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PLAZA DE SALIDA - Opinión

Decadencia burguesa

JESÚS TERRÉS /FOTO: V. BOSCH. 16/03/2015 «Era la época de las sobremesas eternas en Civera (nuestro Lhardy) o en Aragón 58; la paella en Casa Carmela y las anchoas de Casa Montaña»

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VALENCIA. "No es verdad que en España se folle poco. Lo que pasa, joven amigo, es que siempre hemos follado los mismos ». La enorme frase se le atribuye a César González-Ruano tras alguna mesa de caoba del castizo Café Gijón, pero no me resulta tan difícil imaginarla hace no tanto frente a un dry martini en la barra del valenciano Aquarium (Gran Vía del Marqués del Turia, 57) a la hora del aperitivo.

Me gusta la frase (cuyo oyente era un joven Francisco Umbral) porque encierra en tan sólo veinte palabras equidistantes dosis de inteligencia, sarcasmo y mala follá. Quizá el reflejo de otra época, quizá hoy no estamos para dobles sentidos ni para más sarcasmo que el de la publicidad de tu banco: «Contamos contigo». Hablamos de ésta y aquella otra época en este oasis de la burguesía valenciana del Ensanche que es todavía la casa de Indalecio García donde se confunden generaciones pasadas y chavales con jersey de cashmere y pulseras de Cruciani. ¿Qué queda de la Valencia «bien de los 60 y 70? ¿A qué se dedica hoy (si es que queda) la alta sociedad de "la terreta"?

No hace tanto las grandes familias paseaban su ‘dinero viejo' (que es el bueno) en la taberna de Los Madriles o en Les Graelles (de los Barrachina). Familias como los Serratosa (históricos propietarios de Air Nostrum hasta hace nada), los García-Guzmán o los Martínez Colomer: constructores y empresarios como Ernesto, del que se decía no viajaba sin su cardiólogo.

A veces residentes en el microuniverso de Santa Bárbara, también en Náquera (como la familia Ros Casares, los Lluch, Vic o los Gómez-Trénor). Entonces (me dicen) las fortunas no se avergonzaban de serlo y se mostraban como tal, el visón en guardarropía de la sala Rialto con el chófer en la puerta y los langostinos con su Jerez en la Taberna Alkázar, poco antes de la faena de las cinco de la tarde en la Feria de Fallas. Nunca Valencia brilla tanto como Valencia en primavera. "Señoras de" vestidas con paños de Balenciaga en la boutique de Presen Rodríguez y las joyas de Giménez. También la Valencia de intramurs, como los Noguera, los Gómez-Lechón o los Pechuán (cines ABC).

Era la época de las grandes marisquerías y las sobremesas eternas en Civera (nuestro Lhardy) o Aragón 58; la paella en Casa Carmela, los almuerzos en Don Pablo y las anchoas de Emiliano García de Bodega Montaña. Los veranos en Xàbia y los inviernos en las pistas de Baqueira. ¿Qué queda de todo aquello? Pese a los excesos, aquella Valencia respiraba una cierta elegancia que hoy huele un poco a rancia decadencia; una época cuyo brillo se apagó, como las persianas de Jockey o Balzac (grandes templos del "dinero viejo" de Madrid, cerrados a lo largo de este último año). Una clase alta desaparecida (¿dónde están?) tras el armageddon del ladrillo y los nuevos ricos con esloras de treinta metros en el Naútico. ¿Dónde están los herederos de aquellas familias? ¿Dónde se mueve hoy el dinero en Valencia? Hablamos de la "gente bien" de este hoy tan gris frente a un steak tartare perfecto en una mesa con mantel de lino en Askua, templo (durante la última década) de las grandes comidas y los grandes nombres de la banca y la política.

Pero ya no queda nada de todo aquello: fiestas en "casa de", el sushi en Komori o la última copa en Valen&Cia. El arròs a banda de los domingos en Duna o las mesas frente a la Marina Real de Raúl Aleixandre en Vinícolas, pero ni rastro de elegancia ni "niñas bien" en una noche más bien zafia: los gin-tonic de balón en Clandestino o la pista de Las Ánimas. Quizá los vástagos de aquellas familias huyeron de esta Valencia provinciana y vendida al "yo más". Quizá se esconden. Quizá murió una parte de nosotros mismos. Ojalá.

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5 comentarios

José Delgado escribió
17/03/2015 11:26

Las otras clases sociales también son poéticas.. Todo lo q sube debe bajar.

juan C. Ugarte escribió
17/03/2015 10:13

" Se equivoco la paloma...." La burguesia valenciana sigue estado viva y coleando con caras y apellidos ilustres como Los Serratosa, Girona,Noguera, Gomez-Trenor,Miralles, Nebot,Pechuan,Royo, Casanova, Sanchez de Leon,Puigmolto, Moroder,Mompo,Cotanda,Lis, Coll, Reyna,Cuadrado,Brines y alguno mas que conocido y acaudalado. Se les caracteriza por ser gente sencilla, austera y sin pretensiones. Que viven muy bien en sus casas y que les gusta pasar desapercibidos, sin estridencias ni ostentaciones, (no van con barcos de 30 metros ni con Cayenne ni BMW con alerones, ni relojes de oro ni ostentosos de nuevo rico, indumentaria discreta de la de siempre). Son gente que trabaja, que no vive de rentas, que administran e incrementan sus patrimonios como cualquiera. Por eso pese a la crisis siguen siendo las principales fortunas de Valencia, aunque ni aparezcan en la lista Forbes ni en el Hola!.Hay que reconocer que tienen su merito porque una fortuna cuesta de hacer y mas de mantener y generacion tras generacion se trasmite como el ADN.

héctor escribió
17/03/2015 09:27

Las anchoas eran en Casa Guillermo.

17/03/2015 08:16

Buenos días Sr Jesus Terres; la misma pregunta se hacen en grandes y pequeñas ciudadades aquellos que conformarón esa forma de vida.- Las cosas han cambiado para bien o para mal.Siento incluinarme que para mal.La mala educación el "todo vale" son las señas de identificación de de este actual siglo 21. Y no me vengan con la mandanga de que es la politica es una forma de entender las cosas.Casa uno estaba en su lugar y nadie sacaba la navaja por subir escalones se subian o no.Ahí se ha quedado la nostalgia por lo que fué que ya no volverá ser pero, para algo sirvio ¿o no? Alejandro Pillado Marbella 2015

Juan Pérez Balaguer escribió
17/03/2015 08:00

La crónica indica un lugar que no era ni mucho menos de la época, es bastante posterior. Las anchoas de Montaña, pero las de los anteriorres dueños, y faltan sobre todo las de Guillermo.

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