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VALENCIA. Indra puso fin ayer a una nefasta racha bajista de cuatro sesiones de ininterrumpido descenso, que le llevaron a dejarse en tan corto espacio de tiempo un 21,3%.

Buena parte de tal castigo se debió a dos aspectos: por un lado, unos resultados peor de lo esperado, y, por otro, a la petición de la CNMV de explicaciones más exhaustivas sobre algunos apuntes contables, que rápidamente ayer la empresa se encargó de advertir que no tenía cuenta alguna pendiente con el organismo supervisor.

De ahí que el mercado catapultara las acciones de la tecnológica un 3,85% para cerrar en los 8,10 euros y, de este modo, recuperar la cota psicológica de los 8 euros. Además quintuplicando la media diaria anual de los 897.100 títulos, según los datos oficiales de Bolsas y Mercados Españoles (BME) tras intercambiarse de manos 5,5 millones de 'indras'. Cierto es que antes de ayer fueron más de 7 millones y el último día de octubre casi alcanzaron dicha cifra.

Precisamente en la última sesión del mes pasado dos consejeros de la cotizada madrileña presidida por Javier Monzón aprovecharon para comprar acciones. A saber: Juan March de la Lastra y Santos Martínez-Conde Gutiérrez-Barquin. Los dos realizaron sendas adquisiciones por valor de 892.910 títulos a 8,80 euros, lo que eleva la participación del primero hasta el 0,014% y la del segundo hasta el 0,006%.

Todo ello mientras los analistas de JP Morgan, tal y como publicó este diario, rebajaron hace diez días su precio objetivo hasta los 10,50 euros desde los 13,50 bajo una recomendación de 'neutral'. Una semana antes Javier Urones, analista de XTB, ya advertía en esta sección que el gráfico apuntaba hacia "un movimiento bajista de medio plazo".

El pasado lunes trascendió que la CNMV había requerido a Indra información adicional sobre ciertos apuntes contables relacionados con la memoria consolidada de 2013 y que afectaban a, entre otras cuestiones, la cancelación de un pago variable por la adquisición de su filial brasileña o sobre la exposición de la multinacional a monedas extranjeras de países en los que opera.

CAÍDA ANUAL DEL 33%

Para entonces ya había presentado una ganancia del 18% en sus resultados de enero a septiembre, que alcanzaron los 78 millones de euros, que resultaron ser inferiores a las previsiones del conjunto del mercado. Y más todavía viendo como las ventas en el mercado español caían un 6% en los nueve primeros meses del año.

Lo cierto es que tras la recuperación de Indra ayer en bolsa, todavía acumula una caída anual del 33,4%, lo que ha mermado su capitalización hasta la frontera de los 1.300 millones de euros. Aunque en el lado positivo figura su más que atractiva rentabilidad por dividendo ligeramente superior al 4%.