. Ciudad de la Luz sigue en dique seco. El complejo alicantino que Ridley Scott definió como "el mejor estudio del mundo", continuará al menos hasta otoño cerrado, vacío, sin actividad ni futuro definido. El anuncio por parte de la Generalitat de que subastará los estudios, atendiendo a una sentencia de la Comisión Europea, está muy lejos aún de cumplirse.

En el Consell hay voluntad de sacar a subasta el complejo. Pero en la Generalitat son conscientes de que llegan tarde. Si este lunes salieran publicados los pliegos de venta de Ciudad de la Luz, la subasta no se haría hasta, como pronto, el próximo otoño.

La indefinición es tal que ni tan siquiera se puede concretar aún cuándo se producirá la publicación. Este domingo fuentes de Vicepresidencia de la Generalitat admitían que no hay fecha aún. "Probablemente saldrán los pliegos antes de elecciones, pero probablemente", recalcaban desde el equipo del vicepresidente, José Císcar. Fuentes de la industria audiovisual valenciana hablaban incluso de que sería esta semana cuando se publicasen, una vez resuelto un litigio con un productor español.

Una vez publicados se establece un plazo de 60 días para presentar la documentación. Es decir, la burocracia retrasaría la decisión final a julio como pronto. Esto coincidiría con la formación del gobierno autonómico, por lo que cualquier acuerdo, "en lógica" dicen desde la industria audiovisual valenciana, se tendría que aplazar a septiembre.

Por si fuera poco, los principales partidos de la oposición se han manifestado en contra de la venta, con lo que su subasta se hace cada vez más inviable. Así se manifestó este miércoles pasado el candidato socialista Ximo Puig, quien en los encuentros de ValenciaPlaza Almuerzos VP adelantó su intención de paralizar la venta. "Lo que hay que hacer es no malvenderla", dijo, "porque ha costado 300 millones y la venderemos por 30 ó 40 millones". "Sé que hay empresas interesadas en poder invertir en ella, pero sólo las aceptaremos si hay un mapa claro", añadía.

En parecidos términos se ha expresado la candidata de Compromís, Mònica Oltra, según relata el presidente de la Asociación Valenciana de Productores, Ximo Pérez, quien explica cómo la diputada autonómica le transmitió que su intención no era vender.

Sus voces cobran más fuerza ante la indefinición que rodea a la subasta. La propia Generalitat ha sembrado de incertidumbre el proceso al anunciar que la venta no será completa, sino que habrá partes del complejo que no se venderán. Así el edificio de administración y el centro de estudios y de formación quedarán "fuera" de la subasta, según anunció el presidente de la Generalitat este pasado mes de febrero, y el primero se convertirá en el Palacio de Congresos de Alicante.

Esta vaguedad ha comenzado a sembrar la desconfianza entre los posibles compradores, quienes dudan de que finalmente se pueda llevar a cabo la subasta. Así, un abogado perteneciente a una de las ofertas españolas, aseguraba a ValenciaPlaza.com que todas las actuaciones de la Generalitat le parecían "una especie de burbuja". "Se supone que tienen que aprobar unas bases de la licitación que están destinadas a no vender todo el complejo, porque excluyen el edificio de oficinas. No es eso lo que dice la Comisión Europea", señaló.

Igualmente insistió en que la propia redacción del pliego de venta, tal y como se ha anunciado, podría ser tumbada por la Unión Europea. "El problema principal es la falta de transparencia. Si se vende como quiere el PP la Unión Europea lo rechazará. Trocearán los estudios de tal forma que no podrán ser estudios y al final ¿qué quieren que sean? ¿Secadores de jamones, como decía el bueno de Luis García Berlanga?".

Parecido escepticismo se respira en otra de las ofertas a adquirir el complejo. Fuentes cercanas al grupo Cinemar, compuesto por personas vinculadas a Francis Ford Coppola y empresarios alicantinos, transmitieron su convicción de que el pliego se ha pospuesto a después de elecciones. Los comicios, dicen, "van a condicionar mucho el futuro de Ciudad de la Luz", pero no se arredran. "Nosotros estamos a la espera. Cuando haya un escenario concreto sobre Ciudad de la Luz haremos un análisis de la situación y actuaremos en consecuencia, y haremos nuestra oferta", explicaron.

Si no se concretara la venta, la opción más viable sería el alquiler a largo plazo, un tipo de concesión que ya se intentó en su día con los Estudios Babelsberg de Alemania. Desde esta empresa alemana se hizo una oferta para arrendar Ciudad de la Luz a largo plazo, un mínimo de 20 años, con la única condición de que el abono fuera anual. Dicha propuesta fue analizada en su momento por el Consell pero rechazada porque se consideró desde la Administración valenciana que Europa la desestimaría, explicaron fuentes próximas a la operación. Estas mismas fuentes admitieron que "se podría volver a plantear" una opción de este tipo.

Sea por esta vía u otra diferente, Ciudad de la Luz podría tener así una segunda oportunidad.