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VALENCIA. La consultora inmobiliaria CBRE ha iniciado un proceso de diversificación de actividades en la Comunitat Valenciana que incluye la vuelta a la construcción. A través del área de Optimización de activos, ha empezado con la contratación de dos arquitectos tanto para la adecuación de oficinas y locales comerciales como para la edifición de obra nueva residencial.

Hasta el momento este area tenía una presencia discreta en la estructura de la delegación valenciana de la firma, aunque ha sido ejerciendo estas actividades en operaciones en las que había intervenido a firma, como la apertura del nuevo establecimiento de Pull & Bear de la calle Doan Juan de Austria con Pascual y Genís hasta actuar en 6.700 metros cuadrados de obra en los últimos años.

"En siete años no se ha reformado ni edificado prácticamente nada en la trama urbana de la ciudad de Valencia, restringiendo la oferta a la actualmente existinte", reconoce José Ángel Sospedra, delegado de CBRE en la Comunitat Valenciana.

EL NIÑO DE LOS MICROMERCADOS 

De hecho, la mayor rentabilidad de la promoción inmobiliaria sobre suelos más baratos fuera del centro de la ciudad ha hecho que en micromercados como el del centro de la capital o en barrios residenciales clásicos se disponga aún de suelo o edificios la restaurar frente a una alta demanda y baja oferta de inmuebles que cumplan las exigencias de los potenciales compradores.

La previsión de la firma es que la demanda que ahora despega se generalice en un margen de cinco a diez años, aunque se reconoce que ya hay "mucho negocio" para determinado tipo de activos residenciales. Uno de los más relevantes es el de las propiedades singualres y el lujo, donde la firma se está posicionando frente a la cada vez mayor competencia. 

En todo caso, la evolución de la actividad de CBRE en el último ejercicio ha superado las expectativas iniciales, superante en doce meses las previsiones establecidas para lso próximos tres años en facturación de la delegación y en plantilla, que se doblado.