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VALENCIA. La infrafinanciación por parte del Estado a la Comunitat Valenciana es un hecho reconocido por todos los partidos políticos en la región y por los expertos, tanto independientes como vinculados a las instituciones. Sin embargo, desde el Gobierno apuntan a que no se revisará hasta julio el sistema de financiación autonómica para abordar el problema de las comunidades más perjudicadas por el actual.

Por ello, Compromís ha propuesto un nuevo modelo que pivota sobre claves como que las comunidades autónomas recauden sus tributos y paguen una parte al Estado. Así lo han recogido en el documento "Concierto Económico Responsable", en la que concreta la propuesta de Compromís para una financiación más justa y que ha sido elaborado por el economista Josep Melero. ¿La clave? Virar hacia los modelos que actualmente tienen País Vasco y Navarra donde se da mayor autonomía fiscal a las comunidades.

Desde Compromís en el modelo de financiación de 2009 hay mejoras significativas, como la creación del Fondo de Garantía un fondo común al que las autonomías aportan gran parte de sus recursos tributarios para luego repartirlos en base a la necesidad, o la introducción del concepto de población ajustada utilizada para el reparto.

Sin embargo, el problema llega con el resto del sistema y el reparto del grueso de las trasferencias del Estado a las comunidades autónoma, ya que no ha logrado resolver los problemas de equidad que obligaron a la reforma del sistema anterior. Para Compromís tampoco es bueno desde el punto de vista de la solidaridad ya que ha permitido que comunidades autónomas con niveles de renta y gasto público per cápita por debajo de la media española financien a otras autonomías con mejores indicadores.

Según recoge el informe, los valencianos han recibido desde la entrada en vigor del Estado de las autonomías menos dinero por habitante que la media de los españoles. Los valencianos es la décima autonomía española en renta per cápita, sin embargo es la tercera contribuyente neta en tanto por ciento del PIB. ¿Qué hacer al respecto?

1.     Publicación de las balanzas fiscales de forma obligatoria: "El Estado democrático español actual se ha caracterizado por la falta de información estadística oficial respecto de las balanzas fiscales entre territorios", recoge el informe". Esto provoca que no se sepa qué aporta cada autonomía al Estado y qué le devuelve en servicios, subvenciones, transferencias, prestaciones e infraestructuras.

2.     Que las balanzas fiscales tengan las métricas adecuadas: A partir de ahí, según explican, sería la publicación de estas balanzas fiscales con carácter anual y obligatorio y una memoria territorializada con la inversiones realizas en las autonomías y no con las previstas. Pero también critican que hasta ahora en España las balanzas públicas en 2008 han utilizado el criterio del beneficio a diferencia de otros Estados federales del mundo y de la propia UE, que utilizan el flujo monetario.

Lo que se realiza en España provoca que las grandes inversiones en infraestructuras públicas en Madrid o el gasto de los sueldos de los 400.000 funcionarios que hay en Madrid se computan a todo el Estado a pesar de que Madrid utiliza casi en exclusiva estas infraestructuras. "Esto es lo que permite obtener un déficit fiscal madrileño mayor o igual que el catalán, mallorquín o valenciano".

3.     El déficit de la Comunitat Valenciana no debe superar el 3% de su PIB: Según las estimaciones del Ministerio de Economía, y aplicando el criterio de beneficio, lo valencianos tienen un déficit de 3.000 millones de euros y del 3,62% respecto del producto interior bruto de la Comunitat.. Sin embargo, con el de flujo monetario este sube al 6,3%. Con lo cual la cifra varía mucho. Según detalla el informe, estudios realizados en países de carácter federa o confederal vienen a decir que el déficit óptimo de las regiones contribuyentes netas no debería superar el 3% de su PIB.

Este modelo es el que utiliza la UE, esto implica que hasta 2004 los valencianos fueran incorporados a los países más pobres de Europa como objetivo 1, es decir, como región europea con una renta inferior al 75% de la media europea. Esto implicaba que mientras Europea consideraba a la Comunista como receptora neta de fondos el Estado español la consideraba contribuyente de las arcas del Estado.

4.     Corresponsabilidad de los ingresos fiscales: La diferencia existente entre la descentralización del gasto y la descentralización de los ingresos ha generado un modelo de descentralización asimétrico donde las autonomías tienen mucha capacidad para gastar pero poca autonomía financiera. Esto se denomina falta de corresponsabilidad fiscal. "La ausencia de competencia en materia impositiva supone en la práctica la eliminación del límite psicológico a las políticas expansivas del gasto público y por tanto se incentiva el gasto público", destaca el informe.

Esto provoca que el contribuyente desconozca cómo se financian los gastos autonómicos, dificultando du penalización a través del voto. "Cualquier reforma del modelo de financiación del País Valenciano debe figurar como cuestión previa la necesidad de delimitar el nivel práctico y material de una auténtica responsabilidad fiscal".

5.     Es necesaria una Agencia Tributaria Valenciana: Para poder llevar a cabo este modelo es necesario tener un órgano que gestione, recaude y liquide todos los tributos soportados por las personas físicas y jurídicas. Para la creación de esta agencia deberán establecer los mecanismos y el calendario que en ningún caso debería superar los dos años. Para el tiempo de transición quieren crear un Consorcio de Traspaso entre ambas agencias. Esto permitirá transferencia absoluta.

6.     La financiación por habitantes, siempre superior a la media: "Ésta no debe desvirtuar el sistema  de financiación autonómica , ni convertirse en un elemento central en torno al que se constituya su corpus normativo", explica.  El principio de solidaridad contenido en la Constitución y la Lofca establece la necesidad de que el gobierno central efectúe redistribuciones territoriales de recursos para reducir las diferencias entre autonomías.

En lo referente a este punto en el nuevo modelo de financiación autonómico se deberá cumplir un principio de mínimos y que pasa porque cualquier territorio con renta per cápita inferior a la media y un esfuerzo fiscal igual o superior a la media, la financiación por habitante deberá ser de forma obligatoria superior a la media. "No hay que confundir solidaridad con reequilibrio territorial".

7.     Un órgano para la negociación bilateral: Para poder llegar a las negociaciones finales en el seno del CPFF hay que implementar un órgano de coordinación entre la Administración Central y la Autonómica valenciana para coordinar las liquidaciones anuales y velas por el cumplimiento de los plazos establecidos. Este grupo será llamado Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales Estado-Generalitat.

8.     Reforzar el papel del CPFF: Esta propuesta de Compromís también ve necesario reforzar el papel del CPFF otorgándole un carácter permanente y fiscalizador del cumplimiento de los pactos y de revisión de su buen funcionamiento.

9.     Reforma en profundidad del Senado: Se hace necesaria una reforma en profundidad del Senado de modo que pase a ser una cámara de representación territorial a imagen de los Estados con la organización federal con la finalidad de dotar estabilidad al sistema y dotarlo de un foro de discusión propio.

10. La financiación valenciana no debería situarse por debajo de los 20.000 millones: "La financiación autonómica valenciana no debería situarse en ningún caso por debajo de los 20.000 millones de euros anuales, una cifra que no se alcanzará ni situando los recursos recibidos per cápita en el entorno de la media, ni tampoco con el reconocimiento de la población censada en el País Valenciano, dado que con estas circunstancias y con el modelo actual solo se podría obtener alrededor del 1.000 millones de euros adicionales, lo que situaría la financiación valenciana en el entorno de los 11.500 millones de euros anuales.