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Francisco Prado: "El fin de un lobby es crear, no generar tensiones, pero crear a veces supone pelear"

Plaza Privada / MARÍA COSTA. 06/11/2010
VALENCIA. Acaba de ser nombrado presidente del Propeller Club de Valencia, un lobby valenciano con socios como Vicente Boluda, Rafael Aznar, Manuel Casanova... Además es vocal de la comisión de asuntos marítimos de la Cámara de Comercio de Valencia. Pero no siempre fue así. Cuando perdió su empleo de periodista hace 17 años no tuvo mejor ocurrencia que crear un periódico portuario del que años más tarde surgiría el Grupo Diario, un grupo empresarial que integra Grupo Diario Editorial y Grupo Diario Imprenta, entre otras firmas. Su empresa cuenta con oficinas en Valencia, Barcelona, Madrid y Bilbao y una plantilla de 34 trabajadores. Pero Francisco Prado, "Paco" para los amigos, lo tiene claro en su vida privada: "Bailo sevillanas que me las pelo".



-De periodista a empresario de un grupo editorial, ¿cómo se hace?
-A veces las decisiones se adoptan por eliminación. Y quien piensa que te está fastidiando en el fondo te está animando a decidir. Trabajaba en un periódico y me quedé fuera. Solo sabía ser periodista. Así que creé mi propio diario. Ahora es el único con tirada nacional dedicado a la logística.

-¿Pasó de periodista a empresario, secretario, administrativo, comercial...?
-Y en alguna ocasión repartidor de mis periódicos... Pero tuve suerte. Logré ilusionar con mi proyecto a una serie de jóvenes universitarios que hoy siguen conmigo, y fuimos poco a poco. El 90% del empresariado que llega lejos es el que sufre, lo pasa mal y va construyendo. Eso hice. Con el ímpetu de la ilusión y la claridad en los proyectos se mueven más montañas que con salarios altos y espectaculares retribuciones.

-¿Su motivación fue no quedarse nunca sin trabajo?
-Sí. La fuerza del impulso se obtiene cuando sabes lo que no quieres, aunque no sepas a dónde vas. Cuando trabajaba como asalariado las vacaciones las pasaba trabajando en otra empresa. El miedo y pánico a quedarme sin nada me hacía correr. No corres tan deprisa detrás de un millón de euros como delante de un toro.

-Y ahora con tanto trabajo, ¿cómo vive su ansiedad?
-Pensando. Hay que parar y pensar, y contar con gente para delegar. Hay que soñar e imaginar porque ahí está el futuro.

-¿Cree que esa es la clave del éxito de su grupo editorial en los tiempos que corren?
-Si piensas en todas las empresas de tu sector que no van bien igual te rindes. Pero siempre me acuerdo de un amigo que tiene una cafetería y al lado otra. Mismo año, misma crisis. La suya está llena. La de al lado vacía. La verdad es que si bien el empresariado puede hacer poco porque ha sido saqueado por banqueros y políticos, tiene que buscar la forma de destacar, de ser único. Es complicado, pero es un buen norte.

-Y con el tiempo libre que le queda va y le nombran presidente del Club Propeller, ¿me puede explicar qué es?
-Una institución que se fundó en 1927 en Nueva York. Se creó para defender el transporte y comercio internacional. Tiene 13.000 socios en todo el mundo. En Valencia se fundó en 1997. Es único porque es intergremial, lo que significa que todos los aspectos relacionados con el amplísimo espectro de la logística tienen cabida en el club.

-¿El objetivo es crear un lobby?
-Es uno de los muchos objetivos. Nos interesa informar, formar, aprender... y en un momento dado pelear por algo.

-¿Valencia es tierra de lobbys?
-Pero teóricos. Hay muchas asociaciones que pretenden serlo, pero a la hora de pelear y enfrentarse al poder político se quedan en nada. El fin de un lobby es crear, no generar tensiones. Pero crear a veces supone pelear, tener voz.

-¿Al Propeller le tentará el Ulises de la política?
-Pretendo que sea un foro libre. Y si el político coincide con nuestros intereses, genial y si no, decirlo. A la empresa le entorpece el camino mezclarse con la política.

-Por cierto ¿no se plantearon cambiar el nombrecito?
-No lo hemos pensado. El logo es una hélice y un timón. Significa impulsar y dirigir. Tiene sentido para los objetivos del club.

-¿Los tiempos que corren son los mejores para potenciar el club?
-Sin duda. El 90% de los problemas de las empresas es la falta de comunicación y Propeller Club es un órgano de comunicación entre los socios y hacia el exterior. Todo lo que sea que los distintos actores de la cadena logística comuniquen distendidamente sin que medie, por ejemplo, un convenio colectivo o una negociación, es buenísimo para pelear contra la crisis.

-¿on socios como Boluda, la multinacional MSC y el Puerto de Valencia, entre otros, ¿ara qué quieren ser más famosos?
-Los socios lo son a título personal, no como representantes de las empresas o instituciones en las que trabajan. El club es el único foro que posibilita actualmente la reunión de todos ellos. Somos 84 socios tras la última junta, pero tenemos más solicitudes sobre la mesa. Casi hemos llegado al cupo máximo de 100 socios que nos hemos planteado.

-¿El resto de socios son tan conocidos como los anteriores?
-Hay de todo. Y esta es otra de sus ventajas. Tenemos directivos de empresas, pequeños empresarios, grandes... se citan la diversidad y amplitud y es un fiel reflejo del sector logístico valenciano.

-Si AVE ya tiene su 'AVE' ¿qué buscan ustedes?
-Las batallas en el sector logístico están muy definidas. Y son tan o más antiguas como la lucha por el AVE. El acceso norte al puerto de Valencia, la puesta en marcha de la zona de actividades logística, el corredor mediterráneo... Son caballos de batalla que sólo con verlos activarse ya sería un triunfo.

-¿Sin influencias cree que hoy en día se consigue algo?
-Sí, pero hay que pelearlo. Como empresario siempre he pedido a los políticos que no me quiten, otros piden que se les dé. Ahí se ha generado la crisis, en una estructura de especulación basada en la influencia, en compro por diez y vendo por doscientos.

-¿A qué club no pertenecería nunca?
-No le voy a decir lo de Groucho Marx.

-Bueno, en un futuro también me apuntaré...
-(Risas). No pertenecería a uno en el que me aburriera. A determinada edad no me planteo estar en sitios donde no consiga cosas y no me lo pase bien. Hay muchos sitios a los que la gente va por inercia y huelen a humedad. El tiempo, con la edad, es valiosísimo.

-¿Es caro ser miembro del Propeller?
-No, son 200 euros al trimestre. Organizamos un par de comidas al trimestre y muchos encuentros.

-¿Hablemos de sus aficiones?
-Uf, al final uno se olvida que las tiene.

-¿Tan mayor está?
-Bueno. Tengo mucha afición por el flamenco.

-¡Qué me dice! ¿Baila bien?
-Soy aprendiz de sevillanas, pero mover casi dos metros de altura con ángel tiene su gracia. Soy de los tres mejores de mi casa, aunque viva solo.

-¿O sea que lo próximo será una fiesta andaluza en Propeller Club?
-Bueno, el que la gente hable y se conozca te lleva a grandes sorpresas. La gente puede estar 30 años negociando y no conocerse y de repente en una tarde distendida se conocen aspectos realmente interesantes, de los que pueden unir tanto o más que los negocios.

-¿Le gusta la espeleología?, por decir algo...
-No. Me gusta mucho el turismo rural. Creo que antes de ir a ver piedras a seis mil kilómetros pueden encontrarse otras de igual belleza más cerca.

-A los grandes empresarios les gustan los deportes de riesgo, ¿y a usted?
-El mayor deporte de riesgo que conozco es mi empresa. Además soy el único empresario que conozco que es pesimista. Si es raro para un pesimista ser empresario, que practicara deporte de riesgo sería igualmente extraño.

-¿Y se lo ha hecho mirar?
-No. Sientes optimismo pero piensas pesimismo. Soy gestor de problemas. La empresa no me paga por gestionar bonanzas. Mi trabajo son las adversidades. Con ellas es cuando más me activo. Así nos va muy bien.

-Una pregunta que hago a menudo: ¿Cuál es el secreto de su éxito empresarial?
-La imaginación, y quizás que mi familia es mi empresa y mi club... y ademá es un ahorro, aunque sea un poco duro leer esto.

-Vamos, que piensa seguir soltero unos años más...
-¡Oiga, que no es fácil mantenerse soltero! Es una pelea diaria. Es broma. Eso sí, estar soltero te proporciona tiempo y dinero extra y ambos los he invertido en mi empresa.

-¿De qué más clubs es socio?
-Nunca he sido partidario de estar en clubs. Soy tímido y asocial. A algunos socios amigos les costó años convencerme para que entrara en el Club y otros tantos para que fuera presidente...

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2 comentarios

Gema Roma escribió
26/03/2014 18:31

Enhorabuena por la entrevista....sí señor, Un saludo!!!

José L. Claros B. escribió
08/11/2013 13:49

Bonita entrevista. Buenas preguntas y mejores respuestas, alejadas del simplismo y superficialidad a las que estamos acostumbrados. Un placer leer cosas así; con valores y entretenida. Enhorabuena a ambos

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