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VALENCIA. Lanzadera, el proyecto impulsado por Juan Roig y que hace dos meses amplió a 25 proyectos tras destinar un millón de euros más a los emprendedores en su tercera edición, se ha fijado en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) como vía de financiación alternativa y, de paso, ganar en notoriedad, visibilidad y marca. Tres ventajas que ofrece este mercado específico para pymes en expansión, que ha puesto sobre la mesa a responsables de Lanzadera el presidente de la Bolsa de Valencia, Vicente Olmos.

"Hemos visitado a varias empresas de Lanzadera y hemos percibido su interés por conocer alternativas de financiación como son las propias de los mercados de valores", reconoció ayer Olmos a este diario en Forinvest 2015. "Pero no solo nos ceñimos a ese proyecto en concreto sino a este modelo en general como también a las aceleradoras porque entendemos que una vez que abandona el capital semilla necesitan encontrar nuevos inversores y una buena posibilidad es, por ejemplo, el Mercado Alternativo Bursátil (MAB)".

"UN CANAL REGULADO"

Y precicisamente dicho mercado encaja en la filosofía de los proyectos Lanzadera, tal y como manifestó a Valencia Plaza en dicho certamen Javier Sáez, director de Proyectos en Lanzadera. "Nos reunimos con el presidente de la Bolsa de Valencia y vemos al MAB como un canal regulado que pone de acuerdo al emprendedor y al inversor. Sin embargo, a este mercado todavía le queda ganar en confianza y más después de lo sucedido con los casos de Gowex y Carbures".

Pero no solo se trata de ofrecer una fuente alternativa a la tradicional bancaria y/o al capital privado de unos pocos sino también de dotar a las empresas de una parte formativa porque "llegará un momento donde los inversores amigos pondrán fin a su relación con estas empresas y ahí estaremos nosotros para ofrecerles la posibilidad de continuar financiándose a través de los mercados de valores como el MAB", apunta Olmos.

Esa posibilidad también encaja en los planes de Lanzadera porque "la formación es una manera de entrar en la financiación", según Sáez porque los emprendedores deben tener formación y ahí el papel a desempeñar por la Bolsa de Valencia.

Precisamente en este sentido es muy importante los conocimientos financieros "porque un proceso de salida a bolsa conlleva un cambio de cultura y unos costes, además de tener profesionales preparados", advierte Olmos. Algo que tienen en cuenta en Lanzadera al contar con el indiscutible apoyo de Juan Roig y su motivación a la hora de contar con emprendedores con iniciativa.

NUEVOS VIENTOS EN LA BOLSA DE VALENCIA

Basta decir que desde su fundación en 2013, Lanzadera ha impulsado a 13 empresas y hoy en día mantiene 14 en aceleración -sin tener en cuenta los datos de la tercera edición de este proyecto-, lo que ha supuesto 92 puestos de trabajo directos. El objetivo de Lanzadera es crear 200 empresas en diez años.

Mientras tanto soplan nuevos vientos por la Bolsa de Valencia a poco más de un mes de cumplirse el primer aniversario del nombramiento de Vicente Olmos Ibáñez como presidente de la institución. Uno de los principales cometidos es el de identificar oportunidades de empresas que quieran financiarse -y ganar imagen, notoriedad y marca- a través de uno de los diferentes mercados de BME, bien sean de renta variable o bien de renta fija.

Actualmente apenas quedan empresas con capital 100% valenciano en bolsa, pese al amplio tejido empresarial existente en toda la Comunitat Valenciana. Y dentro de dicho tejido los responsables del parqué local se han fijado en lanzaderas y aceleradoras como las que llevan el 'cuño Juan Roig', que estudian las ventajas del MAB pero sin olvidar los casos de Gowex y Carbures.