El grupo popular quita hierro a la falta de control del IVF a las cajas mientras que carga contra el Banco de España, justo lo contrario que el grupo socialista
VALENCIA. La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), nació de la fusión, entre otras, de la Caja Provincial de Alicante con la Caja Provincial de Valencia. Una entidad que llevaba a sus espaldas más de un veintena de pequeñas cajas integradas además de 136 años prestando servicios, llegó a su fin tras ser intervenida por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en 2011, debido al gran agujero en sus cuentas por la nefasta gestión de sus últimos directivos que se lucraron de ella en plena ruina de la caja, y que soportó un fallido intento de fusión para acabar en manos de Banco Sabadell por un euro.
Con todo este panorama, hace más de tres años se abrió una investigación sobre el proceso que llevó a la intervención de la entidad por parte del Banco de España. Tres años que han servido para que los partidos refrenden las conclusiones que ya tenían antes de empezar la investigación, pero eso sí, al menos, algunas de las acciones calificadas como poco éticas han salido a la luz y además contadas por sus propios actores y espectadores.
Enrique Pérez Boada y Jorge Vela, ex directores generales del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) o Modesto Crespo, expresidente del Consejo de Administración de la CAM, junto a otros 76 comparecientes, pasaron por Les Corts en estos más de 1.000 días. Los grupos de la oposición hacen referencia en sus dictámenes a que el PP ha "vetado" algunas comparecencias que consideran que eran fundamentales. Entre otras, la del expresidente de la Generalitat Francisco Camps y los exconsellers de Hacienda Gerardo Camps y José Manuel Vela.
Este jueves el grupo popular en solitario aprobó una propuesta de dictamen con propuestas de la oposición que demuestra que hasta las investigaciones prologadas en el tiempo desembocan en los intereses partidistas. El grupo popular y el socialista tienen distintas percepciones de quién tiene las culpas, que se desplazan entre el IVF y el Banco de España con variada gradación.
"Se podría exigir al Instituto Valenciano de Finanzas haber obrado con mayor diligencia las funciones de control", apunta el texto del PP sobre el órgano que ellos presidían durante su gobierno. Sin embargo, encuentraron un problema. "El IVF, aunque era conocedor de los requerimientos que el Banco de España hizo a la CAM, éste no les hizo llegar las conclusiones parciales, algo que sin duda impidió el deber de diligencia que hubieses sido deseable".
Aunque reconocen que el IVF podía haber pedido y no lo hizo la información para ejercer su labor, "velar por el cumplimiento de la normativa en materia de transparencia" y "haber ido más allá" de forma independiente, su fallo no fue tan estrepitoso como el realizado por el Banco España, liderado por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y nombrado por el PSOE.
"El Banco de España ha fallado de forma palmaria y evidente en los mecanismos de control y responsabilidad que le otorga el ordenamiento jurídico como órgano supervisor", apuntan. "El Banco de España, sin ninguna duda, pudo haber cometido una dejación grave de sus responsabilidades al no vigilar y controlar debidamente las actuaciones de la entidad". Insisten en que la inspección estaba presente desde hacía años y no fueron capaces de detectarlo.
Y MIENTRAS, EN EL PSPV...
"Ha quedado acreditado en distintas intervenciones que el Instituto Valenciano de Finanzas no hizo ninguna inspección a la CAM ni la supervisó en modo alguno", recoge la visión de los socialistas. "Esta comisión constata que el IVF hizo dejación total de las competencias que tiene atribuidas respecto a la CAM". Sin embargo, respecto al Banco de España, asegura que desarrolló sus funciones de supervisión de la CAM por medio de las inspecciones "que fueron endureciéndose con el paso del tiempo a medida que se detectaban deterioros en las cuentas de la caja de ahorros".
Aseguran que éstas pasaron de ser anuales a ser varias, con diversos objetivos y que las recomendaciones y requerimiento de los inspectores de Banco de España fueron enviadas a la institución y al IVF. "El Banco de España, a diferencia del IVF, sí que cumplió con la normativa vigente en cuanto a sus funciones de supervisión de la CAM". Eso sí, sobre los órganos de las entidades, el consejo de administración y la comisión de control, los dos coinciden en que tuvieron actuaciones imprudentes, que buscaron su beneficio personal y atribuirse sueldos desorbitados.
ZAPLANISTAS CONTRA CAMPISTAS
El exconsejero de la CAM Ángel Óscar Strada Bello, y recogido por los socialistas, recogen la guerra entre seguidores de Eduardo Zaplana y Francisco Camps. "El Gobierno valenciano y el PP no respetaron la necesaria independencia de los órganos internos de la CAM", aseguraba el exconsejero. "El Consejo de Administración fue campo de batalla entre los consejeros nombrados por el PP seguidores del Sr. Zaplana y los seguidores del Sr. Camps, extendiendo al consejo de la CAM la batalla por el poder que libraban zaplanistas y campistas en Alicante".
"La guerra abierta por el control de la CAM llevó a que se implicaran en ella sus directivos, así como el director general Roberto López Abad, en correos electrónicos, que plasma sus acuerdos con Gerardo Camps para que él y el campismo controlasen la CAM". No obstante, da la sensación de que falta por todas parte algo de autocrítica a los representantes de todos los partidos políticos que estaban dentro de los órganos de administración.
No deja de ser curioso el relato de cómo se elegían los impositores, las que deberían haber sido figuras principales de las cajas y que recoge Compromís. "Un buen día se presentó el director de mi sucursal y me dijo que había salido en un sorteo como impositor y que si aceptaba el colaborar con la CAM. Le dije que sí, que estaría muy honrado de ayudar en una corporación bancaria en la cual hay una obra social, y encantado de colaborar con ellos.
Entonces, empezó así, a pesar de que después de la citación de..., que había salido como impositor, acudí a Alicante a unas elecciones en las cuales había dos grupos, y a mí me metieron en el grupo de Vicente Sala y después de..., que al final no hubo votaciones, sino un arreglo entre todos, yo salí de impositor con el grupo de Vicente Sala y votado por todos los asambleístas".
Los impositores debían de salir por sorteo. "Se trataban de elecciones manipuladas que tenían el objetivo de que el cuerpo de impositores fuera dócil a las decisiones que se tomaban", apuntan desde Esquerra Unida. "Algunos se referían a ellos como el ‘partido de la dirección' frente a los representantes institucionales o los sindicales".
No tengo memoria de ninguna comisión de investigación parlamentaria que no haya llegado a conclusiones partidistas. Serían suprimibles por ineficaces. Es uno más de los muchos paripés de la pseudodemocracia que tenemos. Y, en este caso concreto, es de mucha ingenuidad haber esperado algo constructivo de esta comisión. Si se ha cuestionado, muy bien cuestionado, el papel de los políticos en las cajas, quién puede pensar que van a ser mejores investigando ellos mismos su papel en estas entidades.
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