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VALENCIA. Caja de resonancia o jaula de grillos, depende de cómo de fino tenga el oído quien escuche las peticiones de estos 12 personajes, unidos sin más coincidencia que su variada implicación en los hechos culturales de la ciudad. Se les sugirió que, imaginando la llegada de nuevas manos al timón cultural de la ciudad (la imaginación es la palanca de la creatividad), plantearan una batería de sugerencias. 

—¿Qué le reclamarías a los futuros gestores culturales que lleguen a la Plaza del Ayuntamiento?

Carmen Calvo, artista y premio nacional de Artes Plásticas en 2013: "Que los puestos estén ocupados por profesionales competentes decididos a traer proyectos que puedan dar a la ciudad un perfil de arte que había perdido. Y esto sólo lo pueden hacer los profesionales. Que salgan a concurso los puestos, así los artistas tendremos gente que nos pueda representar. En el IVAM ya se ha producido un cambio muy importante, y ya se manifiesta otro perfil diferente". 

Nacho Lavernia, premio nacional de Diseño 2013: "Después de la destroza generalizada que ha habido en estos años, creo que es mucho esfuerzo el que hay que hacer. Ir recuperando el estado de las cosas ya va a ser una tarea enorme, o sea, que más que pedir les deseo suerte y fuerzas para llevarla a cabo. Y si es posible, que aparten la política de la gestión y que no sean provincianos. Tenemos un modelo extraordinario en el que ver lo que se debe y lo que no se debe hacer: el IVAM de los primeros años frente a la deriva de la última y nefasta época. Cortés y el sistema por el que ha sido elegido me han hecho recuperar la esperanza. Y en esas estoy". 

Norberto Piqueras, coordinador de exposiciones de La Nau: "La ciudad tiene que definirse y reconocerse a través de sus excepcionales y singulares barrios históricos, clave para activar un sector apenas esbozado: el turismo cultural. La ciudad tiene que activar una planificación rigurosa de los museos y espacios expositivos vinculados al municipio, prácticamente desnortados desde hace décadas. Y elaborar un plan donde se diseñen fórmulas reales de actuación que eviten la arbitrariedad, la opacidad, las megalomanías y el clientelismo". 

Dani Nebot, premio nacional de Diseño 1995: "Le pediría unas grandes orejas para escuchar a aquellos que trabajan en la cultura contemporánea, a los que se esfuerzan en recuperar y dignificar nuestro legado histórico, a los que, desde la base, trabajan en programar actividades culturales. Unos ojos enormes para ver más allá del ombligo y observar el mundo. Una voz atronadora para reclamar los medios necesarios para construir una sociedad donde la cultura sea la base de la convivencia". 

Miquel Àngel Landete (senior), cantante: "Hay tres parámetros a los que los gestores culturales (esperemos que nuevos) de esta ciudad deberían atenerse: calidad ligada a la creación, transversalidad ligada a la educación e integración ligada a la marca Cultura Valenciana. Por ejemplo, habilitar espacios en calles y plazas de la ciudad, promover el arte en la calle despenalizándolo. Todos estos factores, vehiculados preferentemente con el valenciano como hecho distintivo, característico y propio, ayudarían a empezar a crear un tejido social-cultural que revertiría en el beneficio de la ciudad y de todos sus habitantes".

Marisol Salanova, crítica de arte y comisaria de exposiciones: "A esos nuevos gestores culturales les espera una ardua tarea por delante, a saber, la de estimular el tejido cultural de nuestra ciudad de manera tal que se posicione internacionalmente sin dejar de lado al ámbito local, sin perder el norte, sin marginar ni favorecer a nadie por encima de nadie, a través de procesos transparentes, con criterio y honestidad. Creo que los primeros pasos que estamos viendo en esa dirección son los de José Miguel Cortés y su equipo en el IVAM, pero aún queda mucho por hacer".

Gabi Ochoa, director de cine y dramaturgo: "Hola. Debes estar acojonado/a. Llevamos años esperándote. Muchos. Hemos/han depositado todas las esperanzas en ti. Y creemos que lo harás bien. Ánimo y no pierdas el aliento en esta dura batalla. No hay que salvar la cultura valenciana. No nos equivoquemos. Hay que hacerla visible. Es la hora de los creadores. Utiliza el código de buenas prácticas. Para eso está, para eso hay instituciones que funcionan tan bien con él. Que quien gestione el teatro, cine, música, artes valencianas sea el más preparado, el que mejor currículum tenga, el que traiga las propuestas más atractivas por un concurso de méritos. Fuera cuñados/as, hermanos/as, amigos/as, maridos/mujeres, mientras no estén preparados. Ya los hemos sufrido. Invirtamos en "vender" alguna cosa más que sol, playa y fiesta. Somos la ciudad europea que más Erasmus recibe. Hagamos que se enamoren también de nuestra cultura. Estudia los ejemplos de éxito cultural de ciudades y regiones como la nuestra, propón, arriesga, pierde o gana, pero haznos más alegres culturalmente hablando. Te estamos esperando con los brazos abiertos". 

Pau Rausell, director de Econcult (Universitat de València): "Le pediría que en una legislatura el conjunto de los ocupados en sectores culturales y creativos se situara entre el 8 y el 10% de la población. (Madrid, Barcelona, Sevilla y Bilbao están por encima de Valencia en este aspecto). Que el presupuesto en cultura del Ayuntamiento de Valencia se ubicara entre el 8 y el 10% (ahora están en menos del 5%). Que se replantearan los modelos tradicionales de la política cultural, proponiendo intervenciones donde en cado una de ellas estuvieran definidos los objetivos y se plantearan mecanismos de monitorización y control sobre los objetivos. Modelo prueba y error".

Carlos Madrid, director del festival La Cabina: "Deberían hacerse reuniones a propuesta del responsable de cultura para preguntar a los gestores de proyectos cosas fundamentales: qué puede hacer la institución por vosotros. También creo que los proyectos que hacen una  propuesta internacional (ya sea de música, cine, teatro...) deben mirarse con el mismo interés por parte de la institución que  aquellos que potencian lo local. Hay mucho talento local que potenciar y debe hacerse, pero no podemos dedicar todo el tiempo a mirarnos el ombligo".

Juan Lagardera, comisario de arte, editor: "Estudiaría la fusión de la orquesta sinfónica de Valencia con la del Palau de les Arts siguiendo el modelo de la Filarmónica de Viena, pero daría mucha más vida a Les Arts trasladando allí el conservatorio superior o, al menos, centros de altos estudios musicales, para convertir ese lugar en un espacio activo las 24 horas del día todos los días de la semana. Hay que proseguir con la tarea de reordenar los museos municipales, que son muchos y alguno carece de sentido (el de Historia de la Ciudad, por ejemplo), y darle contenidos a los diversos contenedores existentes... aunque la tarea fundamental de la política plástica debe recaer en el IVAM y en el San Pío V, donde no sé por qué no existe representación alguna de la ciudad en ninguno de sus estamentos. El primer museo parece ir enderezándose, pero el segundo va a la deriva: hay que dirigirlo con profesionales y con un programa especializado. Pedir un Caixaforum en la ciudad y darle un adecuado uso al edificio casticista del Banco de Valencia, y recuperar inversiones bancarias para la cultura: el Santander, Bankia, el Sabadell, el BBVA no ponen ni un euro en casi nada".

Pablo Noguera, artista: "Demandaría a los nuevos gestores culturales de la ciudad dar cobertura mediática y apoyo generalizado a la sociedad civil cultural, a las actividades independientes (Intramurs, Russafart, CVO, Cabanyal Portes Obertes,...), revitalizar los espacios culturales existentes (teatros independientes), y facilitar los permisos para eventos culturales en la ciudad, especialmente cinematográficos. Me gustaría que no perdiésemos el alto nivel Palau de les Arts y hacer del Museo Príncipe Felipe el lugar de encuentro entre empresa y universidad vía la ciencia: hacerlo vivo. Les pediría que apoyasen a los pequeños museos privados y el definitivo lanzamiento del centro de interpretación de Sorolla, sostener la independencia de los directores de museos públicos y (last but non least) se hace urgente la incorporación del uso del valenciano de forma generalizada".

Edu Reptil, escritor y periodista: "Mi petición sin duda sería la siguiente: es necesario permitir la utilización de espacios públicos con fines culturales, que se pueda acceder a ellos de un modo ágil y sencillo; luchar para levantar las restricciones abusivas que están estrangulando a las zonas ZAS, dar ayudas o medios a las iniciativas locales de calidad -ya sean individuales o colectivas- para que puedan desarrollar su actividad, recuperar edificios o solares en desuso y rehabilitarlos para que sean empleados como núcleos culturales, artísticos y de ocio de la ciudad. Hay que mantener las propuestas que ya están en marcha y posibilitar el surgimiento de otras nuevas. Hay que detener el culturicidio."