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VALENCIA (EP/CP). La cineasta Claire Burger fue la encargada de presentar Mil noches, una boda (Party Girl) en el Festival Internacional de Cine de Gijón. La película, que competía dentro de la Sección Oficial, está inspirada en la vida real de la madre de uno de los directores, ya que junto a Burger ha sido rodada por Marie Amachoukeli-Barsacq y Samuel Theis.

La trama narra la historia de Angélique, una mujer que, a sus sesenta años, trabaja aún como gancho en un cabaret cercano a la frontera alemana y que se tendrá que enfrentar a una de las decisiones más importantes de su vida. El hecho de estar inspirada en la vida de la madre de Theis permitió, según Burger, enfocar la historia desde un estilo cercano al documental.

"Aunque la película se base en la vida de la madre de Samuel, desde el principio vimos a la protagonista como un personaje más de la película", indicó antes de incidir en que se trataba de un tema delicado de filmar, "aunque ella no sienta ninguna vergüenza por la vida que ha vivido", apostilló.

Asimismo, explicó que la película tuvo sus dificultades y tardó casi cinco años en ser finalizada, sobre todo por el hecho de ser tres los directores. "Hubo que lidiar con tres egos", apuntó para después matizar que fueron capaces de llevarla a cabo gracias a que los tres son "muy cercanos" y la vida personal se mezcla con la profesional.

Ganadora de la Cámara de Oro y el Premio al Mejor Reparto en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes, la película acerca al espectador hasta un personaje "fuera de lo común y nos introduce en una historia de amor que se aleja de lo tradicional", según la describió el subdirector del festival de Gijón, Jorge Iván Argiz. En este certamen la cinta francesa obtuvo también un premio, el galardón que concede la prensa especializada FIPRESCI.