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MADRID (EP). Este viernes se estrena en los cines españoles la película Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?, una comedia francesa que ha logrado convertirse en la película más vista del país galo este año, así como en la séptima cinta nacional que más espectadores ha congregado en las salas en Francia en la historia. El director de la película, Philippe de Chauveron, visitó Madrid para hablar de este largometraje, un proyecto en el que aborda desde una perspectiva cómica la "multiculturalidad que existe en Francia", según indicó durante una entrevista concedida a Europa Press.

Los protagonistas de esta historia son un matrimonio católico y tradicional que se enfrenta a una situación incómoda y nueva para ellos: sus tres hijas se casan con tres franceses de origen árabe, judío y chino, respectivamente. Su hija pequeña aún no tiene pareja, así que ponen todas sus esperanzas en que encuentre a un hombre de su misma procedencia, cultura y religión.

"Una boda siempre es un tema de comedia, una boda mixta más, y cuatro en una familia se convierte en una manera original de hablar del país", ha explicado el director, quien firma una película protagonizada por Christian Clavier, famoso por haber participado en Los visitantes no nacieron ayer o Astérix y Obélix contra César.

De Chauveron ha realizado comedia "desde siempre" y por este motivo no se paró a pensar en lo poderoso que podía ser este género para abordar un tema así. Sin embargo, es consciente de que no habría funcionado si fuera un drama, porque el tema ya es muy serio. "Es una buena manera de reírnos de todas las comunidades étnicas, de la iglesia católica, pero de una manera benévola y amable porque puede chocar a la gente", explicó.

Aunque precisó que su intención nunca fue enfrentar al espectador a una realidad, indicó que la película lleva implícita una reflexión puesto que habla de "asuntos graves" como son el racismo, la discriminación o el rechazo a los inmigrantes. En cuanto a la posibilidad de contar con Clavier como actor protagonista, señaó que es un "actor fantástico" que descubrió cuando tenía 15 años, de quien destaca sus "papeles al límite" y su atracción por meterse en la piel de personajes que en cierto modo son "niños malos".

En esta película, interpreta al padre de esta exótica familia y, según relató el director, en cierto modo también lo fue en la realidad, fuera del rodaje. "Al principio se negó a conocer a los actores antes del rodaje para que tuvieran miedo de él, como en la película, y estaban todos aterrorizados. Ayudó mucho para la interpretación, aunque pronto se hicieron amigos y hacían bromas juntos", recuerda.

Uno de los momentos más divertidos de la película está protagonizado por la interpretación de la Marsellesa, el himno nacional de Francia, que cantan varios personajes al unísono. Según señaló el cineasta, la intención era reírse de un debate que surgió hace tiempo en Francia por el fútbol, cuando "se reprochó a varios jugadores de origen extranjero, como Karim Benzema o Zinedine Zidane, que no cantaran el himno con la selección francesa". "Quería reírme de eso, todos esos hijos de emigrantes sufren porque no se les considera franceses completos, así que era una buena manera de abordar este tema. Pensaba que la Marsellesa solo funcionaba en Francia, pero funciona en todas partes", añade.

De Chauveron está convencido de que "las cosas van a evolucionar obligatoriamente" y opina que "los problemas de racismo ocurren en toda Europa y están vinculados a la crisis", por lo que "si las cosas fueran mejor la gente estaría de mejor humor". "Cuando tenemos problemas reaccionamos de maneras más estúpidas", concluye.