Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Juan Roig inaugura Marina de Empresas: "Aspiramos a hacer algo único en España"
• La naviera Boluda incrementa sus conexiones con Canarias mediante un servicio directo desde Alicante
• El IVI abre sede en Roma

VALENCIA. Reinventar los procesos es una opción para tener éxito Y eso le ocurrió a Gemma Soriano, una licenciada en Marketing que ha impulsado un producto que da la vuelta al saco de arena que se amontona en puertas  y paredes para evitar inundaciones. Las inundaciones son un gran problema a nivel mundial y la mayor causa de reclamación de indemnizaciones a las aseguradoras, relacionados con desastres naturales.

"Para hacerse una idea, estas reclamaciones en zonas como Reino Unido, se han multiplicado en los últimos años debido al mayor numero de tormentas e inundaciones que esta provocando el cambio climático", asegura Soriano. Por eso puso en marcha WaterGelSacks, un producto compuesto por tres materiales. Por un lado un saco exterior de yute, un saco interior de algodón y un absorbente dentro del saco.

"Al contacto con el agua el saco la absorbe y retiene en su interior pasando de ser un saco plano, como un simple saco de tela, que pesa menos de medio kilo, a un saco de 18-20 kilos", apunta. Sus clientes son de todo tipo, desde gobiernos de los países que se están vendiendo hasta particulares. "En un caja de cartón standard de 40 x 60 x 27 centímetros de alto, hay 40 WaterGelSacks listos para usar en cinco minutos y salvarnos de cualquiera de estos riesgos de daños por una inundación".

"Una caja de ese tamaño cabe en cualquier garaje, doble techo de un armario, o incluso debajo de una cama. Donde meteríamos en casa 40 sacos de arena de 20 kilos? Es impensable y cuando queremos reaccionar, ya no nos da tiempo, es tarde".

Otros usos también muy comunes de este producto son el drenaje, la redirección de canales de agua, tuberías rotas y goteras, etc. Otro de los usos es incluso como agente retenedor de agua para cultivos. La idea surgió hace cinco años buscando una alternativa a los sacos de arena que permitiera esta respuesta rápida. "Las otras soluciones, como los tradicionales sacos de arena, ocupan excesivo espacio al punto de hacer que sea inviable almacenarlos, o porque la logística de uso, transporte y posterior deshecho es demasiado engorrosa, sucia, contaminante y problemática".

En países como Canadá, Estados Unidos, Japón, Dinamarca, Holanda o Alemania tienen una gran demanda, pero en los que más exitoso ha sido es en los más avanzados en todos los sentidos, sobretodo a nivel medioambiental como Canadá, Estados Unidos o los países escandinavos. Japón y Australia son también de los mayores consumidores.