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A la interparlamentaria del 12 de enero acudirá Antonio Hernando, mientras se esperan tres visitas del líder del PSOE y una de la presidenta andaluza
VALENCIA. El PSPV-PSOE ha adquirido en los últimos meses un protagonismo inusitado después de varios años de permanecer a la sombra del poder de Ferraz. La buena relación del líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y su respaldo en las primarias al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, han dotado a Blanquerías de un predicamento en Madrid del que habían carecido en la anterior legislatura.
Prueba de ello son las numerosas visitas que los 'pesos pesados' del partido están realizando a Valencia. De hecho, en el mes de enero están programados diversos actos que contarán con los referentes socialistas federales en la Comunitat. Así, se prevé que el máximo responsable del PSOE, Pedro Sánchez, visite tierras valencianas hasta tres veces en el mes de enero. De la misma manera, se espera que Susana Díaz acuda también al Cap i Casal a un acto en las próximas semanas. En cuanto a las fechas ya concretadas, el 12 de enero se ha fijado una jornada interparlamentaria del PSPV que presidirá Antonio Hernando, portavoz socialista en el Congreso y miembro destacado en Ferraz.
La visita de Sánchez y Díaz se producirá pocas semanas después de que haya tenido lugar un duelo dirimido a través de los medios de comunicación por parte de ambos dirigentes. Este pulso ha atrapado a Ximo Puig en una difícil situación dado que goza de una excelente relación con la lideresa andaluza pero también ha respaldado sólidamente a Sánchez. Estratégicamente, al secretario general del PSPV lo que menos le conviene en estos momentos, a las puertas de unas elecciones locales y autonómicas, es una batalla de 'egos' que debilite la ya desgastada marca del PSOE.
Los motivos de los roces entre Sánchez y Díaz son diversos. Desde Andalucía se han quejado del posicionamiento del líder del PSOE respcto a referentes andaluces como José Antonio Griñán y Manuel Chaves, salpicados por el caso de los EREs. Fuentes del PSPV describen la posición de Susana Díaz en este caso como "complicada": no puede desmarcarse de los que han sido sus padrinos políticos pero al mismo tiempo tampoco puede realizar una defensa denodada. De la misma manera, en Andalucía ven el distanciamiento de Sánchez como una manera de quitarse de encima a unos dirigentes que estaban en la cúpula del PSOE.
El 'arreón' propinado por Díaz recientemente -vía medios de comunicación- tampoco agradó demasiado en Blanquerías: las formas del PSOE-A no han gustado a la cúpula de los socialistas valencianos, que observan en ello un juego peligroso con unas elecciones tan próximas. Por otro lado, tampoco coinciden en el PSPV con el planteamiento que se viene haciendo desde Ferraz al respecto de los comicios locales y autonómicos, dado que la estrategia marcada desde Madrid se está centrando demasiado en las elecciones generales y está careciendo de sensibilidad y un carácter prioritario hacia la cita con las urnas más cercana de mayo.
Unos puntos de discrepancia sobre los que Ximo Puig deberá lidiar en estos encuentros que se avecinan para tratar de mantener un equilibrio en el PSOE de cara a los próximos meses. La necesidad de llegar con un líder fuerte y una marca de alguna manera rehabilitada a los comicios se antoja perentoria para los socialistas valencianos.
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