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MADRID. Volvemos a un tema sobre el que ya hemos hablado largo y tendido en alguna otra ocasión. Y es que Grecia parece buscar siempre estar en el centro de todas las miradas económicas.
Desde el país heleno parece buscarse esta incertidumbre para favorecer acuerdos que llegan en la mayoría de las ocasiones de manera rápida. Ttoda esta búsqueda de tensión parece haberle salido bien hasta la fecha pero la cuerda cada vez se está tensando más la situación.
La situación económica de Grecia es delicada, una deflación preocupante, una tasa de paro superior al 25%, un endeudamiento de prácticamente del 200%, dato que indica el claro sobreapalancamiento de dicha economía y un déficit sobre el producto interior bruto en negativo. Pero lo más importante es la pésima confianza que tienen los inversores con respecto a la economía helena.
Si a ello le sumamos que la pasada semana la aproximación a Rusia por parte del Gobierno griego fue algo negativo para el mercado y vivimos unas caídas importantes en la renta variable. Debemos tener en cuenta que estos movimientos políticos buscan generar una incertidumbre que asuste no sólo al inversor, sino también a los acreedores. Lo peligroso del asunto es que llegará el momento en el que el mercado se tome peor el mantenimiento de Grecia en la zona euro que la expulsión o salida, ya que lo verá como un punto muy positivo.
Pero el gran problema es sentar un precedente y es el gran motivo en el que se apoya Grecia para tomar este tipo de posiciones tan persuasivas. La decisión y el problema es complejo; debemos tener en cuenta que la integridad de la zona euro quedaría dañada y la desconfianza sobre la misma sería muy importante lo que tendría un efecto contagio, que es lo que temen los acreedores sobre todo en el corto plazo generando un posible colapso. En el medio plazo podría ser una situación bastante positiva pero la incertidumbre sobre la solidez económica de la zona euro quedaría dañada de por vida, dudando de la credibilidad de la misma.
Las reuniones extraordinarias que hemos vivido últimamente denotan una preocupación real ante el tema de Grecia y la rareza con la que se está comportando el mercado augura inestabilidad hasta las reuniones importantes: la próxima reunión ordinaria es el día 10 de mayo, punto clave y de inflexión para la economía y los mercados. Europa se juega mucho, el gran problema es que se juega más que Grecia y eso parece saberlo Grecia, por eso se comporta de esta manera.
El siguiente pago al FMI al que Grecia debe hacer frente es de 752 millones de euros el próximo 11 de mayo, por lo que el próximo mes será clave para el futuro de la zona euro y del país heleno. Deberemos prestar especial atención a toda la situación y a la rareza económica que vivimos actualmente, esperemos que en este mes clave todo se solucione y no se haga lo que en ocasiones anteriores, dilatando en el tiempo el problema y no poniéndole solución.
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Jorge López es analista de XTB
Grecia lo estaba haciendo bien con el anterior ejecutivo. El problema es que las deudas se pagan. El podemos griego utilizó el populismo y el resto de países no está por la labor de ese populismo. Esto no es teoría de juegos. Europa lo ha dejado muy claro y Grecia tiene que volver a cumplir sus compromisos austeros por el rescate. Esto es un vivo ejemplo de que el populismo y la verborrea fácil engañabobos no conducen a nada y, de paso vamos ya reconociendo algún mérito al Gobierno de nuestro país
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