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ESTRENO TELEVISIVO

Tempus fugit: 'El Ministerio del Tiempo' recupera los años perdidos para el fantástico español

CARLOS AIMEUR. 23/02/2015

VALENCIA. Inicio del capítulo piloto de la nueve serie de TVE El Ministerio del Tiempo. Un soldado de los Tercios, que encarna Nacho Fresneda, se revuelve contra su capitán, que ordenó un ataque suicida por el que murieron cientos de hombres. El tercio intenta agredir a su superior. Le condenan a muerte. Poco antes de ser ejecutado, un monje se aproxima a él en una celda de la cárcel. Le hace una oferta que no puede rechazar. Es un trabajo para un despacho secreto de la Corona. Lo único, que tiene que aceptar que pasará por muerto para los suyos. El tercio acepta. El monje, con los rasgos faciales de Juan Gea, mira su reloj de pulsera. No. No es un error de raccord. Forma parte del guión.

"Es un homenaje a la primera versión de Las aventuras del barón Munchausen (Josef von Báky, 1943)", explica el guionista y cocreador de la serie, Javier Olivares. Así empieza la nueva serie de ficción que estrenará TVE este martes 24 de febrero a las 22.30 horas. Una rara avis en el audiovisual español, donde las series fantásticas brillan por su ausencia. "Se le ha puesto un cliché al género, un tabú injusto...", dice Olivares, "y forman parte de nuestra tradición. Ahí están Las leyendas de Bécquer. Una cosa es lo que le gusta a la gente, y otra lo que se dice que le gusta a la gente. Y yo creo que hay un hueco muy grande. Además, hay una tradición en la televisión española, con La Cabina, Historias para no dormir...", añade.

El Ministerio del Tiempo es una serie meditada como un reloj donde todas las piezas encajan. Una idea que surge hace quince años, según comenta Olivares, y que tuvo un antes y un después: la lectura de la novela Las Puertas de Anubis, de Tim Powers. "A partir de ahí, de esa idea, nos influyó mucho el cine español de los años cincuenta. Mi hermano Pablo, que fue el impulsor de la serie, yo me he adaptado a su idea, diseñó todo partiendo de que fuera un anormalidad española. ¿Y qué más español que un funcionario de un Ministerio?", explica.

La redacción de la serie se inició hace tres años, con un reloj cruel encima de sus cabezas: A Pablo Olivares se le había diagnosticado ELA. Los hermanos Olivares, que cuentan en su haber con éxitos como Los Serrano, Los hombres de Paco o Isabel, se afanaron pues en dar forma a este viaje mental por el mapa de la Historia de España peleando, irónicamente, contra el tiempo. Junto a ellos, Anaïs Schaaff, y la colaboración de Paco López Barrio y José Ramón Fernández. Con ellos han escrito las ocho primeras entregas de esta serie que sigue el espíritu marcado por Pablo Oiivares, quien pudo concluir el trabajo antes de morir.

Javier Olivares, en el centro, durante el rodaje de la serie. FOTO: TAMARA ARRANZ.

La fantasía tuvo una primera plasmación física: Un palacete antiguo, de apenas dos plantas, en un recodo poco transitado del Madrid de los Austrias, de aspecto ruinoso, rodeado de vallas, andamios y señales de peligro. Ésa sería la sede del Ministerio a la que llega Julián, un SAMUR del Madrid contemporáneo al que sus compañeros consideran un suicida y un peligro para sí mismo y los demás. Al igual que el tercio, el personaje que encarna Rodolfo Sancho ha sido reclutado por el Ministerio del Tiempo. Junto al tercio y la barcelonesa del XIX Amèlia Folch, interpretada por Aura Garrido, se incorporará a un grupo especial a las órdenes de Cayetana Guillén Cuervo y Jaime Blanch.

En su trabajo no hay una máquina del tiempo. Durante el reinado de los Reyes Católicos, estos obtuvieron de un rabino judío un libro eternamente inacabado en el que se especificaban puertas temporales que comunicaban con el pasado. Este libro se guardaba en una sinagoga de Toledo que fue destruida y desde la cual se podía acceder a dichas puertas. No se puede viajar al futuro... porque no existe. El futuro se construye desde el presente. Las misiones se aplican en las dos direcciones temporales: desde el pasado al presente y viceversa, porque tan peligroso sería que los romanos que invadieron Hispania consiguieran unas ametralladoras como que Al Qaeda pudiera contactar con Boabdil.

Vista con distancia, a apenas dos días de su estreno, Olivares constata algo de lo que dice que se dio cuenta cuando leyó los capítulos ya redactados: "Es la primera serie para todos los públicos que hemos hecho". Una fantasía en la que admite que han limitado la imaginación para prestar más atención a los elementos realistas de cada época, con un trasfondo humano, emotivo: "Trata no sólo de salvar a personajes históricos, sino también de las personas que quieren reencontrarse con su pasado; algo que nos llega a todos".

Humor, alusiones al cine contemporáneo como Terminator, bromas internas pop como ese momento en que Rodolfo Sancho, hijo de Sancho Gracia, se presenta como Curro Jiménez, y otras personales, como el Atlético de Madrid, tan presente siempre en la vida de los Olivares, colchoneros de pro... sazonan una serie que desde el primer día ha encantado a quienes se han acercado a ella. Por ejemplo: Los ocho capítulos con los que abre El Ministerio del Tiempo fueron al principio seis, "pero TVE nos pidió dos más". De hecho, recuerda, en cuanto leyeron los dos primeros dijeron que sí a la serie. "También convencí a los actores con los guiones".

Los tres directores de la serie: Marc Vigil, Abigail Schaaff y Jorge Dorado.FOTO: TAMARA ARRANZ

Pero El Ministerio del Tiempo no sólo sorprende por la calidad de sus libretos. Otro de sus puntos fuertes es la factura visual, adecuada a las historias, moderna, inteligente, obra del director de la serie, Marc Vigil, que ha contado con Abigail Schaaf y Jorge Dorado como directores capitulares. "Queríamos trabajar con él", explica Olivares, "porque conocía su trabajo y sabía que se ajustaba a lo que buscábamos".

Cada capítulo es conclusivo y permite que los espectadores se enganchen en cualquier momento. Las referencias van desde las literarias a las cinéfilas, pasando por la televisión. H. G. Wells y Julio Verne, se citan con trilogías como Regreso al futuro  y la obsesión por mantener la inviolabilidad del tiempo, además de la evidente influencia de Doctor Who.

Pero también hay homenajes a Pérez Reverte, al citado Neville y conexiones con obras como un libro hoy prácticamente olvidado, una pieza singular de la literatura fantástica española: Un soldado español de veinte siglos, de José Gómez de Arteche. "Mi hermano lo descubrió cuando ya estábamos con el proyecto. No sé cómo lo encontró, porque él siempre descubría las cosas más extrañas. Es un libro que espero que nos sirva de referencia si hay una Edición de 1886 de 'Un soldado español'.segunda temporada, porque hay un capítulo muy bueno ahí dentro", explica.

Ahora todo queda a expensas del público, una audiencia que espera Olivares que les acompañe. "Lo que sí que creo es que cada vez la audiencia es diferente. Y el consumo de televisión. Las mediciones tampoco tienen en cuenta muchas veces lo que se llama audiencia en diferido. Hay mucha gente que ve las series en la web", reflexiona. E igualmente incide en que ha percibido un cambio en los gustos de los espectadores. "El espíritu del mercado ha ido en una dirección e igual ha habido un cambio en los gustos del público. Isabel fue un grandísimo éxito de audiencia. No sé si se estrenara ahora tendría la misma audiencia. La tercera temporada, que fue excelente, tenía menos espectadores", recuerda.

Frente a este juez implacable que es el espectador, ocho capítulos que recorren momentos de la Historia de España, como la visita de Himmler al monasterio de Montserrat, o misiones como encontrar el contrato para la pintura del Guernica, o evitar que Lope de Vega embarque en la nave equivocada de la Armada Invencible y se muera a los 26 años de edad. Ocho aventuras, pero también ocho juegos de espejos con la verdad y la Historia, llenos de guiños, ternura e ironía.

Por eso se podría decir que, si finalmente El Ministerio del Tiempo triunfa, en parte también triunfará el interés del público por la Historia de España. Una idea que le gusta a Javier Olivares. "Estamos muy acostumbrados a que los demás [países] nos cuenten sus historias y pensamos que a los demás no les interesan las nuestras. Pero tenemos que contar nuestras historias, tenemos que estar orgullosos de ellas", concluye.

Esa sería una de las premisas de una serie que inicia su andadura con un primer capítulo en el que se aproxima a la figura de Juan Martín El Empecinado, que fue un hombre clave en la Guerra de la Independencia. Precisamente, el difunto padre de Rodolfo Sancho interpretó en su día en Los desastres de la guerra al guerrillero español. Y es que en El Ministerio del Tiempo, como en la vida, a veces parece que todo está conectado.  

Rodolfo Sancho, en un momento del primer capítulo.

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1 comentario

Tere escribió
03/04/2015 15:38

La descubri un poco tarde cap.4 pero por Internet ja estoy al dia .grande sèrie muy grande.espero que haya como se DIEC una segunda temporada.

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