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VALENCIA. La deuda de la Comunitat Valenciana aumentó en casi 5.000 millones de euros en el año 2014. Es el segundo mayor incremento de la historia de la autonomía, solo superado por los 9.000 millones en quye se incrementó la deuda en 2012 cuando se afloraron todos los impagos que el entonces Consell de Francisco Camps llevaba acumulando en los cajones durante años.

Los 4.917 millones de euros en que aumentó la deuda valenciana en 2014, elevando el montante total hasta los 37.376 millones, es tres veces más de lo que inicialmente autorizó el Gobierno a la Generalitat a principios del año pasado para todo el ejercicio. 

Aunque se supone que en 2012 la Generalitat puso su contador de impagos prácticamente a cero en impagos, convirtiendo el pasivo comercial en financiero con el consiguiente tirón del total de la deuda, lo cierto es que no fue así. La infrafinanciación de la Comunitat Valenciana implica un problema de largo recorrido. El año 2013 la deuda creció 2.900 millones de euros, una cantidad que era el déficit autorizado para ese año más coletazos de impagos y del déficit del ejercicio precedente. 

Pero esa cantidad fue del todo insuficiente para poder contener el gasto de la Generalitat, muy superior a sus ingresos, lo que provocó de nuevo una acumulación de facturas impagadas. En 2014 de nuevo el Consell tuvo que echar mano del Gobierno para poder regularizar sus cuentas, pese a lo que siguió muy por encima de lo autorizado por la ley de estabilidad en el tiempo de pago a sus proveedores.

De los 4.917 millones que se incrementaron el año pasado, la mayor parte corresponden a los créditos extraordinarios del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). No se trata, como insinuó la consellera portavoz, María José Català en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell, de los vencimientos de deuda correspondientes al ejercicio.

Aunque la Generalitat echa mano del FLA para atender los vencimientos de deuda del año en curso, en realidad lo que hace es refinanciar esos créditos, es decir, en lugar de deberle el dinero a un banco se lo debe al Estado. Pero la deuda no baja.

Es decir, la nueva deuda adquirida por la Generalitat es fruto de la incapacidad del Consell para ajustar sus gastos a sus ingresos, fruto de la infrafinanciación endémica que padece. Pero además, tras la decisión del Ministerio de Hacienda de rebajar los tipos de interés que cobras a las autonomías por el FLA a un margen residual la Generalitat parece haber renunciado a ajustes.

Pero que el coste de la deuda ahora sea poco no implia que también lo sea en el futuro, ya que los tipos de interés oscilan. Además, el dinero hay que devolverlo o esperar a que el Gobierno, que a final de año será el tenedor de casi dos terceras partes de la deuda valenciana, acceda a una quita.

Mientras tanto, la deuda de la Generalitat superará los 40.000 millones a finales de este año. Eso supondrá más de un 40% del PIB valenciano. Más del doble que hace cinco años.

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