El presidente de la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía advierte que España está perdiendo posiciones en renovables

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VALENCIA (VP). El presidente de Avaesen, José Antonio Soler, explica a Valenciaplaza.com la compleja situación del sector y la razona en dos circunstancias: la dificultad de acceso a financiación y la ausencia de un marco normativo propicio y estable. Las empresas piden al Gobierno que revise el borrador de real decreto que marca las reglas de juego para 2011 para evitar seguir perdiendo competitividad y poder seguir avanzando en la implantación de las energías renovables.

-Las energías renovables han pasado de ser un sector apoyado a estar sujeto a una revisión normativa que ha paralizado la mayor parte de los proyectos. ¿Cuál es el análisis de la situación que se hace dentro del sector?

-Nuestra posición es de decepción total respecto a la política nacional en regulación de energías renovables. El sector más afectado en estos momentos es el de la energía solar fotovoltaica, pero también lo están el resto, por la completa situación de parálisis debido a que la regulación para el ejercicio 2011 aún no ha sido aprobada y las empresas no saben con qué reglas van a tener que jugar. En agosto, el Ministerio de Industria hizo un borrador desolador, sobre todo para la energía solar. Plantea una drástica reducción de las tarifas, sobre todo en las instalaciones sobre cubierta, en las que se ha avanzado mucho en los últimos años y donde el grado de tecnología de las empresas valencianas está entre los más altos del mundo, con una caída del 25%, y en los parques solares, donde el recorte, del 45%, hace prácticamente inviable la posibilidad de seguir construyendo nuevas instalaciones con el coste actual de la tecnología.

El Gobierno justifica las subidas en el coste de la energía renovable, pero no se da cuenta de que es fundamental seguir avanzando en esta línea para reducir la dependencia energética del país. El propio ministerio reconoce un ahorro importante en crudo, que cifra en 2.725 millones de euros para el ejercicio 2008 -último dato público-. En pocos años se alcanzará la paridad de precio con la red (costará lo mismo el suministro desde la red que desde energías renovables). Las asociaciones nacionales del sector están negociando, pero se acerca el cierre del año y aún no hay nada.

En 2008, se instalaron en la Comunidad Valenciana unos 158 megavatios de potencia. En 2009, sólo nueve megavatios. La caída ha sido abrumadora. En la Comunidad Valenciana, donde operan unas 300 empresas en este sector, en dos años se ha destruido unos 1.500 empleos directos, de los 4.500 que existían en 2008, y muchos indirectos, de los que no tenemos datos concretos. Hay que destacar que se trata de un ámbito que necesita mano de obra cualificada. Las empresas han destruido drásticamente sus plantillas a la espera de ver qué pasará con la regulación. Si se mantienen los recortes planteados, veremos una parálisis total del sector en España.

-¿Cuál es la postura de la Unión Europea en esta materia?

-El objetivo a nivel global es que la energía eléctrica procedente de fuentes renovables llegue al 20% del consumo total en 2020, pero aún no alcanza ni siquiera el 10%. La legislación española para el sector es ahora la más dura de la Unión Europea. En todos los países se está potenciando el uso de las energías renovables y la búsqueda de la eficiencia energética, excepto en España, donde está decreciendo. Es competencia de cada Estado y las instituciones europeas pueden mediar, pero no intervenir. La administración autonómica está apoyando al sector, porque es consciente del grado de desarrollo tecnológico en la región y de sus posibilidades de futuro, pero está regulado desde la administración central y poco puede hacer. La situación es que hace dos años España estaba era el primer país a nivel mundial en el ámbito de energías renovables. Dos años después, ya no. Teníamos una oportunidad histórica, que se está perdiendo.  

-En este contexto, y ante las incertidumbres planteadas en el mercado nacional, ¿en qué líneas están trabajando las compañías?

-Lo que estamos haciendo desde Avaesen es estimular a las empresas valencianas para que salgan al exterior y aprovechen las oportunidades de negocio fuera de España. Nuestros empresarios empiezan a establecerse en países de la Unión Europea, como Italia, Francia, Portugal, Polonia o Bulgaria, y en otras regiones del mundo, como el Norte de África, Latinoamérica y Estados Unidos. Estamos organizando misiones comerciales a diferentes países -este año hemos ido a Brasil, Emiratos Árabes, Estados Unidos, Australia y países de África-. Los empresarios valencianos tienen allí la posibilidad de concoer socios locales, clientes y proveedores. En algunos casos actúan en solitario y en otras, a través de consorcios con otras firmas de la región. En esta línea de cooperación, Avaesen ha agrupado a 42 compañías que se presentan a la licitación para la instalación de parques solares fotovoltaicos del Gobierno de Marruecos. El proyecto se haría junto a socios del país y estamos esperando aún la resolución.  

Otra línea en la que están trabajando las compañías es en los proyectos de eficiencia energética, otra de las líneas que está impulsando la Unión Europea. Se está propiciando la creación de empresas especializadas en servicios energéticos, en colaboración con el instituto tecnológico de la energía (ITE). En Avaesen hemos puesto en marcha un comité de este tipo de empresas que tiene ya treinta compañías especializadas adheridas. Se trabaja en estudios orientados al ahorro energético, proyectos de microgeneración, de ahorro de calor... son muchos los ámbitos.

Además, desde Avaesen estamos impulsando acuerdos con otras asociaciones empresariales de la región para facilitar los proyectos ligados a la energía con nuestros asociados. Sobre todo se está avanzando con los sectores con más intensidad de demanda energética, como la cerámica o el textil.