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VALENCIA. Comprar lo necesario. Esta es la nueva corriente que arrastra al consumo y en Valencia está calando. Poder experimentar actividades o dar salida a todas las inquietudes sin tener que adquirir productos para ello es un losa que ahora es posible quitarse de encima gracias a la voluntad de compartir. Con esta misión nace Relendo, una plataforma que permite alquilar productos como móviles, cámaras, raquetas, una mesa de DJ, un dron, unas Google Glass o un toro mecánico y a la vez prestar a otros aquellos productos que uno no use a cambio de un precio diario.

"Nos centramos en darle más vida a productos en desuso", explica Dhiren Chatlani, CEO de esta startup, y quien la impulsa junto a José Vicente Ruz, Tomás Roig y Ana Castillo. La intención es que gente que quiera utilizarlos solo un día pueda hacer o incluso probar algún producto antes de comprarlo. "Se trata de cubrir necesidades". Chatlani estudió y vivido en Madrid o Boston entre otras ciudades, cambiando de sitio cada año. "Vivía con una maleta, pero a veces tenía otras necesidades y quería unos esquís o una cámara de fotos".

Pero además de eso veía a gente que necesitaba dinero y pensaba, "¿por qué no pueden prestarme sus artículos?". Entonces se plantearon realizar intercambios de manera gratuita, pero pensaron que no encajaría en la cultura española. Para poder afrontar el modelo establecieron un sistema de pago de alquiler a trav´és de la plataforma, pero además tienen un seguro de hasta 3.000 euros por si ocurriera cualquier percance.

"Hasta cierto punto esta fórmula puede dar la oportunidad de vivir nuevas experiencias", apunta el CEO. Para Chatlani la clave está en que sean las personas las que realicen estas transacciones y que no intervengan las empresas. Una de sus intenciones era liberar el intercambio de toda duda y miedo por lo que pudiera pasar al bien, y para ello no solo han optado por el seguro, sino también por incorporar la reputación de otras plataformas como Blablacar o AirBnB que se una al sistema de puntuaciones que existe en esta.

Además, destaca que el tener una pasarela de pago en la que incluir la tarjeta de crédito hace que quien alquilar el producto sea más cuidadoso ya que si se pierde se le cobrará de la tarjeta. Otras de sus diferencias es que su intención es formar una comunidad, por este motivo propician que los encuentros entre las personas que se prestan los objetos sean en persona. "Las incidencias se reducen un 50% si las personas se ven".

Actualmente unos 500 usuarios la utilizan, sobre todo en la zona de Valencia. En abril lanzarán la aplicación móvil, para ellos una herramienta muy importante, ya que actualmente los avisos se envían al correo y no todo el mundo está pendiente de él. También quieren poner en marcha la opción e la geolocalización para que  a uno le lleguen las opciones que se encuentran más cerca. De momento, se han centrado sobre todo en productos como la electrónica, el sonido, las herramientas y el material deportivo. "Se trata de promover una forma de consumir más inteligente y yo no lo veo tanto como un alquiler  sino como una experiencia".

Una vez se ha escogido el producto, se abre un chat entre las dos personas y ellas quedan en una zona. "Hemos visto la opción de tener puntos de entrega pero esto quita la humanidad".