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MADRID (CP/EP). Tras una larga temporada en la cárcel, el casposo detective Jose Luis Torrente intentará dar "el golpe del siglo" en una operación que se desarrolla en la España de 2018, donde vuelven las pesetas con las caras de los reyes Felipe y Letizia, el proyecto Eurovegas es solo un casino y el Vicente Calderón está siendo derribado. Además, Torrente ha tenido a Bárcenas y Urdangarín de compañeros de prisión.

Le acompañarán un grupo de personajes estrambóticos, como es habitual en la saga, interpretados por un reparto que reúne a actores, personajes famosos y artistas de lo más variado, y que va de Jesulín de Ubrique a Julián López, pasando por Chus Lampreave, Carlos Areces, Anna Simon, Cañita Brava, el Langui, Leonardo Dantés o Fernando Esteso, hasta un sorprendente Alec Baldwin en batín.

Santiago Segura parece que quiere salir del agujero negro que ha supuesto en su carrera cinematográfica Torrente, que lo ha absorbido todo y que ha minimizado e imposibilitado que desarrolle su talento en otros proyectos. Y lo ha hecho con una película de la que está muy satisfecho. "Creo que me ha salido una película redonda", ha dicho.

Según comentó durante una entrevista concedida a Europa Press, se considera "muy fan" de la gente que le hace "reír" y por ello, al igual que en anteriores ocasiones, introduce "nuevos humoristas" a los que admira. "La ilusión de mi vida es meter en mis películas a mis ídolos", dijo. Entre ellos, Fernando Esteso, "uno más grandes de la comedia española", así como Julián López y Carlos Areces, "buenísimos", a los que se suma un largo etcétera de cameos que se convierten en una de las sorpresas del film.

Otro de los logros de esta película es haber contado con el actor estadounidense Alec Baldwin. "Nunca había pensado que una estrella del nivel de Alec, que tiene trabajo en Hollywood, viniera a trabajar aquí. Acaba de terminar Blue Jasmine y está haciendo Misión Imposible", afirma sorprendido el director del filme, a cuya presentación Baldwin quiso asistir desde el principio.

Baldwin es la gran estrella internacional de Torrente 5. Un toque de clase y distinción entre tanto bicho raro patrio. En sus pocos días de rodaje, Baldwin se aplicó para chapurrear algunas frases en un peculiar español. Un esfuerzo que, confiesa, "le hizo envejecer". Eso sí, su sacrificio valió la pena sobre todo teniendo en cuenta que el primitivo castellano de Baldwin se entiende mejor que el de Jesulín o Cañita Brava. 

Preguntado acerca del torero Jesulín, uno de los actores principales de la trama, Segura ha reconocido que, aunque "lo tenía difícil", puesto que "no ha hecho una película en su vida", está "muy gracioso" y ha conseguido "transmitir naturalidad". "Siempre me ha parecido gracioso, pero eso no vale porque te ponen una cámara delante y te agarrotas", comentó.

Aunque los grandes triunfadores del largometraje son Cañita Brava y Chiquito de la Calzada, dos históricos del humor burdo cañí, a quienes se les debe algunas de las carcajadas más sonoras de toda la película. Sus dantescas intervenciones son, con permiso de las de los 'hermanos' Carlos Areces y Florentino Fernández, lo más descacharrante de esta nueva entrega de la saga más taquillera de la historia del cine español.

El gran ausente en esta ocasión ha sido Tony Leblanc, a quien dedica el filme y a quien hace un guiño. Según ha destacado, Segura ha echado de menos al actor, de cuyo fallecimiento se cumplirán dos años el próximo mes de noviembre.

Una vez más, Segura guarda en el bolsillo varias cartas y asegura que Torrente 5 está llena de sorpresas. De hecho, el propio director se acercó a los periodistas tras el pase de prensa para pedirles que no desvelaran los cameos que acababan de ver, puesto que la gran mayoría aún eran sorpresa.

Su reto en esta quinta parte era "luchar contra el recuerdo de los espectadores" y mantener un interés e intriga a lo largo de la película. "Creo que me ha salido una película que tiene ritmo y no decae, es ascendente. Mi obsesión al hacer cine es evitar esos valles o lagunas en los que se pierde el interés", concluía.