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VALENCIA. La Generalitat Valenciana tiene previsto publicar esta misma semana la licitación para poner en alquiler su antigua sede en Madrid. La embajada que compró Eduardo Zaplana en la exclusiva calle Españoleto de la capital de España para está cerrada desde hace varios años.
Aunque la Generalitat trató de vender el inmueble -ocupa el bajo, la primera planta y varias plazas de garaje- los interesados, entre ellos algunas delegaciones diplomáticas extranjeras en España, no acabaron de cerrar el trato.
Sin embargo, según fuentes del Consell consultadas por ValenciaPlaza.com, el inmueble sí tiene interesados en quedarse como inquilinos, por lo que Patrimonio está ultimando las bases para sacar al mercado de alquiler las instalaciones.
SOLO ZAPLANA USÓ LAS DEPENDENCIAS
El edificio saldrá en tres lotes por un precio total de 122.000 euros al año, impuestos incluidos. El plazo mínimo será de cinco años con prórroga de hasta 15 años más hasta un total de 20. Entre los interesados hay dos despachos de abogados y un centro educativo, según las mismas fuentes. El edificio está tasado en 1,26 millones de euros, según la propia Generalitat.
La delegación en Madrid de la Comunitat Valenciana se creó durante el Consell de Joan Lerma aunque entonces ocupaba un piso modesto. Ya con Eduardo Zaplana de presidente la Generalitat compró el inmueble ubicado en un exclusivo barrio madrileño. Además de zonas institucionales, la delegación contaba con áreas para exposiciones y cursos. Sin embargo, ni José Luis Olivas ni Francisco Camps ni Alberto Fabra hicieron uso de los despachos oficiales en la embajada.
A finales de 2011, con Fabra en la presidencia, se optó por cerrar la delegación y poner en venta el edificio. Desde entonces permanece vacío y sin uso, aunque en los cristales (e incluso en el timbre) se pueden ver aún tanto el nombre de la Generalitat como el escudo institucional.
EL ALQUILER COMO OPCIÓN PREVIA
La situación de la sede de la Comunitat Valenciana en Madrid es similar a la de otros edificios del patrimonio autonómico para los que se ha buscado comprador. La Generalitat ha optado por el régimen de alquiler tras los tanteos de venta. El hecho de que estén ocupados los edificios facilita que un interesado compre el inmueble, puesto que la rentabilidad es mejor.
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