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VALENCIA. El Partido Popular de la Comunitat Valenciana se enfrenta a un examen definitivo el próximo 24 de mayo, día de las elecciones autonómicas y locales. La hegemonía de 20 años al frente del Consell puede verse truncada por una alianza de fuerzas de izquierdas, una posibilidad que la mayoría de sondeos publicados dan como factible.
En este escenario de incertidumbre e inquietud en las filas 'populares', los movimientos estratégicos internos se vienen prodigando entre los altos cargos del Gobierno valenciano así como en los cuadros orgánicos del partido: nadie quiere quedarse fuera de la rueda si se logra la gesta de mantenerse en el poder y, al mismo tiempo, todos quieren estar presentes en la 'jugada' del día después si se produce un fracaso estrepitoso en las urnas.
Una de las piezas clave en todas estas ecuaciones es la portavoz del Consell y titular de Educación y Cultura, María José Català. La exalcaldesa de Torrent es la responsable autonómica más joven del Ejecutivo y nadie niega su excelente proyección política: es más, cuenta con la simpatía de ministros como José Manuel García Margallo, que la señalan como el futuro del PP en la Comunitat Valenciana.
Català, con inteligencia estratégica, ya dio un paso atrás cuando hace meses se la situó en como una de las posibles sucesoras de Alberto Fabra. En aquel momento, el presidente de la Generalitat atravesaba un período de duda acerca de si sería el candidato de la formación 'popular'. Otro de los nombres que circuló por los corrillos del partido no solo en Valencia sino también en Madrid fue el de la consellera de Infraesturcturas y coordinadora general del PPCV, Isabel Bonig.
Ante esto, la portavoz del Gobierno valenciano ha maniobrado de un tiempo a esta parte para situarse como una férrea aliada de Alberto Fabra. Ha sido tal su implicación, evidenciada cada viernes en las ruedas de prensa posteriores al pleno del Consell en defensa de la línea oficialista, que a día de hoy se la señala como una de las principales colaboradoras del presidente de la Generalitat.
De hecho, distintas fuentes 'populares' han asegurado a este diario que Català ha asumido tareas propias de la campaña que en teoría corresponderían a Isabel Bonig como la negociación de los debates electorales o incluso parte de la organización de actos. En este sentido, diversos dirigentes del PPCV apuntan a su implicación en la cita celebrada el pasado sábado en San Miguel de los Reyes: la proclamación de Alberto Fabra como candidato en un evento con un marcado carácter estético y más bien minimalista.
En este sentido, fuentes 'populares' aseguran que Fabra confía también en Català de cara a las posibles negociaciones que deban desarrollarse a partir del día siguiente al 24M. Una circunstancia curiosa dado que la actual portavoz del Consell no dispone de un cargo orgánico en el PPCV del que se deduzca tal responsabilidad. Es más, atendiendo al puesto que ostenta Bonig la lógica iría encaminada a que fuera la número dos del partido la que llevara la batuta en esas negociaciones salvo en los momentos puntuales en los que el propio Fabra debiera adoptar el rol protagonista.
El mapa estratégico interno es complejo. En el PPCV dan por hecho que tanto los movimientos de Català como los de Bonig solo pueden entenderse con el horizonte de la sucesión del propio Fabra como telón de fondo. La portavoz del Consell mantiene una situación de proximidad con el presidente de la Generalitat que, de conseguir mantener el poder, le permitiría una merecida continuidad en puestos de responsabilidad. Ahora bien, si se produce la debacle el 24M, la gestión de la derrota le corresponderá a Fabra y Català optará por pasar a un discreto segundo plano a la espera de un salto posterior. Al menos, así lo creen un buen número de cargos intermedios del partido.
En cuanto a Bonig, otra de las responsables autonómicas que ha sonado para suceder al presidente, está bien relacionada con las direcciones provinciales del partido y con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. De hecho, como ya informó este diario, este es uno de los factores que ha llevado a incrementar la desconfianza desde Presidencia de la Generalitat hacia la dirigente castellonense. Así, la preferencia desde el entorno de Fabra a ceder determinadas responsabilidades a Català en detrimento de la coordinadora de campaña evidencia que Bonig no es, por así decirlo, la auténtica número dos del presidente.
¿Qué ocurrirá el día después del 24M? Si hay un buen resultado de Fabra que además le permitiera seguir gobernando -para ello necesiataría un acuerdo con Ciudadanos (C's)-, Català se perfila como una pieza relevante también en el siguiente Consell. De no ser así, las distintas fuentes 'populares' consultadas por este diario consideran que la actual portavoz necesitaría una "debacle global" del PPCV para tener opciones dado que Rita Barberá y los barones provinciales se inclinarían por Bonig. Una opinión que perdería valor para Madrid si todos hubieran salido derrotados en la cita electoral, lo cual beneficiaría las posibilidades de Català como sucesora.
Este pobre hombre no coneix a la Catalana...
Fabra se equivocó, políticamente hablando, desde el primer minuto que tomó posesión del cargo. Desmontó y desprestigió los logros positivos de su propio partido (que sin duda algunos ha tenido que haber) sin ofrecer alternativas positivas. Ha hecho de la lucha contra la corrupción el eje principal de su política y aunque esta es efectivamente un autentico cáncer de España, apenas penaliza cara a las elecciones, como se vió con Camps, que con una impresionante campaña de todos los medios nacionales en contra,....ganó por mayoría absoluta, o el caso Catalán, los ERE de Andalucia ect. Va a pagar con creces la injusta financiación de la Comunidad Valenciana y no porque sea en modo alguno culpa suya, sino porque solo con él de Presidente la opinión publica ha visto el ninguneo, llegando al desprecio del Gobierno central con la Comunidad Valenciana, la más leal de todas las autonomías. Las elecciones se ganan con mensajes positivos, nuevas ideas, nuevos proyectos....y Fabra se presenta con las manos vacías en este aspecto. Su falta de experiencia profesional o empresarial en el sector privado ha provocado que no sepa gestionar si no es a base de disponer de enormes presupuestos ,.......cuando la situación imponía, a falta de estos, gestionar con IDEAS, y actuar como captador de inversiones y Fabra ha sido incapaz de ambas cosas. En una empresa privada ante este panorama y estos resultados se actúa radicalmente, en horas, cambiando a todo el equipo directivo , para salvar el barco y a la tripulación..... en Valencia el PPCV han preferido hundirse todos juntos. Sea pues.
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