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VALENCIA. Por la escuela del CF Cracks han pasado numerosos futbolistas valencianos como José Luis Gayà (Valencia CF), Víctor Camarasa (Levante UD) o Pedro Chirivella, la joven promesa fichada por el Liverpool la pasada temporada. El club sigue ampliando la lista de jugadores que acaban jugando en las categorías inferiores de la Selección Española. Ese dato no pasó desapercibido para el Shanghai Shenhua, el mejor equipo chino. Ya había realizado alguna pretemporada en las instalaciones del CF Cracks, en San Antonio de Benagéber, y acaba de dar un paso más. Tras atraer a futbolistas de renombre como Nicolas Anelka (ex del PSG, Real Madrid o Arsenal, entre otros) decidió apostar por preparar mejor a sus propias promesas. Para ello adquirió en diciembre los derechos federativos del primer equipo del CF Cracks, actualmente en primera división regional. De repente, desembarcaron veinte jugadores chinos con su manager, Yan Xiang, y su entrenador, Shen Xiang.

Hasta el médico, Chui, que practica acupuntura, es chino, mientras el preparador físico, Lee, es coreano. Además del traductor, la disciplina del equipo solo cuenta con un español, Rubén Rodríguez, que se integró al proyecto tras concluir su aventura en la selección búlgara dirigida por el exvalencianista Lubo Penev. Encargado de realizar informes sobre los rivales, también hace las veces de segundo entrenador y se muestra gratamente sorprendido por las condiciones de estos jóvenes futbolistas: «Además de tener grandes condiciones técnicas y físicas, son jugadores que no se achantan, que van muy fuerte, siempre respetando al rival. Aquí vienen a compensar su déficit táctico y a aprender a superar las dificultades, porque allí ganaban por goleada casi todos los partidos mientras que aquí se encuentran con equipos que sueltan más la pierna». 

Rafa Gimeno, presidente de la entidad desde 1994 y cuya familia es propietaria de las instalaciones del club en San Antonio de Benagéber, muestra la misma satisfacción: «Llama la atención su grado de profesionalidad. Han venido para vivir el fútbol». Aunque recuerda que la llegada de los jugadores chinos solo afecta al primer equipo y que la filosofía del club sigue siendo la de formar jugadores desde los cuatro años de edad, no olvida agradecer la comprensión de los futbolistas y cuerpo técnico que se marcharon en diciembre: «Era un gran acuerdo para el club y, aunque fue difícil comunicárselo a la plantilla, casi todos lo entendieron y dejaron paso, incluso muchos de ellos juegan ahora en categoría superior», antes de añadir que «hoy en día es muy difícil asumir en el fútbol regional los gastos del primer equipo, y el Shanghai Shenhua soporta ese peso».

Lea el artículo completo en el número de abril de Plaza.