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Abraham Cózar, Diego Porto y Óscar Sanfélix se dieron cuenta del vacío tecnológico en el área educativa y ahora intentan hacer la ciencia más divertida

VALENCIA. En la mayoría de centros educativos, el aprendizaje no suele ir unido al uso de las nuevas tecnologías. Tener un smartphone o una tablet deja de ser menos extraño entre las familias, y los colegios continúan renovándose. ¿Pero existen los las fórmulas que revolucionen la educación? Existen. Y eso es lo que ha conseguido la startup Arloon llevando la realidad aumentada a las aulas. Diego Porto, es el CEO de la empresa, y desde los inicios del proyecto tuvo clara la visión para actualizar la educación y la forma de aprender. Junto a Abraham Cózar y Óscar Sanfélix impulsó esta startup que pasó por la primera edición del Proyecto Lanzadera.

Se trata de desarrollar aplicaciones del ámbito científico como anatomía, química, geometría, sistema solar o plantas, entre otras que están disponibles en iOS y Android. "Imagínate que estás en una clase, en anatomía, en quinto de primaria",  explica Virginia Fayos, responsable de ventas. "Están dando el aparato locomotor y puedes seleccionar partes y realizar preguntas sobre ellas. Esto está proyectado en una pantalla digital que acaba realizando un ranking haciendo una competición en clase, algo que es mucho más divertido y motiva a los alumnos".

La realidad aumentada es otro de sus fuertes, que no solo se puede ver en las aulas, sino que uno mismo puede probar en casa. Han desarrollado distintas aplicaciones para smartphones y tablets que pueden utilizarse con una ficha de realidad aumentada. Dejándola en una superficie llana y poniendo la aplicación encima, si por ejemplo se usa la de anatomía, puede observarse como un cuerpo humano emerge encima del folio y aparecen los nombres de las distintas partes. 

El modelo de negocio de Arloon pasa por comercializar contenido curricular que va desde primaria hasta bachillerato. "Hacemos un presupuesto según el número de alumnos que van a acceder al contenido", explica Virginia. Cada tres meses desarrollan más apps nuevas y los colegios pueden suscribirse por uno, tres o cinco años para utilizarlas. Eso sí, pueden probarlas antes gratuitamente.

"Solo vendemos el uso de las aplicaciones a los colegios pero hay padres muy interesados que plantean a las escuelas e institutos que también puedan incorporarlos", destaca. Apunta a que los padres lo ven como un buen método para que sus hijos continúen aprendiendo fuera del colegio. "Si tu hijo va a jugar con la tablet, también puede hacer ejercicios". Destaca que eligieron el mundo científico para realizar este modelo de aprendizaje porque es igual en todas las partes del mundo.

Los tres ingenieros en telecomunicaciones que han impulsado la startup vieron que era una necesidad en un sector que necesita modernizarse, pues la mayor parte de los niños fuera del colegio utilizan los móviles. "Óscar es profesor, tiene familia en la docencia y buscaba unir la educación con las nuevas tecnologías y Abraham es un experto en realidad aumentada", destaca Virginia.

A nivel de la Comunitat Valenciana, unos 50 colegios están probando el sistema, mientras que a nivel de España está en unos 100. Además, también tienen centros interesados en Latinoamérica y Estados Unidos. No obstante, también realizan contenidos a medida. La fórmula de Arloon es mucho más directa, interactiva y visual. Además, su vocación es hacer contenidos de carácter global que se adaptan tanto a escenario en el aula como el hogar. La intención es aprovechar todos los contenidos desarrollados para ofrecerlos en varios idiomas.

El colegio Julio Verne de Valencia, el Colegio Santa María la Real de Sarriguren en Navarra, el Centro de Educación Infantil 1nicial de Valencia, La Devesa (Elche y Carlet), Martí Sorolla , Más Camarena, Edelweiss, Real colegio Escuelas Pías, CP L'Ermita y Cristo Rey, entre otros, son algunos de los centros que ya tienen incorporada esta tecnología.