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VALENCIA. El Boletín Oficial del Estado ha publicado este miércoles que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Valencia ha dictado declaración de concurso voluntario de acreedores de Tano Resort, hotel propiedad de la conocida familia Gomar. Un apellido muy popular en Gandia por su condición de fundadores de la Pastisseria Tano y por su céntrico local en el Passeig Germanies de la ciudad ducal.

Valenciaplaza.com ha tratado de hablar con los herederos y gestores del negocio familar aunque han declinado dar detalles del concurso. En declaraciones a este digital Maria Amparo Gomar únicamente ha confirmado que desde hace casi tres años estaban tratando de vender el complejo Tano Resort, ubicado en la carretera Sèquia del Rei (en un vial que une la N-332 con la Playa de Gandia), aunque finalmente no han encontrado un comprador.

En los últimos años consiguieron alquilar el hotel a la firma dedicada al ocio y la fiesta Wonderwall. Una empresa que ha conseguido situar estas instalaciones en el mapa de macrofiestas de España con citas masivas (aunque puntuales) como el Sansan festival (y participantes como el grupo Amaral), o recientemente la fiesta de fin de año con los dj´s estrella de Supermartxé (Di Martino, Coqui Selection, Submission Dj y entre otros).

Coincide este concurso voluntario de acreedores con un repliegue de la empresa después de una potente diversificación del negocio tras años de éxito empresarial.

UN APELLIDO INSIGNE

El abuelo Cayetano fue el fundador de la pastelería en 1967. Un negocio que heredaron sus hijos, Pepe y Fina Gomar, que de empresa dedicada a la repostería pasó a ampliar miras también hacia el pujante horizonte hostelero (cabe recordar que Gandia es una ciudad de casi 80.000 habitantes que en verano, junto a la Playa de Gandia, llega a triplicar el número de residentes).

El fuerte carácter empresarial de Pepe (considerado toda una institución en la ciudad) condujo a la ampliación de sus sucursales, tanto en Gandia (con la apertura de nuevos locales), como en otras ciudades como Dénia.

Además la familia adquirió el viejo hotel Don Chimo que rebautizó como Tano Resort; una instalación que nunca acabó de cuajar como destino, ya que según fuentes próximas a la empresa "se invirtió en el salón, en la cocina y en la recepción, pero se dejaron las habitaciones tal y como estaban y eso finalmente se resintió en el negocio, porque nunca fue bien aceptado por los clientes".

La familia también adquirió el Monasterio Santa Maria de Aigües Vives, un edificio Bien de Interés Cultural del siglo XVI-XVII (entre Carcaixent y Alzira) que rebautizaron como Tano Monestir. Un emplazamiento que destinaban a grandes eventos como bodas y que atendían con caterings propios y cocineros contratados. Pero en plena crisis (2009) pusieron el edificio en venta por 10 millones de euros, aunque tampoco han podido encontrarle comprador y todavía siguen utilizándolo de forma puntual para grandes citas.

Tras la jubilación de Pepe y posteriormente de Fina, la tercera generación se hizo cargo de la firma. Nada fue igual y además coincidió con la fuerte crisis de consumo que atraviesa España desde 2008.

Finalmente "pese al éxito que se cosechó en Dénia y en la mayoría de locales de la firma familiar, no han tenido más remedio que replegarse y redefinir su estrategia", concluye esta fuente.

Como se puede constatar, la trayectoria empresarial de los Gomar es la historia de una saga familiar e incluye auge y caída en menos de medio siglo de existencia.

Y aunque no han trascendido las cifras de endeudamiento que han llevado a la insolvencia actual, por su publicación en el BOE es público que la mayoría de sus empresas han entrado en 2014 en concurso voluntario de acreedores. Primero en marzo Pastisseria Tano y ahora ha sido el turno de Tano Resort.

De momento la actividad continua y se habrá de designar a un administrador concursal que renegocie los pagos a los principales acreedores. Algunos de ellos incluirán a algunos trabajadores de Tano Resort a los que todavía se les adeudan nóminas atrasadas de las que Wonderwall no se ha querido hacer cargo.